Goles a ritmo de tango

Cuando el compositor e intérprete bonaerense, Andrés Calamaro, escribió en una de sus canciones los siguientes versos: “Apretando los dedos, dándole mi vida a ese para-avalanchas. Cuando era niño y conocí el Estadio Azteca me quedé duro, me aplastó ver al gigante”, seguramente sabía que en apenas 30 palabras iba a resumir lo que es el fútbol para un argentino: la vida.

Zaragoza es buena plaza para peloteros argentinos y a las estadísticas se puede remitir uno. ¿Cuántos años hace que el Real Zaragoza no cuenta en sus filas con un futbolista llegado de más allá del charco? Ni los más viejos del lugar lo recuerdan. En la actual plantilla, son tres los militantes argentinos: llegado desde Paraná, el veterano central Roberto Fabián Ayala; el extremo izquierda, Juan Pablo Caffa, nacido en Venado Tuerto (para los curiosos, también conocida como la “Cuna de la Marcha San Lorenzo” por ser la ciudad donde se compuso y ejecutó la marcha “San Lorenzo”); en tercer lugar, el recién incorporado en el mercado invernal, Leonardo Daniel Ponzio, que dio sus primeros pasos en Las Rosas, una pequeña ciudad de apenas 12.000 habitantes de la provincia de Santa Fe. El mediocentro argentino cumple su segunda etapa en el Real Zaragoza tras un breve inciso en River Plate.

Es sólo un ejemplo reciente de lo que significa un jugador argentino para el Real Zaragoza. Los “gauchos”, como también se les conoce en España, aportan algo especial en el terreno de juego. Son personas que desde el mismo momento que nacen tienen una pelota cosida al pie y salen a jugar a la calle con el resto de sus amigos. Tienen esa rasmia especial del que no crece encerrado en las cuatro paredes de su casa agobiado por los excesivos cuidados de sus padres. En muchos de los casos, encontramos grandes cracks de la historia del fútbol que han nacido inmersos en verdadera pobreza. Sin ir más lejos, el que para muchos ha sido el más grande: Diego Armando Maradona. “Tengo un recuerdo feliz de mi infancia, aunque si debo definir con una sola palabra a Villa Fiorito, el barrio donde nací y crecí, digo lucha. En Fiorito, si se podía comer se comía y si no, no. Cuando llovía había que andar esquivando las goteras, porque te mojabas más adentro de la casa que afuera”, comenta “El Pelusa” en su autobiografía Yo soy el Diego. Sin embargo, gente como Maradona se sabían sobreponer a los problemas si les ponían una pelota delante: “La primera pelota que tuve fue el regalo más lindo que me hicieron en mi vida. Era un número uno de cuero; yo tenía tres años y dormí abrazándola toda la noche”.

Una historia llena de anécdotas

Si se pone uno a echar la vista atrás, concretamente desde 1932, el Real Zaragoza ha contado con un total de 29 argentinos. El primer jugador extranjero en la historia del Zaragoza fue, precisamente, el centrocampista de nacionalidad argentina José Alberto Valdivieso, que fichó la temporada 1949/1950 en 2ª división procedente del Atlético de Madrid. En esa misma campaña, llegó al Real Zaragoza otro jugador de la misma nacionalidad, Lauren. Si se tiene en cuenta que los jugadores de fútbol suelen permanecer 3 o 4 años en una plantilla, y siguiendo la “cuenta de la abuela” te das cuenta de que desde 1950 no ha habido prácticamente ningún año en el que no haya sido inscrito con la primera plantilla un jugador argentino.

