El ensamblaje, la tardanza y las prisas finales
Tres semanas tiradas para apretar al final, así se define el trabajo de la Secretaría técnica en este período veraniego. En lo deportivo, Marcelino afrontaba con escasos nuevos efectivos el momento más decisivo del periodo estival para un equipo, el proceso de asimilación de los conceptos a inculcar por el entrenador. Los resultados, hasta el momento, dejan más dudas que errores corregidos.
El mes de Agosto comenzaba con el fichaje de un nuevo jugador, Pablo De Barros. Un jugador que en diferentes lugares apareció con unas determinadas características físicas y sobre todo una demarcación que hasta al propio jugador le extrañó cuando fue preguntado en rueda de prensa. Un todoterreno para el centro del campo que podría ayudar a dar un impulso más de sacrificio, pero claro, el fichaje tenía su complicación, y no era otra que su nacionalidad y calidad de extracomunitario. El jugador, por lo que se intuye, será un baluarte importante de cara al año próximo en el regreso a primera y por eso se ha decidido cederlo al Málaga durante este año, pero claro, hay grandes dudas por lo erróneo que ha sido el tenerlo entrenando durante 3 semanas con el equipo y ver, por parte de muchos, que este jugador no debería haberse marchado y tendría que haber sido ya parte importante del conjunto, pero bueno, como profesores tiene la escuela, esperemos que hayan acertado los dirigentes y cuerpo técnico blanquillo.
En lo deportivo, comentar que la primera semana fue usada par disputar varios partidos contra equipos de diferente nivel, Villarreal y Sporting de primera y Racing de Ferrol y Pontevedra de categoría inferior. De los partidos siento no poder hablar, me encontraba de vacaciones y lo único que puedo dar es la opinión que se rige a lo leído en prensa. Simplemente, viendo el resultado, me podía hacer una idea, Marcelino tiene mucho trabajo y es urgente reforzar la línea de atrás. Además, veía como positivo que varios jugadores no hubieran podido disputar dichos partidos por diferentes lesiones de tipo muscular y que me dejaba bien a las claras que este año la parcela física había sido más que cuidada.
Por estas fechas, cuando realmente se crean los bloques y tienes tiempo exclusivo para conjuntar, ensayar y pulir errores, las plantillas deberían estar prácticamente cerradas y estar a la espera de uno o dos fichajes que las trataran de cerrar, pero en nuestro caso no, hasta el 13 de Agosto, es decir, tras 3 largos meses, el Real Zaragoza no fichaba al segundo jugador de banda. Un jugador que vino porque no quisimos pagar un precio irrisorio por Juanma, que al final iría al Betis, y sí nos dio por gastar unos 4 Millones de euros y una ficha de unos 1,5 M euros. Javier Arizmendi fue el elegido, un jugador, que pese a su corta edad, había acabado en equipos como Valencia, Deportivo o Atlético de Madrid donde no acabó cuajando y que venía con la idea de echar raíces y tener más continuidad y presencia que en los anteriores clubes. Esperemos, por el bien de todos, que así sea.
He aquí cuando llegamos al ecuador del mes, tan sólo 16 días para cerrar el mercado estival y nos encontrábamos con una plantilla que necesitaba aún 2 extremos y varios refuerzos en la retaguardia. Por otro lado, también nos encontramos con los problemas de jugadores que había que dar salida, pero que seguían perteneciendo a la disciplina blanquilla y cada vez quedaba menos tiempo. Jugadores que no se sabía qué iba a pasar con ellos, jugadores de diferente “status” dentro del bloque y que esperaban como el santo advenimiento la llegada de sus representantes con ofertas o que el club cumpliera una palabra dada anteriormente cual matrimonio se tratase.
