Real Zaragoza – Deportivo Coruña | Mirada del Rival
Y después de la tormenta, ésta continúa y permanecerá inalterable hasta que los resultados deportivos se consigan y los propósitos de enmienda de nuestro nuevo presidente, además de máximo accionista, se cumplan. Y el primer paso para conseguir enmendar el rumbo hay que darlo sin más demora este próximo domingo en el partido de Liga que inaugura el año 2010 para nuestro equipo, y el rival no es un rival cualquiera, es un equipo que viene a La Romareda rodeado de un halo de morbo, revanchismo y venganza, es el Deportivo de La Coruña.
Larga es la batalla que se llevan entre manos los dos clubes desde hace tres años, con negociaciones frustradas como la de Coloccini, cruces dialécticos subidos de tono y contratos pésimamente redactados en el que Lafita no se sabia a que equipo pertenecía. Finalmente el jugador zaragozano volvió al Real Zaragoza un segundo antes de que se cerrase el mercado de fichajes ahondando la animadversión que Lendoiro ya sentía por nuestro equipo. Por todos estos datos el partido del domingo no serán solo tres puntos, y menos para nosotros que estamos hundidos en la tabla.
El Deportivo de La Coruña nunca ha sido un rival fácil para nosotros ya que de las 26 ocasiones en las que nos hemos enfrentado en La Romareda, el equipo gallego ha conseguido arrancar ocho victorias y seis empates habiendo conseguido el Real Zaragoza ganar 12 partidos, una estadística realmente equilibrada que no permite ser muy optimista de cara al enfrentamiento de esta jornada. Queda en la retina de todos nosotros la inútil victoria conseguida la temporada del descenso consiguiendo la victoria en el tiempo añadido tras conseguir Ayala un gol que pudo significar mucho pero de nada sirvió.
Fuera de su terreno de juego el Deportivo de la Coruña ha vencido al Xerez (0-3), Tenerife (0-1), Getafe (0-2), Racing (0-1) y consiguió rascar un punto en su visita a Almería tras empatar a uno, una trayectoria francamente buena que muestra perfectamente el poder de un bloque compacto y perfectamente conjuntado por Miguel Ángel Lotina y que actualmente ocupa el sexto puesto de la clasificación con 27 puntos, quince más que nuestro equipo.
A pesar de la política de austeridad emprendida hace años por Lendoiro, exceptuando el comienzo de incertidumbre de la primera época, el Deportivo de la Coruña no ha hecho más que crecer y crecer a manos de un Lotina que ha encontrado el refugio perfecto para poner en práctica su mentalidad futbolística con un éxito total. La paciencia y el trabajo empezaron a dar sus frutos el año pasado en una meritoria campaña donde terminaron séptimos en la clasificación y este año los gallegos llevan camino de superarlo.
Habrá que ver en qué medida el cambio de entrenador, de segundo entrenador, de presidente, del cambio radical en definitiva que ha experimentado el Real Zaragoza en los despachos y en la parcela técnica influye sobre los protagonistas que salten al terreno de juego, ya que siguen siendo los mismos que ha día de hoy nos han llevado a estar incómodamente sentados en la butaca del decimonoveno clasificado de la Liga. En La Coruña la confianza es total en la victoria, y más sabiendo lo caliente que están los ánimos en la grada de La Romareda. Están bastante confiados en que consiguiendo adelantarse en el marcador el resto irá rodado y nuestra debilidad les entregará el partido en bandeja. También hay máxima expectación por ver jugar a Lafita que durante dos temporadas defendió la camiseta blanquiazul del equipo coruñés y con el que tanto lío hubo este verano, incluso Lotina bastante crecido declaró en los últimos días que con el tiempo se vería si se había confundido al abandonar el Deportivo. Desde luego, un enfrentamiento tan polémico como el que se va a jugar este domingo no puede dejar indiferente a nadie.
Jugar contra un equipo que está en puesto UEFA cuando nosotros estamos en descenso no puede ser fácil nunca, pero nadie dijo nunca que este partido se podría ganar con facilidad, todo lo contrario, solo se podrá ganar jugando dando el cien por cien, porque de lo contrario nuestras propias limitaciones se encargarán de hacernos morder el polvo aunque el Deportivo no haga nada por merecer la victoria, ya nos ha pasado eso muchas veces esta temporada. Olvidémonos de la suerte, porque no la tendremos y confiemos en que Gay podrá de verdad dotar a este equipo del espíritu ganador que prometió cuando fue nombrado definitivamente entrenador de la primera plantilla.
Por Tyler Durden.
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