Y La Romareda… calló
Con un mayoritario y “clamoroso” silencio “habló” La Romareda el pasado sábado durante el encuentro que ponía punto y final a esta temporada 2009/2010 convulsa y tempestuosa, en la cual la mejor (y casi única buena noticia) ha sido el desenlace, culminado con la permanencia del equipo en la 1ª División.
La Romareda “calló” el sábado con la misma fuerza que el pasado mes de diciembre alzó la voz rotundamente ante una situación deportiva e institucional que se hacía insostenible y que tuvo unas repercusiones y efectos claros y constatables: 7 incorporaciones a la plantilla (más el cuerpo técnico al completo) y el “cese” de la Junta Directiva.
Las razones para dicho silencio son múltiples y diversas, según el punto de vista que se tome: la salvación deportiva, la reacción institucional, el buen rendimiento de los fichajes invernales, el respeto al trabajo del cuerpo técnico, pero también el hastío ante una situación más gris y mediocre cada día, el hartazgo ante las continuas luchas de poder en el interior de la SAD, la apatía ante unas circunstancias donde el aficionado de a pie poco o nada puede hacer, el miedo a que la situación (como bien decía Murphy) por mala que sea siempre es susceptible de empeorar… Que cada cual elija la que prefiera porque hay para todos los gustos.
Me preocuparía, en todo caso, que el silencio se produjera como efecto a la carta publicada en la página web de la SAD y firmada por el máximo accionista y Presidente. Volver a confiar con los ojos cerrados, en las huecas y ambiguas palabras de alguien que en los últimos 4 años se ha movido en ese terreno como el trilero que sabe que nada se esconde bajo sus cubiletes, sería no sólo de preocupar, sino digno de estudio por los sociólogos más insignes.
Dice en una de sus estrofas el single del nuevo trabajo de Bunbury: Queda un gesto amable/ para no hacer la vida insoportable/ y así ahogar las penas./ Sólo eso queda. Me quiero acoger a esa interpretación de lo sucedido el sábado, cuando aunque parecía el momento de poner los puntos sobre las íes, se tuvo ese gesto amable para no hacer la vida insoportable. Espero que así fuera y que no se tratara de un gesto de supremo pasotismo.
Por otro lado, espero que el Sr. Iglesias no tome el silencio sabatino como patente de corso para que las decisiones que se adopten de aquí en adelante sean aceptadas por buenas sin rechistar; creo que La Romareda no dijo eso y que no debería ser utilizada como rehén de posibles situaciones adversas en el devenir de la SAD.
Ahora ha llegado el momento de actuar y de convertir en realidad las palabras que a algunos nos parecen llenas de humo. Eso sí, Sr. Iglesias, no querría (y creo que es opinión mayoritaria en el zaragocismo) ver salir ningún conejo de la chistera, ni grandes efectos visuales, pero vacíos, me conformaría con que se desarrolle un plan de futuro serio y bien planificado, con respeto por una Historia de 78 años y con la sana ambición de devolver a esta SAD al lugar que le pertenece. Claro que para cumplir esos objetivos deberá prescindir de parte de su guardia pretoriana y la verdad no creo que tal acontecimiento vaya a producirse en el futuro más próximo.
En definitiva, Sr. Iglesias, vuelve Ud. a tener nuevamente un voto de confianza por parte de la afición zaragocista; en sus manos está la oportunidad de aprovecharla o malgastarla (otra vez), pero debería plantearse si ésta podría ser la última y recuerde que La Romareda ya ha “devorado” con anterioridad a jugadores, entrenadores y Presidente a los que previamente había dado su confianza e incluso su apoyo y cariño. Tenga siempre presente la frase con la que se despidió de la SAD el pasado verano: El Real Zaragoza será lo que quiera la afición.
Por peterpan.
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