Caen 3 – 2 Real Zaragoza | Temporada 1992-93
El Real Zaragoza se clasificaba para la copa de la UEFA de la temporada 92-93 disputando la primera eliminatoria contra el conjunto francés S.M. Caen. Parecía un rival fácil, debutante en competición europea, el conjunto de esta localidad cercana a las playas del histórico desembarco de Normandía. El encuentro se disputó un 15 de septiembre de 1992. En el estadio Venoix y bajo las ordenes del colegiado suizo Rhothlisberger formaron las siguientes alineaciones:
S.M. Caen: Montanier; Dangbeto (Roussi 76’), Avenet, Point, Fournier, Lebourgeois (Germain 27’), Cauet, Gorter, Calderón, Paille y Gravelaine. Entrenador: Daniel Jeandupeux.
Real Zaragoza: Cedrún; Solana (Sergi 54’), Juliá, Aguado, Brehme; Gay, Franco, Gª. Sanjuán, Mateut; Pardeza © y Peña (Moisés 76’). Entrenador Victor Fernández.
El equipo francés sorprendió a todos con un juego rápido, ágil y efectivo. En la primera mitad los hombres de Víctor Fernández se vieron superados en todo momento por los jugadores locales. El Caen dejó la iniciativa a los aragoneses y se aproximó en veloces contragolpes al área del Zaragoza. El primer tanto llegaría en una jugada personal de Paille (m. 6), que superó de tiro raso al meta blanquillo. El segundo fue conseguido por Gravelaine (m. 17), al recoger un balón en el área y cruzarlo a la izquierda de Cedrún. Los aragoneses reaccionaron ante este marcador adverso y Brehme puso a prueba a Montanier con un disparo lejano (m. 26). El tanto ‘maño’ llegó por mediación de García Sanjuán, al aprovechar un milimétrico pase al hueco de Darío Franco. Cuando parecía que el Zaragoza podía enderezar un partido que se le había puesto cuesta arriba, Paule volvió a perforar la meta de Cedrún (m. 36), en esta ocasión gracias a un error en el despeje de Andreas Brehme. Nada más empezar la segunda parte, los franceses tuvieron dos grandes ocasiones, una de Calderón (m. 47), que se tiró ‘a la piscina en el área, y otra del hábil Gravelaine, que elevó el balón por encima del larguero cuando tenía toda la portería para él. La jugada clave llegaría en un pase largo a Franco, el meta francés rechazó como pudo el balón ante la acción de Moises, y Pardeza, muy atento, consiguió enviarlo al fondo de las mallas ante la desesperación de los jugadores normandos. A partir de aquí, los hombres de Víctor Fernández jugaron más tranquilos, conformes con un resultado esperanzador
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