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Artículo de Cuñao

Existe una norma no escrita en esto del fútbol en la cual se dice que el primer partido con un nuevo entrenador suele saldarse con una victoria. Esta norma no escrita, en cierta manera, se ha cumplido con relativa frecuencia en el Real Zaragoza. Popovic, Milla y Agné iniciaron su trayectoria en el Real Zaragoza con victoria. Ahora le ha tocado a César Lainez.

Esta victoria era vital. El equipo está casi entre la vida y la muerte. La jornada, pese a la victoria, termina con el Real Zaragoza a 5 puntos por encima del descenso y a 9 del play off. Obviamente esta victoria no soluciona completamente está más que delicada situación pero esta victoria, además de obligada, es un soplo de aire fresco en el equipo. Aunque, quizá más importante que eso, es la imagen dada por el equipo.

César Lainez, en una semana de trabajo, le ha dado la vuelta a un equipo totalmente destrozado por el nefasto trabajo de Agné. Se vio un equipo muy trabajado, concentrado y eficaz que sentenció el partido en una de las mejores primeras partes del equipo esta temporada.

Obviamente no se pueden sacar conclusiones en lo visto en un partido. En muchas ocasiones hemos visto como el Real Zaragoza, de un partido a otro, cambiaba a mucho peor. Pero tampoco vamos a negar que, visto lo visto, hay ciertos motivos para la esperanza.

Agné ha sido uno de los peores entrenadores que ha habido en el Real Zaragoza. La culpa, no solo es de él, sino de una directiva que ha confiado de forma absurda e ilógica en un entrenador a todas luces no apto para el cargo con el enorme perjuicio que esta decisión ha supuesto en el equipo. Evidentemente, como se suele decir, “agua pasada no mueve molino”. Pero tampoco voy a seguir la corriente de olvidar rápidamente todo lo malo porque no tiene solución. De eso nada. Esa decisión, la de haber mantenido tanto a Raúl Agne, ha perjudicado enormemente al equipo. Y eso hay que decirlo.

Volviendo al asunto de César Lainez, como he dicho, parece ser que por fin se ha encontrado a un entrenador que ha sabido encajar en este equipo. Insisto en que tenemos que abogar por la prudencia y que es muy pronto para sacar cualquier tipo de conclusión pero, como también he reseñado, hay motivos para la esperanza.

La situación sigue siendo muy delicada. Aunque aún quedan bastantes partidos hay varios rivales de notable dificultad en lo que queda de calendario. La salvación es el objetivo obligado pero, para mí, es un fracaso. Tenemos que ser realistas y la salvación es el primer y obligado objetivo del equipo. Pero no es algo ni admisible ni se puede dar por bueno y finalizar todo cuando esto se consiga. Para nada.

9 puntos separan al equipo del play off. Es una distancia considerable pero no insalvable. Y se debe de ir a por este objetivo o al menos intentarlo. Ya sé que puede sonar algo extraño pero creo que es así. Y si el equipo se ve como ahora no me parece un objetivo tan sumamente complicado.

Prudencia, tranquilidad e ir partido a partido. Esa debe ser la filosofía ahora y siempre. Pero creo que es momento de ver que parece que por fin hay motivos para la esperanza y disfrutar, aunque sea un poquito y con toda la prudencia, de esta pequeña alegría en Elche.

Por Cuñao