Real Zaragoza 3 – 2 Athletic Bilbao | Crónica

¡Feliz remontada… y mejor Navidad!

El Real Zaragoza remonta un 0-2 gracias a una buena segunda parte, un excelente Cani, un efectivo Ewerthon, un buen juego y un equipo, el Athlétic, formado por mansos leones, que se adelantaron gracias a los errores defensivos zaragocistas. Los goles de Lacruz y Etxeberría para los vascos y para el Zaragoza dos de Ewerthon y uno de Diego Milito.

Bajo cero estaban las gradas del municipal, entre el frio ambiental, porque a las 18:57 entraba el invierno, y el frio provocado por los dos goles del Athlétic. Pero, afortunadamente, las cosas cambiaron y calientes terminaron nuestras manos de aplaudir a un equipo que ha logrado remontar heróicamente y con técnica y garra esos dos goles en contra de los bilbaínos.

Víctor, una vez más, sorprendía a propios y extraños con la alineación ubicando a Zapater en el lateral izquierdo y a Chus Herrero, impresionante partido del zaragozano, en el lateral diestron y manteniendo la pareja Celades – Generelo en el centro del campo. Por su parte, el rubio de Barakaldo, montaba un entramado defensivo presionante, que no impresionante, en el que en ocasiones se defendía con 5 y no se atacaba con un delantero centro nato. Por cierto, esta táctica, en otros tiempos no tan lejanos se le conocía con el nombre de plantar el autobús.

Con estas premisas, arrancaba el partido, y el Zaragoza era incapaz de generar jugadas de peligro y de dar, en ocasiones, más de dos pases seguidos. La creación del Zaragoza estaba completamente atascada, Celades no era capaz de mover al equipo y el entramado defensivo de Javitxu Primero de Barakaldo estaba funcionando a la perfección. Además, las acometidas bilbainas se sucedían, siempre de la misma forma, robo en el centro del campo y rápidos contragolpes, galopadas hacia la portería de César Sánchez. Aunque este no era el único recurso ofensivo de los vascos, el «patadón y tentetieso» desde la defensa, y a ver si suena la flauta, se lo traga la defensa blanquilla y hacemos el gol, también fue muy empleado por los rojiblancos. Aunque el gol no llegó de ninguna de las dos formas.

El primer gol de la tarde-noche en la Romareda venía, como no, a balón parado. El conjunto vasco, a sabiendas de la debilidad en el juego aéreo de los zaragocistas, y sabiendo que el bueno de Zapater estaba más perdido en el lateral izquierdo que un mono en un garaje, iba a intentar sacar petróleo de una falta pitada en el 22 al borde del área. Fran Yeste bota la falta al segundo palo donde «Mari» Lacruz, escoltado por Zapater, cabecea a las mallas haciendo el primero para los bilbaínos. Una vez, más un gol a balón parado que no se defiende bien, una vez más un error defensivo, y no sería el último en este partido.

El Zaragoza lo sigue intentando, principalmente por banda diestra y con Cani como protagonista, pero era prácticamente imposible abrir la lata del Athlétic. Casi sin oportunidades de gol zaragocistas, el equipo blanquillo se marchaba al descanso con el runrun en la grada y la sensación generalizada entre el respetable, de que lo mejor del partido iba a ser el bocadillo. Eso sí, no podemos pasar de largo, el juego marrullero y sobre todo la jugada que prácticamente cerraba la primera mitad donde Expósito agredía a Cani tras un empujón de éste en la pugna por un balón. El árbitro decretaba amarilla para los dos protagonistas, cuando el defensa rojiblanco debería haber sido amonestado con una roja como la catedral de San Mamés.

¡Qué bueno es Cani!

Si mal terminaba la primera parte peor comenzaba la segunda. Sólo tres minutos después de la reaunudación, Generelo comete falta sobre Gurpegui «el indultado», el Athlétic saca rápido, el esférico le llega a Yeste, y éste le mete un balón a Etxebe que no perdona y fusila dentro del área a César. Si frio hacía, más hacía todavía tras este gol.

Pero el Zaragoza, que había salido mejor plantado en esta segunda parte, no se amilanó por el resultado y se fue arriba. Tanto fue así que en la primera internada en el área, tras el gol de Etxeberría, Diego Milito es agarrado y derribado, y el árbitro de la contienda, a instancias del auxiliar, pita penalty. Primer penalty a favor que le pitan al Zaragoza desde octubre de 2004, ya era hora. Ewerthon que lo transforma, recorta distancias y abre el camino a la remontada.

Si hasta entonces no le habían terminado de salir bien las cosas, la figura de Cani comenzó a emerger desde la banda diestra. Llevaba peligro en todas sus galopadas, en todas sus internadas, y en una de ellas llegó el segundo. Roba en el centro del campo y tras marcharse en contragolpe el niño, que ya ha crecido, saca un medido centro que le cae a Ewerthon y este introduce el balón en las mallas de Aranzubía. Gran jugada de Cani, y mejor definición de Ewerthon.

