Que se vayan todos
Que estamos a un paso de la desaparición o a unos pocos días es un hecho.
Los comisionistas, personajes desvergonzados que se han metido en un jardín sin tener ni idea de cómo cuidarlo, dan a entender que si Hacienda hubiese avalado a los mejicanos, se les hubiese vendido el club.
Para un zaragocista “normal” no le valdría esa opción mejicana. El motivo es evidente: si los comisionistas tenían tanto interés en traspasarles sus acciones es porque dos de ellos, Lasheras y Gamón, se mantendrían en el poder como forma de subsistencia vital, y mantendrían a dos individuos que suponen el recuerdo más lamentable de lo peor del agapitismo, Cuartero y Checa.
Y los zaragocistas estamos hartos de que tanto incompetente sigan destrozando el club. Su presencia supondría una caída aún mayor de la sucedida en las últimas temporadas de abonados, el hartazgo es descomunal y sólo desde el estómago y las prebendas podrán mantener el apoyo de algunos aficionados.
Y sin una masa social sólida que respalde un proyecto es imposible pensar en un futuro.
Con Lasheras, Gamón, Cuartero y Checa sólo habría presente para ellos, y pasado para el resto del zaragocismo, porque el Real Zaragoza seguiría siendo un zombie carroñero.
La única posibilidad de subsistencia de lo que tanto queremos los zaragocistas “normales”, tendría que ofrecer músculo económico inmediato y ruptura total con la inutilidad del agapitismo y de los comisionistas.
Por Jeremy North.
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