El Real Zaragoza ahogado

Cada día susto nuevo, aunque el de hoy ha sido sin duda morrcotudo: el titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Zaragoza ha dictado un auto por el que impone al propietario del Real Zaragoza Agapito Iglesias y a dos personas más una fianza de 18.150.000 € para asegurar las responsabilidades civiles que pudieran derivarse del llamado “Caso Pagarés”. Esto quiere decir que los tres imputados deberá depositar esa cantidad en metálico o en avales para garantizar que en su día los perjudicados por el delito que se les atruibuye puedan cobrar las cantidades que les han sido defraudadas. Es bueno diferenciar este tipo de fianza de las personales, es decir aquellas que impone el Juez para esquivar una medida de prisión provisional, o lo que es lo mismo, debería aclararse que el impago de estas cantidades a lo que da lugar es al embargo de los bienes de los citados y no al ingreso en prisión de éstos.

Para cualquiera que tenga una mínima experiencia jurídica y cierta práctica en el deambular por los edificios judiciales sabe que una medida de ese calado significa por lo menos dos cosas: que los afectados han defraudado mucho y que en principio no es descabellado pensar que hay un principio de prueba sólida sobre la veracidad de los hechos que se les imputa. Es decir, que la cosa es muy seria y que no estamos ante divagaciones ni rumores de pasillos.

Al aficionado zaragocista, como es lógico, le preocupan las consecuencias que para el ya maltrecho estado general del club puede tener que su máximo accionista haya llegado a encontrarse en esta situación, y me temo que no pueden ser nada buenas. Por mucho que los hechos objeto del procedimiento no anden relacionados con el Zaragoza, es inevitable que afecten a la sociedad, pues entre otras cosas las acciones del club son parte del patrimonio del Sr. Iglesias, y ¿quién puede plantearse, por ejemplo, su venta en una situación así?, dudo mucho que haya ahora posibilidades de transferir el capital de una persona a la que se piden 18 kilos. Si a esto añades que estamos ante un proceso que puede durar años, que no se va a resolver con la agilidad que exigiría la hermeneútica y el sentido común, no queda más que decir que si la estabilidad del Real Zaragoza S.A. estaba por los suelos, ahora es subterránea.

Podemos tener la ingenuidad de pensar que con el de Navaleno en situación de shock judicial sería el momento oportuno para quitárnoslo de en medio, para que por fin se hiciera realidad el sueño de que abandonara el club de nueestros amores, pero me temo que es menos arriesgado pronosticar que Agapito Iglesias lleva unido más que nunca su destino al del Real Zaragoza… por desgracia y ojalá me equivoque.

Por Falçao.

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)