El Zaragoza se lo cree, comienza a ver que los leones no son tan fieros como los pintan y después del empate, animado por la grada, guiado por un gran Cani, auténtico motor del equipo, y la vorágine positiva, va a intentar buscar la victoria. Pero faltaba un elemento para terminar de construir la maquinaria de la remontada. Un elemento calvo que era coreado por la grada y que incompresiblemente no había saltado como titular, Movilla. El mediocentro madrileño salía al campo y dotaba al Zaragoza de una profundidad hasta entonces no conocida en el partido. Se sucedían los contragolpes aragoneses, los centros al área desde la derecha de la botas de Cani, los remates sobre la portería de Aranzubía, … En una de esas internadas por la banda derecha, Cani volvía a centrar y en este caso Diego Milito esperaba para rematar, superando la salida de Aranzubía y marcaba el gol de la remontada. Alegría en el equipo, alegría en las gradas y sobre todo tranquilidad en el club, y eso que, a escasos segundos para el final del partido, el arbitro decretó una falta en la frontal del área que despertó los fantasmas de Montjuïc del domingo. En este caso se defendió bien dicha falta y se quedó la victoria en la Romareda.

Meritoria victoria, no por el buen juego exibido, no por el espectáculo de ver 5 goles en la Romareda, no por la décima plaza que ocupa el equipo, sino por la remontada a un equipo de Clemente, que hace todavía más meritoria, si cabe, dicha remontada. Se cierra pues el año y se hace con victoria, con remontada y con un muy buen segundo tiempo, en definitiva, con un buen sabor de boca. ¿Existe, futbolísticamente hablando, mejor forma de acabar el año? Creo que no. Así pues, Feliz Navidad y próspero 2006 para toda la familia zaragocista.

Ficha Técnica

Real Zaragoza:
César; Chus Herrero, Alvaro, Gabriel Milito, Zapater; Cani, Celades (Capi, min.83), Generelo (Movilla, min.71), Savio (Oscar, min.75); Ewerthon y Diego Milito.

Athletic:
Aranzubía; Expósito, Lacruz, Luis Prieto (Murillo, min.29), Casas; Orbáiz, Gurpegi; Iraola (Urzáiz, min.80), Yeste, Dañobeitia (Llorente, min.54); y Etxeberría.

Goles:
0-1. min.22. Lacruz; 0-2. min.47. Etxeberría; 1-2. min.48. Ewerthon (penalti); 2-2. min.58. Ewerthon; 3-2. min.76. Diego Milito.

Árbitro:
Ramírez Domínguez, del C.T. Andaluz. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Cani y Gabriel Milito y a los visitantes Expósito, Lacruz y Gurpegi.

Incidencias:
partido correspondiente a la decimoséptima jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 27.000 espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 2. No pudo hacer nada en los goles y por lo demás estuvo seguro, atento y listo, muy listo.
Chus Herrero: 3. Sensacional partido del canterano. No se complicó la vida. Estuvo seguro y jugó con inteligencia en una posición que no es la habitual.
Álvaro: 2. Bastante culpa tuvo en el segundo gol del Athlétic. Pero por lo demás estuvo seguro y sacó el balón en alguna ocasión con criterio.
Milito: 3. Tuvo su parte alícuota de culpa en el segundo gol bilbaino aunque se multiplicó en labores de defensa cubriendo su zona y la de un desubicado Alberto Zapater.
Zapater: 1. Fue de menos a más. Estuvo desubicado la práctica totalidad del encuentro. No es su puesto y el equipo lo notó. Además fue el directo responsable del primer gol de los de Clemente. Aunque en su defensa hay que destacar que hizo lo que pudo.
Celades: 2. Fue también de menos a más. En la primera parte fue incapaz de dar profundidad al equipo y de salir de la maraña formada por Clemente. Jugó mejor con Movilla al lado.
Generelo: 2. En tareas de contención no estuvo mal aunque estuvo más apagado que en otras ocasiones. Estuvo opaco en la creación y el equipo lo notó y no poco.
Cani: 4. Inconmensurable. El canterano está en un momento de forma espectacular y el equipo lo nota. Es el auténtico motor del equipo y desde hoy es el mejor asistente de gol de la liga española. Por algo será. Por cierto, ¿dónde están ahora los que le silbaban?
Savio: 2. Estuvo mejor que en otras ocasiones, pero sigue sin ser Savio. Se enfadó cuando lo cambió Víctor.
Ewerthon: 3. Marcó dos goles, uno de ellos de penalty, y realizó un partido interesante. Sigue en racha goleadora y se coloca como pichichi zaragocista.
Diego Milito: 3. Estuvo negado con el gol, fallando ocasiones claras pero al final le llegó la recompensa al trabajo y esfuerzo. Metió su golito y sigue ampliando su cuenta goleadora.
Movilla: 3. En los minutos que estuvo sobre el césped se ganó al público y le dio una profundidad al equipo que no había tenido hasta entonces. Debe ser titular y Víctor no lo sabe, o no lo quiere saber.
Óscar: SC. Un día más pasó desapercibido, fruto principalmente de su ubicación dentro del campo: la banda izquierda. No obstante realizó alguna jugada de mérito en los minutos en los que jugó.
Capi: SC. Se colocó como tercer central para evitar los últimos coletazos del Athlétic. Cumplió con su labor. Sin más.

por Jose Carlos Franco (Joca)

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