UD Ibiza 2 – 2 Real Zaragoza | Crónica

UD Ibiza 2 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Sin ganas de ganar

Un intenso aunque breve viento barrió ayer la pequeña isla ibicenca. Duró menos de una hora pero fue suficiente para acorralar a un grupo de dinámicos muchachos que habían vivido las últimas semanas un jugoso festín de goles y victorias bajo el mando de su entrenador, Paco Jémez. El cordobés nacido en Las Palmas es un técnico capaz de lograr victorias excesivas y cosechar derrotas amplias y este equipo que ayer se enfrentó al Real Zaragoza demostró ayer que es digno reflejo de su comandante.

En un partido que pudo caer de cualquiera de los dos lados, como una moneda al aire, el equipo aragonés fue capaz de lo mejor y de algo más que lo peor. Fue capaz, digo, de avergonzar a un Ibiza osado con una primera mitad primorosa, jugosa, en la que manejó los tiempos, los gestos y el resultado con una autoridad impropia de un equipo que roza el descenso. Después, tras el descanso, nos recordó quiénes son en realidad y se acobardaron hasta llegar al oprobio de un empate roñoso. Poco, muy poco para lo que necesita, que es mucho más que el paupérrimo botín con que regresaron al valle del Ebro.

Durante esos primeros 45 minutos los de Jim jugaron bien. Controlaron el juego con autoridad, generaron caminos fluidos y gestaron un gobierno cerrado en defensa ante un equipo que había logrado trece goles, ¡trece!, en tres partidos. Sería justo hablar muy bien de Petrovic y Francho, verdaderos capitanes de la nave, pero habría que fijar la vista en otros jugadores que remaron con ingenio y ritmo para generar, al fin hasta seis ocasiones de gol de las que llegaron a convertir dos. Y la buena noticia es que estas acciones tuvieron varios protagonistas, como Narváez o Azón, ambos muy activos y presentes en el frente de batalla.

Pero quien rompería la barrera isleña sería Francho. Bien es verdad que su amigo fue el colombiano, que robó un balón y se lo regaló con presteza, pero el remate del aragonés fue un buen gesto que hacía mucho tiempo que no nos regalaban nuestros chicos: nada más y nada menos que cinco partidos. Y lo mejor de todo es que el equipo se lo creyó. El tanto fue un ramalazo de autoestima que aprovecharon atosigando con inteligencia y sensatez, al equipo local, claramente desarmado por el juego del Zaragoza. Así, Azón dispuso de una clara oportunidad que desaprovechó torpemente tras buen chut de Narváez. Fue un error del calibre del de Zorrilla en la segunda jornada. Afortunadamente Petrovic logró batir a Domínguez poco después tras un saque de corner, lo que suponía pintar un 0-2 en el marcador. Una foto muy cara de ver en los últimos tiempos, una imagen insólita pero muy grata.

El partido estaba de cara y aún pudo ponerse mejor si el desastroso colegiado, por apellidos Ais Reig, hubiera cumplido con su deber y hubiera expulsado a Juan Ibiza tras una estruendosa entrada a Bermejo. Esa verdad que se ha instalado en el mundo de fútbol que habla de un deporte “de contacto” está siendo muy mal interpretada por muchos jueces deportivos, lo que conlleva que una agresión hoy se catalogue como un lance del juego.

En el descanso ambos entrenadores movieron sus piezas. El Zaragoza forzado por la lesión de Bermejo, víctima de la violencia ibicenca, introdujo a Vada, y el Ibiza buscó más fuego en la delantera con la entrada de Davo y Álvaro. Con esos nuevos actores, la obra siguió con el mismo relato. El Zaragoza desaprovechó dos momentos de dulce para ampliar su ventaja, pero ni Azón ni, sobre todo, Borja lograron batir al portero balear. Era necesario ampliar la ventaja, pues el Ibiza de Paco Jémez es un torbellino que se lleva todo por delante, a veces para su bien, otras veces para su mal. Por eso era tan importante lograr un tercer gol.

