El mejor regreso | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 0 Tenerife
Hace unos días pude ver en Biography Channel, una entrevista a Mickey Rourke. En ella se mostraba muy sincero, nos contaba el descenso a los infiernos de su vida, tanto profesional como personal, durante 15 años, en los que se convirtió en boxeador frustrado, actor de serie B y en marido fracasado. La muerte de su hermano le hizo sentir que estaba malgastando su vida, cuando otros que sí querían vivirla la perdían y decidió cambiar de rumbo. Así llegaron los papeles estelares en “Sin City” y en “El Luchador”, que le han servido para regresar a la primera línea del cine de Hollywood, aunque con un aspecto muy distinto al del varonil galán de los 80, ya que las operaciones faciales le han dejado un rostro horrible. El Real Zaragoza regresa de su infierno en segunda división e intenta abandonar los fantasmas de un terrible pasado en busca de un futuro mejor.
El partido del sábado noche era el retorno a la primera división, pero con un cierto sabor a segunda, dos equipos recién ascendidos probándose en la elite del fútbol mundial. El Tenerife, sin apenas cambios en su plantilla, demostró que sigue siendo el equipo trabajado de la temporada pasada, con jugadores interesantes como el bullidor Nino, Alfaro o el central Ezequiel Luna. El Real Zaragoza se presentó con 6 cambios en la alineación titular con respecto a la del ascenso y la incertidumbre sobre el funcionamiento del equipo era total. El partido comenzó vibrante, con Pennant abriendo su banda en canal y Gabi mandando en el mediocentro, pero la poca ayuda que recibió éste de Aguilar y los desajustes defensivos ya previstos, hicieron que progresivamente el Tenerife fuese encontrando espacios en la retaguardia blanquilla y desperdició tres oportunidades clarísimas para adelantarse en el marcador.
En la continuación el juego siguió con la misma tónica: el Tenerife amenazante y el Real Zaragoza perdiendo gas, hasta que Marcelino decidió mover ficha y sacó a Ander Herrera al césped, modificó la posición de Ponzio y a partir de entonces sólo existió el Real Zaragoza. El gol de Arizmendi, tras una obra de arte de Ander, fue el justo premio a la insistencia zaragocista en lograr el triunfo. El Tenerife fue un buen rival, que si hubiese estado acertado en la primera parte quizás estaríamos comentando otro resultado, pero quedémonos con el “quizás” y con la realidad, la primera victoria del Real Zaragoza en su regreso a Primera.
Los ánimos han estado muy crispados este verano en el zaragocismo. Determinadas decisiones de la directiva y de Marcelino no han sido precisamente beneficiosas para la existencia de un buen clima, pero por suerte para ellos, y porqué no, para el zaragocismo y los zaragocistas, es tanta la ilusión que se tiene por este nuevo Real Zaragoza que ya se han olvidado posibles errores, injusticias y tropelías.
En ocasiones se tienen sueños en vez de pesadillas nocturnas y tras el partido y plácidamente dormido, me vino a la cabeza una repetición de primera temporada tras ascenso en la que el Real Zaragoza ganaba la Copa del Rey y eso sí, conseguía una clasificación decente y sin problemas con el descenso. Era un sueño y por eso me fui luego a beber agua en vez de a saltar por la Plaza de España pero… ¿quién sabe si ese sueño se hará por segunda vez realidad?.
Por Jeremy North
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