Continuaban pasando los días, quizás hubiera sido mejor irnos todos los zaragocistas a un spa, meternos en una urna insonorizada o marchar al Himalaya a escalar sus majestuosas cimas y no tener constancia de nada de lo que sucedía entorno al Real Zaragoza. Pasaban los días y continuaban los rumores, los dimes, los diretes y la incertidumbre de si se sería capaz de completar una plantilla de plenas garantías para conseguir el ascenso. Demasiados apartados por concretar y cada vez menos tiempo.
Nos acercábamos al punto álgido, cuando los nervios están más a flor de pie, sobre todo cuando ves que no se avanza en ningún frente y cada vez es menor el paso del tiempo. Llegados a este momento, fecha del 22 de Agosto, podríamos hacer una valoración general de la Secretaría Técnica, valoración que se tiene que cernir simplemente a la confección de la plantilla y que, como todo en estos artículos, se basa en una opinión subjetiva. Esta calificación roza el muy deficiente. Una Secretaría que ha tirado 3 meses y una semana, 98 días hábiles para haber realizado muchas operaciones sin haber esperado a última hora, pero cual mal estudiante, se había pasado un verano de tranquilidad y se tenía que apresurar a estudiar todo el temario de las diferentes asignaturas suspendidas en un tiempo récord y tratando de que esto no le acarreara otros problemas.
En este momento, llegamos a lo que se podría denominar como la Fase Kamikaze, fase en la que todos los miembros del Club, con sus cinticas en la cabeza, trataban de buscar hasta debajo de las piedras jugadores para completar una plantilla con grandes carencias en determinadas parcelas importantes y que el año pasado fueron grandes talones de Aquiles. Llegó el fin de semana del 22, 23 y 24 de Agosto, en ese momento, en un visto y no visto, se cerraron 2 contrataciones que vendrían muy bien para la segunda. Stephane Pignol, procedente del Murcia y Rubén Martín Pulido procedente del Almería. Dos hombres que venían a cubrir las carencias defensivas, el primero para el carril derecho pero también pudiendo jugar por el centro de la zaga y el segundo, para poner un muro en la zona central. Dos fichajes sorpresivos y que no habían saltado en momento alguno a la palestra, dos fichajes que venían a sumar, pero con un gran pero, su edad. Los jugadores, ambos veteranos, tuvieron que ser terceras o cuartas opciones, o incluso, apariciones marianas a las que la Secretaría se agarró como un clavo ardiendo.
Por otro lado, continuábamos con las carencias de los extremos, pero, he aquí cuando llegó la noche loca, una noche que ojala nos hubiera pillado a muchos en la playa estando tranquilamente en alguna terraza tomando una cervecita tranquilamente o preparándote para salir de discotecas, pero no, a muchos nos cogió con los pies en la tierra y veíamos como empezaban a estallar noticias. Tal era la cantidad de las mismas, que muchas, por no decir todas, terminaban por hacer sonar en el panorama nacional el nombre de un miembro de la plantilla blanquilla.
Por un lado, tuvimos el cierre de los extremos, sorprendentemente saltó en la web oficial el nombre de un desconocido Frank Songo’o, hijo del ex-portero deportivista, un joven de 21 años que esperemos aporte velocidad y garra por esa zona. El jugador llega por 4 años a la capital del Ebro y esperemos tenga el mismo poso y éxito que muchos de esos desconocidos africanos que inundan el panorama futbolístico. Por otro lado, y ya en plena madrugada, POR FIN, el Real Zaragoza confirmaba nuevamente en su web, la adquisición de Caffa para esta temporada sin opción de compra alguna. Otro hombre de banda en tan solo 3 horas. Una alegría tras ver como les había costado tanto cerrar contrataciones de esta zona del campo.
El Real Zaragoza contaba con 5 hombres de garantía en la zona alta y 4 en los flancos, 9 hombres que serán los que lleven el peligro del equipo y que hará que en La Romareda se vuelvan a ver extremos, esos jugadores que actualmente parece que están en peligro de extinción y que tan bonito hacen el fútbol cuando encaran a su contrario y entran en área o ponen precisos centros desde su zona a los delanteros o medios que aparecen en segunda instancia.