En apariencia el partido era del Zaragoza pero vivimos en un ecosistema en el que el más pequeño de los regalos es suficiente para la quiebra técnica. Y eso le ocurrió al Zaragoza. Cuando menos se esperaba, un balón mal defendido cayó en las botas de Álvarez que lanzó un disparo seco, metálico que Cristian rechazó como pudo. El balón se durmió en el área pequeña y Castel, que pasaba por allí, lo envió al arco avispa. Y llegó el miedo.

No pasaron ni tres minutos. El propio delantero se encontró un regalo en forma de balón favorable proporcionado por Jair. El  portugués despejó muy mal de cabeza y el delantero madrileño se quedó con la bola y fusiló a Cristian. Qué lamentable episodio y qué baratos se pagan los goles en contra del Zaragoza. Añadamos a estos desajustes en el campo las decisiones de Jim, claramente decidido a evitar la derrota. Para ello, puso en el campo a Álvaro por un castigado Azón y a Ángel López en lugar de Borja, que había entrado en una dinámica de errores no forzados.

El Ibiza mostraba una voluntad muy evidente de luchar por la victoria, mientras que el equipo del Ebro se instalaba en un escenario de inanición. Todo lo que habíamos disfrutado en la primera parte lo sufrimos en el último tramo del partido. El Ibiza, volcado; el Zaragoza, arrugado, escondido en su impericia. La única esperanza era un balón parado en forma de córner o falta, no había otro horizonte. Y a él se asomó el equipo de Jim, al de una falta al borde del área en el minuto 90. Podía ser la oportunidad soñada, pero la ejecución de Narváez fue tan calamitosa que no merece ni ser relatada.

Empate al fin. El número catorce de un total de veinticinco. Son números de trsiteza colectiva y de temor al abismo. No hay ni un solo argumento para justificar que ayer se dejasen ir dos puntos cuando todos los vientos soplaban a favor. Y lo malo no es el resultado; ni siquiera la forma en que se produjo. Lo peor es la incertidumbre, no saber cómo va a afectar al grupo, débil en lo anímico y escaso en su propuesta futbolística. Por todo ello, ajustemos la carta de navegación para lograr que el viaje nos lleve a la orilla de la salvación, el único sueño posible.

Ficha técnica

UD Ibiza:
Domínguez; Cifuentes (Álvaro Jiménez, 46), Goldar, Juan Ibiza, Escobar; Molina, Diop (Javi Pérez, 82); Cristian Herrera, Guerrero (Appin, 72), Nono (Davo, 46); y Castel.

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Francés, Lluís López, Jair, Chavarría; Petrovic; Francho (Grau, 81), Bermejo (Vada, 46); Sainz (Ángel López, 67), Narváez (Zapater, 91); y Azón (Álvaro Giménez, 67).

Goles:
0-1, min. 14: Francho. 0-2, min. 23: Petrovic. 1-2, min. 61: Castel. 2-2, min. 64: Castel

Árbitro:
Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Azón (20), Cifuentes (23), Goldar (29), Juan Ibiza (39), Vada (70) y Diop (75).

Incidencias:
Partido de la Jornada 25 de LaLiga SmartBank 2021-22 disputado en el estadio de Can Misses ante 5.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Hizo bien su trabajo. En los goles nada pudo hacer.
Francés: 3. Con ser una posición que le cuesta, trabajó mucho y bien.
Lluís López: 2. Discreto y sin brillo. No suma en los momentos difíciles.
Jair: 2. Su error en el segundo gol, determinante. Por lo demás, serio.
Chavarría: 3. Buen partido hasta el tramo final. Rápido, firme y atento.
Petrovic: 4. Aunque al final se perdió, volvió a demostrar su valía.
Francho: 4. Comprometido y esforzado, estuvo muy presente. Acabó diluido.
Bermejo: 3. Partido interesante. Quiso jugar y jugó, hasta que lo lesionaron.
Narváez: 3. Volvió a parecerse a sí mismo. Comenzó muy bien y luego se fue.
Borja: 1. Algo le ocurrió. No se encontró cómodo y erró demasiado.
Azón: 3. Gran trabajador, le falta gol. Por lo demás, muy comprometido.
Vada: 1. No sumó. Parece desorientado y se desestabiliza muy fácilmente.
Álvaro: 1. Irrelevante. Su presencia no cambió el rumbo del partido.
Ángel López: 1. Insignificante. No se entendió su presencia.
Zapater: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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