Objetivo: Consolidar un estilo
Tengo la sensación que con los últimos resultados buenos y la imagen de solidez defensiva que el equipo esta dando en la segunda vuelta, la salvación es cuestión de tiempo, de poco tiempo seguramente.
Por eso me he animado a escribir este artículo en el que opino sobre lo que considero debe ser el objetivo deportivo de este equipo a medio-largo plazo.
Si miramos atrás, la mayoría de nosotros coincidiremos en que a lo largo de la historia del Real Zaragoza han sido cuatro épocas brillantes y cuatro equipos los que se han quedado marcados en la memoria de aficionados de tres generaciones diferentes, a saber:
Los “Magníficos” en los años 60; Los “Zaraguayos” en los 70; El Real Zaragoza de Leo Benhaker de principios de los 80 ; Y finalmente el Real Zaragoza de Víctor Fernández de mediados de los 90 con ese momento culminante en el Parque de los Príncipes.
SI algo tienen en común estos cuatro momentos de nuestra historia es el tipo de fútbol que desarrollaban esos equipos, y que han contribuido a forjar en nosotros un gusto por un fútbol ofensivo y con predominio de los futbolistas técnicos y talentosos. Un modelo por el que ha sido reconocido nuestro equipo en todos los campos de España e incluso de Europa. Este modelo, o esa «imagen de Marca» debe marcarnos el camino a seguir y presidir todas las decisiones que se tomen en el especto deportivo en la próxima y en las siguientes temporadas.
Establecer como obligatorio en todas las categorías incluido el primer equipo ( Modelo Ajax o Barca) esta manera de jugar al futbol, apostar por jugadores en los que prime el aspecto técnico frente al físico o el táctico , y por supuesto por entrenadores que respeten esta filosofía y no traten de imponer ni su sistema ni jugadores. Todo esto debería de ser «dogma de fe» en el futuro del Real Zaragoza.
Recuperar y consolidar este «estilo Zaragoza» , olvidado en losúltimos 14 años, considero que debe ser el fin que debe presidir todas las decisiones de nuestros dirigentes, mucho más que el conseguir unos resultados deportivos óptimos a corto plazo. Se que plantear esto en un ámbito en el que todo se rige por el “cortoplazismo” puede resultar utópico, pero creo que en nuestro caso es perfectamente compatible conciliar la exigencia deportiva a corto plazo con este » gran objetivo».
Será cuestión de explicarlo bien a todo el mundo y de que nos lo creamos de verdad. Más allá de conseguir la permanencia sin mayores agobios, y sin renunciar a nada de antemano, el conseguir un equipo con sello propio y que juegue como le gusta a su gente debe ser la meta.
Por aporellos.
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