Real Zaragoza 1 – 0 CD Lugo | Crónica

Real Zaragoza 1 – 0 CD Lugo | Crónica

Es duro oficio soñar

La Basílica, nuestra vieja Romareda, le dio ayer la última vuelta a la llave con la que cerró una mediocre y gris temporada. Medio vacía, con miles huecos en la grada, el estadio zaragozano que espera con ilusión y escepticismo una reconstrucción que la convierta en un estadio moderno y acorde a la categoría de Zaragoza y el Zaragoza fue el escenario en el que se lograron dos victorias. La primera, el 1-0 sobre el aguerrido Lugo, que vino a las orillas del Ebro a jugarse la vida que ya no le quedaba, a juzgar por su fogosidad; la segunda, la más importante, el regreso a la vida deportiva de Dani Lasure, recuperado de su enfermedad y que fue recibido por los suyos con una emotiva ovación. Por lo demás, calma y hasta cierta indiferencia.

Se obtuvo el éxito y no es asunto menor, pues la afición se merecía un final por lo menos dulce. No había nada en juego pero era necesario acabar bien para poder afrontar el futuro con la energía positiva que nos ha faltado tantas veces en los últimos años. Y eso se logró gracias, una vez más, al buen trabajo de algunos jugadores, algunos de ellos nuestros desde la cuna. Y porque se supo mantener el tipo después de una primera parte en la que los gallegos dominaron el lance y pudieron voltear la ilusión de los apenas 8000 zaragocistas que acompañaron al equipo.

Veníamos de disfrutar un partidazo de los de antes, el que jugó el equipo de Jim en Oviedo, pero lo de ayer no fue la continuación de aquello. Más se pareció a una pintura negra de Goya, seguramente por el deseo de acompañar las primeras Fiestas Goyescas que ayer comenzaron en nuestra ciudad. Dos especialistas en empatar, con un registro cada uno de veinte igualadas, no podían ofrecernos otra cosa que un paquete de acciones desgastadas y faltas de energía.

La primera parte fue del Lugo. Ya en el minuto 5 Cristian tuvo que hacer de Cristian después de un error de Lluís López y salvar un gol que en otras botas habría sido tal. Después, Iriome, Chris Ramos por dos veces y Moyano pudieron sentenciar, pero el Lugo también es un equipo repleto de jugadores que no alcanzan y esa fue nuestra suerte. Mientras, el Zaragoza solo inquietó dos veces al ex zaragocista Whalley, pero en ambas ocasiones sin alma.  Una por medio de Bermejo, con un chut lejano que se perdió y la otra con una buena volea del estéril Merino que se fue fuera por poco. Habría sido un gran gol, pero solo eso: habría sido.

En el descanso Jim modificó al equipo: dejó precisamente a Merino y a Eugeni en la caseta y puso en el verde a Azón y a Vada. Lo de Merino se puede calificar ya como de absoluto fracaso; lo de Eugeni, preocupa. Su estado de ánimo es muy preocupante. Pude fijarme en su actitud tras un error en un centro y vi cómo deambulaba por el césped quejándose del fallo durante varios minutos e incluso pidiendo perdón insistentemente a sus compañeros. Muy significativo. En cualquier caso, el equipo mejoró. Y esa mejoría se tradujo en seguida cuando Bermejo recogió un balón, lo condujo marca de la casa y lanzó un disparo eléctrico que Whalley tocó con la punta de los dedos y acabó estrellándose en el larguero.

El partido había cambiado de mando y de bando. El Lugo se encogió y mucho más cuando en el minuto 58 Xavi Torres le hizo una terrorífica entrada a Gámez que acabó siendo tarjeta roja, VAR mediante. Rubén Albes, el técnico lucense, se armó, metió tres jugadores defensivos y esperó llegar al final con el vigesimoprimer empate en su casillero. Y al poco pudimos vivir uno de los pocos momentos mágicos que guardaremos en nuestra memoria de esta temporada. Jim le dio a Lasure la oportunidad de regresar al fútbol y lo hizo con una delicadeza que honra al alicantino, detallista como pocos: era el minuto 64 y propició que la Romareda se pusiera en pie para recibir al zaragozano con una ovación que será histórica. Miles de aplausos, cada uno con el sello del abrazo del león.

