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Artículo de Cuñao

Se inicia Diciembre. Mes por excelencia de Navidades, regalos y fechas entrañables entre muchas otras cosas. También es cuando se produce el primer parón en Segunda División desde que se inicio la temporada y se empieza a atisbar el fin de la primera vuelta.

Este periodo de temporada transcurrido para el Real Zaragoza ha sido una suerte de altibajos con más bajos que altos.

Tras un buen arranque con Milla (alcanzando el liderato), de una forma inexplicable y tantas veces repetida, el equipo se vino abajo como un castillo de naipes dejando muy muy atrás los puestos nobles de la tabla y el ascenso se veía muy lejano. Eso supuso el cese fulminante y con toda razón de Luis Milla. De nuevo, un entrenador no iba a finalizar una temporada completa.

Agne llegó en su sustitución para hacerse cargo de tan importante proyecto. Es cierto que en estas jornadas ha habido una mejoría del equipo y, de nuevo, vuelven a verse cerca los puestos altos de la clasificación. Nuevamente también se ve que el equipo, a nivel de juego, vuelve a funcionar y a estar activo. Aunque hay muchas carencias. Demasiadas. Lo peor es que esas carencias llevan desde el inicio de la temporada y parecen no haberse solucionado.

El mercado de invierno, que en breve tiempo, se iniciara, supone una buena ocasión para dar salida a jugadores que han demostrado no servir para el equipo (Bagnack e Irureta) y reforzar el equipo para afrontar, con garantías, el resto de temporada.

La situación económica del club es la que es. Pero si se quiere ascender, dentro de un orden, hay que invertir dinero. La situación es sumamente complicada pero no hay apenas margen de error. El equipo tiene unas carencias muy grandes y la directiva, en el ámbito de sus competencias (en este caso los fichajes) deben trabajar para intentar solucionarlas.

Pese a todo ello hay una premisa muy importante y es la necesidad de ganar. No hay más. Sin victorias no hay ascenso posible. Y sin ascenso no hay supervivencia del club. Es duro pero es así.

La temporada llega a su ecuador. Como es habitual estos últimos años Segunda División está sumamente igualada. Exceptuando el Levante que parece estar más alejado del resto los demás equipos se encuentran sumidos en la lucha por la parte alta con una pequeña diferencia de puntos entre ellos. Y, como es habitual estos últimos años, habrá equipos que irán hacia arriba y otros que irán hacia abajo.

El Real Zaragoza puede ascender. Como se dice en esto del fútbol hay “mimbres” para ello. Va a tocar bregar mucho, luchar mucho y, como digo, la directiva va a tener una parte a tener en cuenta en lo referente a reforzar el equipo en los despachos.

Aún queda mucha temporada y muchos partidos por jugar. Pero no se puede desperdiciar ni un solo minuto ni un solo punto en este aspecto.

Como dijo Pele “Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar”

Esperemos poder disfrutar de esa felicidad. Nos la hemos ganado.

Por Cuñao