Las notas positivas las encontramos con nombres ilustres como Jorge Valdano, hombre muy ligado en la actualidad al Real Madrid y actual comentarista de La Sexta, pero que dejó huella en la disciplina blanquilla: un total de 143 partidos en los que anotó 46 goles. Valdano debutó el 9 de septiembre de 1979 en La Romareda, concretamente en un partido en el que el Real Zaragoza empató a dos frente al todopoderoso Fútbol Club Barcelona. El argentino anotó el gol que daba un punto al equipo dirigido entonces por Manolo Villanova, curiosamente el entrenador con el que el Real Zaragoza consumó su descenso a Segunda División la temporada pasada. Valdano coincidió a partir de 1983 con otro compatriota, Juan Alberto Barbas, con el que compartía mediocampo y también hueco en la selección argentina.

Precisamente de “Beto” Barbas hemos hablado con el presidente de la Peña Zaragocista Argentina, Juan Blanco. Este grupo cumplirá dos años el próximo mes de mayo y se hace notar con una gran pancarta domingo tras domingo en el Estadio Municipal de La Romareda. Blanco dice profesar “verdadera admiración” por Barbas, uno de los grandes futbolistas argentinos de la historia que han pasado por Zaragoza. La Peña Zaragocista Argentina está creada, simplemente, por españoles que admiran lo relacionado con el país sudamericano. El sobrino de Juan Blanco, y a la vez responsable de la página web de la Peña, Manuel Duarte Hernández, asegura que “el mejor homenaje que le podíamos hacer a Argentina siendo del Real Zaragoza era crear una Peña que premiara a todo aquel argentino que vistiera alguna vez la camiseta del equipo”. Han sido ya varias, en concreto tres, las reuniones y fiestas de la Peña a la que han acudido jugadores: la primera, con el polémico Andrés D’Alessandro, Pablo Aimar y los hermanos Milito. La segunda estuvo representada por el actual miembro de la plantilla, Roberto Fabián Ayala y por el anterior entrenador de porteros, Eduardo Basigalup. Por último, el extremo zurdo cedido por el Betis, Juan Pablo Caffa y el exjugador y actual comentarista de Aragón Televisión, Juan Eduardo Esnaider fueron los elegidos para la tercera y hasta hoy última reunión.

Precisamente Juan Eduardo Esnaider, delantero que llegó a Zaragoza en la primera de sus épocas en Zaragoza con 20 años, procedente del Real Madrid, ha sido uno de los futbolistas argentinos más laureados que han llevado en el pecho el escudo del león. Alrededor de Esnaider hay muchas anécdotas. Resulta curioso que en las dos Copas del Rey que el bonaerense ganó con el Real Zaragoza, se perdiera la final por sanción: la primera frente al Celta de Vigo en la que Andoni Cedrún se convirtió en el verdadero protagonista al parar el penalty al defensa vigués Alejo tras una dura prórroga. En la segunda, también frente al Celta de Vigo, el Real Zaragoza entrenado por Luis Costa se imponía contra todo pronóstico a los gallegos, dirigidos por el zaragozano Víctor Fernández. ¡Cuántas vueltas da el fútbol!

De Esnaider se recuerda su gran carácter, en ocasiones exagerado, que le llevó a tener problemas con entrenadores e incluso le llegó a enfrentarse a la grada. “Gardel”, como así se le conocía, reventó literalmente una de las puertas de acceso a los vestuarios de La Romareda en un enfado al ser sustituido (ver fotografía). No pasaba desapercibido para nadie, llegó a ser odiado y amado a partes iguales, pero las estadísticas ahí están. Entre otras cosas, se le recordará siempre por ser el autor del primer gol en la final de la Recopa de Europa, el 10 de mayo de 1995, frente al Arsenal. En la actualidad, además de ser comentarista en la televisión autonómica de Aragón, tiene una escuela de fútbol de niños en Argentina.

