-En la infancia tenía simpatías por el Bilbao, que era el equipo de mi padre. Después se enfrió mi afición y al afincarme en Zaragoza, en 1983, empecé a hacer amigos zaragocistas, a seguir al equipo y a enfadarme cuando perdía, síntoma inequívoco de que, casi sin darme cuenta, me había hecho zaragocista. También he de reconocer que cuando era adolescente me encantaba el Zaragoza de los “Zaraguayos”. Probablemente empecé a engancharme con Diarte y Arrúa.

2.- ¿Cuándo vió su primer partido del Real Zaragoza?

Los primeros partidos del Zaragoza que recuerdo son por la tele, en los años 70; a La Romareda no fui hasta mediados de los años 80 y me parece que fue en un partido contra el Oviedo.

3.- ¿Cuáles son su mejor y peor recuerdo del Real Zaragoza?

-El mejor recuerdo es ver las calles de Zaragoza llenas de gente tras el gol de Nayim; el peor, ver a la hija de un amigo llorando tras el último descenso.

4.- ¿Cuál es o ha sido su ídolo zaragocista?

Me quedaría con todo el equipo de la Recopa, aunque tengo que confesar que siempre sentí una especial debilidad por el carácter de Poyet.

5.- ¿Ascenderá el Real Zaragoza?

Creo que sí, que ascenderá. La verdad es que cuando el Zaragoza está en Segunda, ni me fijo en los resultados de la Primera División.