Los primeros “teams” y algún “sportman”

Los lectores de esta tan zaragozista como necesaria página web, de manera especial los seguidores de esta histórica sección en la que a modo de coleccionable intento informarles de los orígenes y el desarrollo de este deporte espectáculo en Zaragoza, recordarán que en el anterior capítulo dejamos a sus innovadores practicantes rompiendo a patada limpia futbolística sus borceguíes, posiblemente adquiridos de cuero cromado a 27 pesetas en los grandes almacenes El Águila de la céntrica y peatonal calle de Alfonso I de Aragón “El Batallador”.

El objeto de su entretenimiento no era otro que, luciendo un pantalón mucho más atrevido en escasez de tela, que la ropa interior usada habitualmente, los “marianos” con cobertura hasta los tobillos, perseguir un pelotón con la deportiva intención de introducirlo por la portería de sus oponentes, espacio levemente marcado por dos montones de ropa “de paisano” en sus primeros match.

Tras los poco prometedores inicios, las Sociedades Deportivas se convirtieron en la base, más o menos sólida y provisional, sobre la que se construyó en nuestra ciudad el edificio futbolístico. Se hicieron comunes en las conversaciones de los corrillos populares nombres como Iberia, Patria, Universitaria, España, Gimnástica, Athletic, Stadium, Fuenclara, Agrupación, El Águila, Español, Juventud, Arrabal, Gure-Txoko, Pilar F. C. y un indefinido Zaragoza, y los rincones donde su producía su práctica, desde Torrero al Arrabal, de Puerta Sancho a la Torre de Bruil, creando una profusión de equipos que incluirá algunos de Huesca, Teruel y Calatayud.
Se produce un importante cambio en las relaciones sociales en el que se fueron mitigando las voces de los calificaban de seres raros a “sportmans”como el calandino Miguel Sancho Izquierdo, joven socio de la Gimnástica por aquel entonces y que con el tiempo, llegaría a ser un eminente ensayista y filósofo del Derecho Español, catedrático de Derecho Natural desde 1920 hasta 1960, gestor de un gran desarrollo para el Campus anexo a la Plaza de San Francisco de la Ciudad Universitaria entre 1941 y 1954 mientras rigió como Rector de la Universidad de Zaragoza, y director del Noticiero, diario al que estuvo vinculado hasta su cierre en 1976.

También fue capaz de hacer oír la voz de Aragón en Madrid como diputado por Teruel de la Ceda, gran partido de masas de la derecha española presidido por Gil Robles, en las democráticas Cortes Españolas surgidas del sufragio universal, voto femenino incluido, que el 19 de noviembre de 1933 dieron un giro conservador al Gobierno de la Segunda República Española. Tras el Golpe de Estado de 1936 que desangró el país, tres años de cruenta Guerra, larga dictadura de Franco, fue concejal del Ayuntamiento de Zaragoza y Procurador en Cortes Orgánicas durante sus cuatro primeras legislaturas transmitiendo su pensamiento liberal, humanista y aragonesista.

El nombre y el prestigio de este protodeportista, buen hombre de ley aragonés rompieron las barreras de la autarquía y traspasaron fronteras, como defensor a ultranza del Esperanto, lengua universal, pacifista, humanitaria y cosmopolita, y sobre todo al ser investido doctor “honoris causa” por las universidades de Burdeos y de Toulouse, así como por la de Navarra en la que siguió impartiendo Leyes hasta poco antes de su triste deceso a la longeva edad de 98 años. ¡Aupa pues la Gimnástica! Continuará …

Ánchel Cortés.
Productor y Académico de Televisión
Abonado del Real Zaragoza nº 1.728.