«Pesadilla antes de Navidad». Ese sería un acertado título para este artículo que, sinceramente, no se ni como empezar. Pero, sin duda, a escasos días de que empiece la Navidad lo que vive el Real Zaragoza es sin duda una pesadilla.
La derrota ante el Real Oviedo fue un esperpento. Otro más. Un nuevo capítulo de la vergüenza de las varias que este equipo lleva haciendo desde el pasado día 2 de Noviembre que fue cuando se ganó el último partido en Liga.
El Real Zaragoza llegaba a este encuentro ante el Real Oviedo con el deber y la obligación de ganar para reengancharse a los puestos altos de la clasificación. Ya que, pese a los malos resultados, el buen inicio en Liga del Real Zaragoza y lo apretado de la clasificación hacia que una victoria nuevamente lo encarrilase a los puestos altos de la misma.
Tras un buen primer tiempo el Real Zaragoza dejó al descanso el partido prácticamente sentenciado con un 2-0 en lo que parecía un buen pronóstico del mismo. Ya en la segunda parte el Real Oviedo rápidamente acortó distancias haciendo el 2-1. Justo después el Real Zaragoza tuvo la oportunidad de volver a dejar prácticamente sentenciado al pitarse un penalti a favor del cuadro blanquillo que Keidi Bare se encargó de desperdiciar en un lamentable y pésimo lanzamiento del penalti. A partir de ahí el Real Oviedo fue comiendo terreno a un Real Zaragoza que se veía incapaz de todo empatando en el minuto 6-5 y finalizando la remontada haciendo el 2-3 (recuerdo que el partido llegó al descanso con 2-0) en el tiempo de descuento.
La derrota se cobró la primera víctima. A menos de 24 horas después de la finalización del partido un Víctor Fernández acabado presentaba su dimisión. Víctor había comenzado a mostrar señales de agotamiento tomando decisiones creo que difíciles de entender (tales como sentar en el banquillo a un Poussin que estaba haciendo un buen trabajo y apostar por un Enrique Clemente que no está capacitado para jugar en este equipo) y, en un plazo no superior a 2 meses, el equipo se le había venido abajo pasando de ser un equipo claramente candidato al ascenso a ser un equipo perdido que vaga con un rumbo inadecuado por la Liga Hypermotion.
Víctor aguantó en el cargo por ser, por méritos propios, una leyenda de este club. De haber sido otro entrenador desde varias partes del zaragocismo se hubiese pedido su cese desde hace mucho tiempo. Pero, su nombre, evitó todo eso. Ahora, sin él, comienza un nuevo (e incierto) destino para el Real Zaragoza.
En absoluto considero a Víctor culpable de la situación del equipo. Creo que hay muchos factores pese a que él tiene su parte de culpa. Pero creo que el principal problema radica en la calidad y en el compromiso de una plantilla con muchos miembros cuyo trabajo esta dejando mucho que desear lo cual obliga a la dirección deportiva a hacer una reestructuración profunda de la misma. Porque, o eso llega, o las opciones de intentar ascender serán inexistentes de aquí a muy poco tiempo.
Por lo pronto el Real Zaragoza está en búsqueda de entrenador. Venga quien venga (ya que la prensa baraja varios nombres) tendrá mucho que hacer con un equipo totalmente perdido y con una plantilla que, como se dice coloquialmente, hay que meter en vereda. Necesario sería también que viniese lo antes posible para aprovechar el parón navideño para ponerse a hacer todo el trabajo que tiene por hacer de cara a que el equipo llegue al día 12 de Enero en las mejores condiciones posibles.
Otro asunto a tratar sería el, para mí, más que cuestionable trabajo de Juan Carlos Cordero quien llegó al Real Zaragoza con la distinción de ser uno de los mejores directores deportivos y que está haciendo un trabajo en su parcela que está dejando mucho que desear en base a la calidad de las plantillas que ha confeccionado tanto en esta temporada como en la pasada campaña.
Así pues, con David Navarro (segundo de Víctor Fernández) al frente del equipo (se supone que de forma temporal) el Real Zaragoza encara el último partido de un año 2024 tan malo como otros tantos años que lleva el Real Zaragoza en esta categoría. Después de este encuentro viene, tal y como decía, un parón invernal que se debe de aprovechar enormemente para dar un cambio radical a este equipo tanto en el aspecto organizativo como en el aspecto de incorporaciones y salidas.
En esta última jornada del año donde el Real Zaragoza se encuentra exactamente en mitad de todo al estar a la misma distancia (6 puntos) de los puestos de play off y de los puestos de descenso el conjunto aragonés visitará en La Romareda al Racing de Ferrol que se encuentra enclavado en la vigésima posición separándole 4 puntos de la salvación.
El Racing de Ferrol cogió algo de aire al vencer en El Molinón al Sporting de Gijón hace 2 jornadas para caer goleado en casa la pasada jornada ante el Almería en la segunda goleada consecutiva registrada en su estadio.
El exzaragocista Thiago Bebé puede presentarse como el jugador más a tener en cuenta del conjunto gallego si bien es cierto que en esta temporada aún no ha marcado en liga aunque sí está disponiendo de más minutos en estas últimas jornadas disputadas.
Los datos del Racing de Ferrol son bastante malos siendo un equipo que solo ha ganado 3 de los 20 partidos disputados hasta la fecha teniendo un registro goleador bastante pobre. Quizá la victoria de hace 2 jornadas haría pensar en una posible recuperación del equipo gallego. Veremos a ver.
Sea como sea el Real Zaragoza llega al último partido del año y de la segunda vuelta con mucho trabajo por hacer en vista del mal trabajo realizado hasta el momento. Una victoria supondría llegar a este tan necesario parón invernal con una cierta esperanza de mejora y con la moral algo más alta para, al menos temporalmente, olvidar durante esta Navidad todo este bochorno y toda esta vergüenza.