El Zaragoza gobernaba el partido y acosaba cada vez con mayor intensidad e intención al Lugo, claramente rendido al empuje aragonés como lo muestra un chut de Petrovic que salió rechazado. O como se pudo comprobar poco después con una magnífica jugada que tuvo a tres protagonistas y acabó con un gol que satisfizo al personal: un balón rechazado en el centro del campo por la defensa gallega lo recogió Francés. Vio que Azón tenía todo el valle del Ebro abierto y le lanzó un pase de treinta metros que el joven delantero acogió, protegió y gestionó con potencia, ingenio y habilidad. Se llevó a tres defensas con él mientras veía a Vada acercarse veloz al punto de penalty y su pase lo aprovechó el argentino con un chut raso y seco para lograr el 1-0. Bonita jugada; mejor premio.

Desde ahí y hasta el final el partido se durmió. El Zaragoza, consciente de su superioridad, se acostó en su campo pero no fue una buena idea. El Lugo metió en el campo a Antonetti, puertorriqueño de buenas maneras que estuvo a punto de lograr el empate que solo evitó el larguero. Y poco después Cuéllar estuvo a punto también de batir a Cristian, pero su gesto acabó fuera por centímetros.

Para equilibrar el casi descalabro que habría sido empatar en la última noche en casa, Lasure invitó a su amigo Whalley a lucirse con una buena parada a disparo suyo, lo que calmó a la inquieta afición zaragocista que no habría recibido nada bien un empate con el que acabar esta grisácea temporada que a todos nos duele en el alma. Ahora ya se puede decir que se cierra una época y nace una nueva. El zaragocismo espera con ilusión que el horizonte se ensanche y el futuro sea más amable que lo ha sido un pasado que tanto nos duele, que tantas heridas nos ha regalado.  Ahora ya podemos decir: buenas noches, amada Romareda. Mañana volverá a salir el sol azul que nos espera.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Francés (Francho, 88), Lluís López, Chavarría (Lasure, 64); Petrovic, Eugeni (Vada, 46), Grau; Bermejo (Puche, 81), Sabin Merino (Azón, 46); y Álvaro Giménez.

CD Lugo:
Whalley; Campabadal (Ricard, 61), Alberto, Alende (Antonetti, 81), Lebedenko; Xavi Torres, Clavería, Señé (Juanpe, 77); Iriome (Cuéllar, 61), Moyano (Pita, 61); y Chris Ramos.

Goles:
1-0, min. 74: Vada.

Árbitro:
Moreno Aragón (Comité Madrileño). Expulsó a Xavi Torres (59) por juego violento, avisado por el VAR. Amonestó a Cristian Álvarez (17), Chavarria (41), Moyano (50) y Alberto (94).

Incidencias:
Partido de la Jornada 41 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en La Romareda, con 8.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian Álvarez: 4. Realizó dos paradas de las que suman puntos.
Gámez: 4. Siguió en su línea de trabajo y empeño.
Lluís López: 2. Jugó un partido mediocre e irregular.
Francés: 4. Muy acertado en el corte y magnífico en acciones de prolongación.
Chavarría: 4. En su línea: veloz y atento a todo.
Petrovic: 2. Su juego no encaja con lo que el equipo necesita.
Jaume: 4. De nuevo fue el guía, aunque le sobró Petrovic.
Eugeni: 1. Desconectado y desanimado.
Bermejo: 3. En fase de crecimiento, agitó entre líneas y casi marca.
Sabin Merino: 1. Desesperado y desesperante.
Álvaro: 1. Claramente lejos del equipo.
Vada: 3. Lo mejor, su gol.
Azón: 4. ¿Qué decir? Cuando está, el fútbol lo acoge. Gran jugada de gol.
Lasure: 3. La alegría de la noche. Cumplió en defensa y casi golea.
Puche: 2. Luchó y desequilibró.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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