Real Zaragoza – CA Osasuna | La Previa

El Real Zaragoza llega a las Fiestas del Pilar en un momento vamos a decir que delicado. Algo que, de haberse registrado una derrota en Albacete (el partido iba a encaminado a ello) se hubiese transformado en un momento crítico. Tres derrotas consecutivas son un lastre difícilmente asumible para cualquier entrenador. Mucho menos para el entrenador de un equipo favorito al ascenso y cuyo único objetivo es ese; el ascenso.

Por suerte este hipotético caso no se tradujo en realidad. Pese a que, como he indicado anteriormente, no faltó mucho para ello si bien el devenir del encuentro, a partir de la segunda parte, fue notablemente diferente.

El Real Zaragoza viajaba a Albacete con el objetivo de ganar el partido y romper una dinámica negativa de dos derrotas consecutivas. En frente un rival complicado como el Albacete que estaba registrando el mejor inicio liguero de su historia.

El partido comenzó a desarrollarse tal y como la teoría futbolística hacia presagiar. El Albacete desarrolló una buena primera parte siendo superior a un Real Zaragoza totalmente perdido en el terreno de juego, totalmente descoordinado y lastrado, una vez más, por errores difícilmente admisibles.

Pese a que el 2-0 con que el Real Zaragoza finalizó la primera parte parecía rubricar una nueva derrota para el cuadro zaragocista, dejando unas sensaciones muy malas y con la palabra crisis prácticamente entrando por la puerta, el equipo entrenado por Imanol Idiakez pudo revertir el transcurso del partido. El Real Zaragoza fue de menos a más realizando una buena segunda parte, empatando el encuentro y dejando la sensación de que, de haber durado el encuentro 20 minutos más, muy posiblemente el conjunto zaragocista hubiese conseguido la victoria.

Este empate conseguido remontando un partido que se había puesto muy complicado así como la buena imagen que transmitió el equipo en la segunda parte son una tregua para Imanol Idiakez cuyo cargo hubiese pendido de un hilo de haber perdido el encuentro. Pese a ello, tal y como he indicado al principio, la situación del equipo es delicada. No sólo por haber sacado un solo punto de los últimos nueve en los tres partidos disputados si no porque este equipo no termina de arrancar.

El Real Zaragoza tiene como único objetivo el ascenso. La temporada pasada estuvo muy cerca de conseguirlo. Sin embargo el recorrido de este equipo en lo que se lleva disputado de temporada dista mucho de ser el de un equipo con opciones a ascender.

Hace pocos días se inició el mes de Octubre. Aún quedan muchísimas jornadas por disputar y por ende puede pasar de todo. Hay tiempo de sobra para revertir prácticamente cualquier situación. Pero no se puede demorar la recuperación del equipo. No se pueden desaprovechar inútilmente las oportunidades que se van a presentar próximamente pensando en que ya habrá tiempo para cambiar. Todo el trabajo que se haga ahora y todos los puntos que consiga el Real Zaragoza será algo que jugará muy a favor del equipo zaragocista a lo largo de la temporada.

La lesión de James Igbekeme ha supuesto un terremoto en el centro del campo del Real Zaragoza y su baja está siendo muy importante. Pero un equipo no se puede venir abajo por la lesión del jugador que, hasta su lesión, mejor rendimiento había dado. Trabajo de cualquier entrenador es el que una baja así suponga el menor trastorno posible. Sin embargo esto no se está cumpliendo en la realidad.

Imanol Idiakez no termina de hacerse con las riendas de este equipo. Todavía no ha conseguido dar con la clave para que este equipo funcione y la reorganización del centro del campo es el apartado que más problemas esta originando al equipo y al propio entrenador. Habrá que ver como Idiakez combina a los jugadores que tiene a su disposición para solucionar todos estos problemas porque, a mi juicio, hay una plantilla con unas garantías más que ciertas.

El Real Zaragoza se encuentra en la décima posición con nueve puntos. A nueve puntos del Málaga que es líder (una auténtica barbaridad), a cinco puntos del Granada que ocupa la segunda posición y a cuatro del Albacete que es sexto clasificado con trece cerrando así el play off. Una situación clasificatoria que, si exceptuamos un poco al Málaga (que está teniendo unos registros cercanos a la perfección) es relativamente fácil de revertir en las próximas jornadas. Pero para ello el equipo va a dejar de ser el de estas últimas jornadas y ser el que desplegó un buen juego en la segunda parte del partido ante el Albacete.

El Real Zaragoza cerrará la jornada el lunes. El equipo que visitará La Romareda será el Osasuna. Otro equipo teóricamente llamado a ocupar los puestos altos de la clasificación y cuya rivalidad con el Real Zaragoza es por todos conocida.

El Osasuna acude a esta cita con una trayectoria prácticamente similar a la del Real Zaragoza habiendo conseguido un punto menos que el conjunto zaragocista.

La racha del equipo navarro esta siendo algo irregular alternando victorias, derrotas y empates. No hay una dinámica de resultados definida.

El conjunto entrenado por Jacobo Arrasate acude a Zaragoza lastrado por las lesiones. Juan Villar (uno de los máximos goleadores del equipo rojillo esta temporada), Sergio Herrera y Nacho Vidal son las bajas que obligarán al entrenador de Osasuna a seguir reorganizado el equipo teniendo que recurrir con mucha probabilidad a jugadores del filial.

El Real Zaragoza tendrá el Lunes ante Osasuna una oportunidad de comenzar a cambiar la dinámica de resultados. Además, de conseguir la victoria, aparte de todos los aspectos que ello supondría el conjunto zaragocista pondría su granito de arena de cara a alegrarnos un poco más estos días festivos.