En defensa de Ángel Martín González

En defensa de Ángel Martín González

Cuando hace poco más de un año se anunció la llegada, como secretario técnico del Real Zaragoza, de Ángel Martín González no fueron pocas las voces que recordaron su pasado en el Club Atlético Osasuna como un obstáculo para un desempeño solvente de sus funciones; de igual manera, hubo quien recordó que, precisamente en Pamplona, desarrolló un trabajo serio y siempre con restricciones que no sólo hizo que el equipo navarro se mantuviera siempre en Primera desde su ascenso en el año 2000 hasta su marcha en 2013, sino que consiguió sus mejores resultados deportivos, modestos eso sí.

Poco hace falta recordar del trabajo de Martín González el año pasado, con muchas restricciones presupuestarias, temporales e incluso en el número de fichas consiguió hacerse con los servicios de un puñado de jugadores destacables (Eldin, Borja, Willian José, Jaime…) que estuvieron a un paso de, no sólo salvar la temporada, lo cual ya parecía un objetivo claro al inicio, sino de llevar al Club de retorno a Primera División.

A los pocos minutos de no conseguir el ascenso en el Estadio de Gran Canaria, fue el madrileño quien, en primer lugar, se puso al frente del proyecto de esta nueva temporada y manifestaba con rotundidad que el ascenso era ya el único objetivo para la 2015/2016. En pocos días se fueron viendo los resultados al trabajo que Martín González había estado desarrollando ya mientras la temporada anterior transcurría; llegaban Marc Bertrán, Diamanka, Aria, Isaac Carcelén, Jorge Díaz… El goteo era constante y la plantilla iba tomando forma.

Este año, con más desahogo económico, menos restricciones y trabajo previo, la labor del Director Deportivo ha ido encaminada a formar una plantilla de garantías para obtener el obligado ascenso, para ello se han hecho 13 incorporaciones. De esas 13 incorporaciones, 7 (más de la mitad) tienen experiencia en la Primera División y el resto, salvo Isaac Carcelén y Aria, en la Segunda División. Además de las incorporaciones, se ha conseguido la salida de jugadores con fichas inasumibles dentro de la economía de guerra en la que sigue inmersa la entidad blanquilla (José Manuel Fernández, Javi Álamo) o que dichas fichas se adecuaran a la realidad zaragocista (Abraham Minero). Todo ello, sin haber acabado aún el periodo de fichajes y esperando quizás uno o dos jugadores que redondeen todo de manera definitiva.

La plantilla parece esta temporada eso, una plantilla; dos hombres por puesto, diversidad de perfiles para puestos similares… A priori, quizás se pueda echar de menos un jugador que vaya a marcar diferencias en la categoría, pero quién esperaba hace un año el brutal rendimiento de Borja o qué jugadores marcaban diferencias en la plantilla del ascendido Real Sporting de Gijón. Son las plantillas y no las individualidades quienes consiguen los objetivos colectivos. Al fin y al cabo, recordando las palabras del propio Martín González, “los jugadores al final son como los melones, hasta que no los abres no sabes cómo van a salir”.

En definitiva, este modesto escrito sólo pretende reconocer el trabajo del Director Deportivo y pedir respeto para el mismo, ya que creo que una parte, mínima eso sí, de la afición parece no reconocerlo; incluso en estos últimos días se ha usado, de manera lamentable, el Caso Jorge Díaz para criticar al madrileño. Su labor y los resultados de la misma ahí están y son su mejor defensa, dicho queda.

Por Peterpan

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