Había costado, pero por fin el Real Zaragoza había salido de su letargo y había ido a cerrar la plantilla, pero eso sí, tirar tanto tiempo a la basura es llegar muy justo al primer partido de liga, únicamente 3 días para que los nuevos hombres se acoplen a un sistema que tendría que haber sufrido simplemente esperando a uno o dos jugadores, pero no a 4 que han llegado en 4 días y a 2 – 3 jugadores más que se rumorea tengan que llegar.
Anteriormente a estos fichajes, sufrimos 2 derrotas humillantes en las que el equipo dejó una sensación de estar a años luz de lo que tiene que ser, pero también es verdad, si el equipo carece de un medio que sepa distribuir, pausar el ritmo y que tenga la claridad y colocación de Don Santiago Aragón, este equipo tendrá serios problemas cuando alguien se nos cierre y nos deje el balón en nuestro poder, como ocurrirá partido sí, partido también.
Acabo esta serie de artículos quedando con el miedo en el cuerpo de lo que pudiera pasar en los próximos días, ya que hoy, 27 de Agosto sobre las 22 H 30 minutos de la noche, ya no hay movimiento en torno al equipo, pero, tal y como pasó ayer en el que hubo momentos en los que Diego Milito y Sergio García estaban con las maletas destino a la Comunidad Valenciana, esto puede cambiar de la noche a la mañana, ya que, de tener un equipo que puede hacer mucho daño arriba y que se ha, para mi gusto, medio rehabilitado en la zaga, puede llegar a ser un desastre. Siguen faltando fichajes necesarios, así como que se expliquen cosas tan extrañas como la de Ripa u otras extrañas decisiones.
No me gustaría dejar de decir que, a partir de ahora, habrá un momento en el que la gente querrá no mirar atrás y sólo mirar hacia delante, pero, si algo se ha caracterizado a la afición zaragocista a lo largo de la historia, es la de estar con el equipo en lo bueno y en lo malo pese a la crítica que se pueda realizar en un momento dado. Que la gente haya perdido la credibilidad en esta directiva no es sino su mérito, o mejor dicho, debido a su demérito durante estos 2 años y 3 meses. Si nos ilusionamos todos por el discurso que traían, ahora tendrán que ser ellos, con su trabajo y sus verdaderos actos, los que hagan que todos esos que hemos perdido la creencia en este grupo de trabajo, veamos que las cosas pueden cambiar y realmente se han aprendido de los errores y se van a hacer las cosas desde la coherencia y el sentido común.
La crítica, siempre desde la visión o con el objetivo que sea para que el club mejore, es y debe ser, la mejor medicina para que un enfermo mejore, pero quizás, muchas veces lo peor no es la crítica, sino la gente que cierra los ojos y tapa sus oídos y sigue en la idolatración de alguien pese a cometer cosas incoherentes y flagrantemente erróneas. Esperemos que el Real Zaragoza acabe ascendiendo y, a ser posible, que sea en el mes de Mayo para no tener que sufrir y tengan más tiempo de preparar una plantilla que desde el trabajo, la humildad y la unión de jugadores, club y afición, haga asentarse al equipo en la primera si necesidad de sufrir y que, poquito a poco, que es como muchas veces se consiguen los mayores logros y gestas, hagan que de una vez por todas, escuchemos el himno de la Champions en Zaragoza.
Espero que esta serie no sirva para decir que se ataca de manera indiscriminada a la directiva, sino que sea para reflejar lo que ha acontecido a lo largo de este tiempo. Los hechos están ahí y todos los hemos vivido, la única diferencia, que el que escribe, cree que las cosas se han hecho rematadamente mal en algunos aspectos, como la confección de la plantilla y, que finalmente, han comenzado a hacer cosas buenas como la reestructuración del organigrama del club.
Un saludo y AUPA ZARAGOZA!!!
Sergio Serrano
Abonado Nº 8.727 del Real Zaragoza
Por bubu.
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