Otra anécdota positiva la encontramos en la reciente historia del club, con la presencia de dos hermanos, los Milito. Gabriel y Diego. Diego y Gabriel. Ambos coincidieron una temporada en el Real Zaragoza, concretamente en la 2006-2007 en la que el equipo alcanzó la UEFA, vía Liga. Llegó primero el pequeño de la familia, Gabriel Alejandro, procedente de Independiente de Avellaneda, en el año 2003. Existe una historia bonita detrás de Gabriel, ya que años antes de fichar por el Real Zaragoza, tuvo una lesión grave en la rodilla que le apartó varios meses de los terrenos de juego. Los directivos del club blanquillo, que habían mostrado interés por contratarle meses antes de la lesión, decidieron enviarle una camiseta del Real Zaragoza como muestra de cariño. Un tiempo después, y con “El Mariscal” (así se le conoce en el mundo del fútbol por su capacidad de liderazgo) ya recuperado, el Real Madrid lo tuvo fichado a falta del reconocimiento médico. El Director de los Servicios Médicos del equipo de la capital, Alfonso Del Corral, desestimó su contratación en una polémica decisión, alegando problemas en la rodilla. El Real Zaragoza decidió en ese momento apostar por el central zurdo argentino y Gabriel vistió la camiseta del club blanquillo cuatro temporadas en las que su carácter, su calidad y su compromiso con el equipo le hicieron incluso lucir el brazalete con la “cuatribarrada” de capitán por los diferentes campos de fútbol españoles.

Por su parte, Diego Milito caló pronto en la afición zaragocista por su gran capacidad goleadora, convirtiéndose en uno de los jugadores con mayor media goleadora por partido en la historia del club, con 51 goles en 108 partidos en Liga. Al finalizar la temporada pasada, el mayor de los Milito se marchó al Genoa de Italia, equipo del que precisamente había sido contratado por el Real Zaragoza.

No es oro todo lo que reluce

Si bien, los argentinos siempre han tenido una cierta tradición de saberse vender muy bien en la prensa de su país. Futbolistas que llegaron a España con la vitola de cracks, resultaron luego una verdadera decepción. Es el caso de Sergio Berti, más conocido como “La Bruja”, que llegó procedente de River Plate y tan sólo permaneció una temporada en la que disputó únicamente 16 partidos y no consiguió encandilar a la afición en ningún momento. Caso parecido encontramos con el lateral derecho llegado desde Independiente de Avellaneda, Jorge “Negro” Martínez, con una única temporada a las orillas del Ebro, y que resultó un auténtico fiasco. Tampoco nos podemos olvidar de otros como Sebastián “El Avioncito” Rambert, que tras marcar dos goles en su debut en La Romareda frente al Valladolid, bajó mucho su nivel futbolístico y acabó marchándose al final de esa campaña.

Mención especial al “Huesitos”

Y se merece la mención especial porque precisamente ayer, día 17 de marzo, se cumplían cinco años que Luciano Martín Galletti firmó con un colosal derechazo en el minuto 6 de la primera parte de la prórroga, el gol que daba al Real Zaragoza su sexta Copa del Rey. Fue frente al Real Madrid de los “galácticos” en el Estado Olímpico de Montjuic, y contra todo pronóstico. El Real Madrid llegaba a la final con la vitola de gran favorito con los Beckham, Zidane, Figo, Raúl y compañía como gran amenaza para un Real Zaragoza que con un muy joven David Villa como punta de lanza del ataque, se las veía y se las deseaba buscando la permanencia en el primer año después de su último ascenso a Primera División. Un marcador de 2-2 al final de los 90 minutos llevaba a ambos conjuntos irrevocablemente a la prórroga. Con los nervios a flor de piel, Luciano Galletti disparó desde 25 metros culminando una jugada aislada sin aparente peligro de José María Movilla, batiendo al que luego sería guardameta de la escuadra blanquiazul, César Sánchez.

En el tintero se han quedado hombres como “Kily” González, Gustavo López o nombres importantes en la época de la Recopa como Darío Franco o Fernando Cáceres. Desde aquí, y por voluntad general, sólo esperamos poder seguirles diciendo aquello de: ¡Qué bueno que viniste! 

Por Mariscal.

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