CD Alavés- Real Zaragoza | La Previa
Viernes 4 de noviembre, 21:00
El Real Zaragoza volvió a hacer de las suyas el pasado Martes en La Romareda. La bochornosa derrota ante el Andorra vuelve a tirar por tierra la recuperación que se inició el pasado Viernes en Tenerife.
El conjunto zaragozano se presentaba a la exigente primera semana del mes de Noviembre (en la cual disputará dos partidos) con la obligación de tomarse el encuentro ante el Andorra como donde era más necesario puntuar ya que, la visita a Mendizorroza, se presentaba como uno de los partidos más complicados al que deberá enfrentar el cuadro blanquillo en lo que se lleva disputado de competición.
Juan Carlos Carcedo repitió la alineación del encuentro ante el Tenerife (para mi algo adecuado) y el equipo inició la primera parte con un cierto dominio del juego y creando alguna ocasión de no mucho peligro. Bien es cierto que faltó dominio en el centro del campo donde el juego del Real Zaragoza sufría continuos atascos con los jugadores del Andorra.
Así pues el Real Zaragoza dominó parcialmente la primera parte sin crear demasiado peligro ante un Andorra serio y bien plantado pero que no había tirado a puerta hasta entonces. Todo ello cambió en el minuto 46 donde, justo antes del descanso (y en el sentido más literal de la palabra) Bakis hacía el 0-1 a la salida de un córner. Ahí terminó el partido para el Real Zaragoza.
El 0-1 desarmó por completo al equipo. Un gol complicado como suelen ser los goles encajados antes del descanso. Pero, donde el equipo debería de haber aprovechado para rearmarse y salir con más fuerza, hizo todo lo contrario ya que el Real Zaragoza salió del vestuario desquiciado y perdido algo que se prolongó durante toda la segunda parte.
Carcedo fue incapaz de nada. Ni de centrar al equipo ni de introducir revulsivos suficientes en el equipo como para cambiarle la mentalidad. Un técnico sin ideas y un equipo que se vino abajo por la simple razón de encajar un gol antes del descanso. Algo que, para más “inri”, se volvió a repetir en esta segunda parte cuando Carlos Martínez hizo el 0-2 al final del encuentro en otra de las poquísimas ocasiones de las que dispuso el Andorra.
Las alarmas nuevamente vuelven a sonar en el seno zaragocista. Carcedo y Torrecilla (especialmente el primero) vuelven a estar muy en la cuerda floja y puede que su destino este ya escrito.
Tras el encuentro en Mendizorroza el Real Zaragoza no volverá a disputar un partido de liga hasta el día 19 de Noviembre (ya que la semana que viene se disputa la Copa del Rey). Por tanto es un espacio idóneo para un cambio de técnico ya que el nuevo entrenador puede contar con 2 semanas para conocer al equipo y preparar el próximo encuentro liguero y el partido de Copa del Rey, a mitad de estas dos semanas, puede servir como un ensayo para ver que tal funciona el equipo en el césped.
El Alavés, próximo rival del Real Zaragoza, es sin duda uno de los equipos más complicados de la categoría. Teóricamente llamado a ser un candidato al ascenso es algo que está ratificando en el terreno de juego ya que el conjunto vitoriano es segundo clasificado estando empatado a puntos con el Burgos que es primero. Por detrás UD Las Palmas y Eibar le siguen de cerca por lo cual el Alavés necesita ganar para no descolgarse de los puestos de ascenso directo.
El Alavés llega a este partido tras empatar a 1 en El Sardinero la pasada jornada. En Mendizorroza se presenta como un equipo muy sólido ya que, de 8 partidos disputados como local, ha ganado 5 y ha empatado en 3.
El cuadro vitoriano se presenta como un equipo no excesivamente goleador pero al que sí resulta complicado hacerle goles. Un sistema, el de ni marcar mucho ni encajar mucho, que está funcionando bastante ya que los dos primeros clasificados (Burgos y Alavés) se están rigiendo por este sistema con buenos resultados.
El Real Zaragoza enfrentará así el que creo que es el partido más complicado disputado hasta el momento. Un encuentro crítico que puede ser el último de Carcedo (y puede que hasta de Torrecilla). Sea como fuere, tras este partido, vendrá un parón liguero muy necesario donde el equipo, con Carcedo o sin él, deberá trabajar muy intensamente para cambiar radicalmente porque tal y como va este equipo el destino se presenta muy incierto y poco esperanzador.
Por Cuñao.
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