Real Zaragoza 1 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Real Zaragoza 1 – 0 R Sporting Gijón | Crónica

Voy a buscarte, porvenir

Este caminante necesitaba echarse a andar para hacer camino. Necesitaba atisvar ese universo en el que habita el futuro y en cuyos senderos está encontrando las razones que le convierten en un poema creíble. Quizás así nos acerquemos a esa sensación que se nos murió en los brazos en agosto de 2020, aquella noche de negrura inmensa en que Nino nos rompió el alma y que ahora estamos empezando a recuperar. ¿Nos lo creemos? Sí, estamos empezando a considerar que existe la esperanza.

El Real Zaragoza jugó ayer un partido ejemplar. Quiere esto decir que podemos considerarlo un ejemplo a seguir, un modelo que despierte el interés de los amantes del fútbol. No diremos que es un monumento de rango superior, pero sí lo tendremos en la vitrina de los trabajos bien hechos. Que hoy, dicho sea con la prudencia de la jornada seis, es mucho.

En el campo contrario se ubicó el Sporting, equipo galán construido con el afán de pelarlo todo y por eso el juego blanquillo brilló con más intensidad aún, pues no era fácil afrontar el choque con la fluidez con que lo hicieron los chicos de Carcedo. Desde el minuto uno el balón lució los colores blanco y azul, pues su manera de rodar derramaba melodías aragonesas cuando los futbolistas del equipo aragonés supieron cómo moverlo, sabios y amigos a la vez.

Todo muy fluvial, transparente, aunque las grandes ideas bien ejecutadas se secaban en la acción final cuando no llegaba el gol, el oro líquido, sólido y gaseoso tan difícil de encontrar, tan imposible de extraer. Lo pudo comprobar en seguida Manu Molina quien, tras una acción osada y muy atractiva, envió un estruendoso relámpago en forma de chut que estalló en la cruceta de Mariño. Habría sido el gol de la jornada. Y es que al Zaragoza casi siempre le sobran o le faltan un par de centímetros para agujerear la trinchera enemiga.

No fue la única ocasión incompleta. Gámez y Giuliano también quisieron ser protagonistas, pero sus diálogos no obtuvieron réplica en forma de gol. El primero porque el portero asturiano rechazó su disparo y el segundo porque la portería no recibió el abrazo del balón. El Sporting también apuntó maneras, pero sus delanteros demostraron estar en situación de desconfianza con ellos mismos. Ni Gragera ni Djurjevic acertaron a perturbar la calma de Cristian, algo que sí intentó con mejor intención Bermejo con sendos chuts que el portero y la defensa asturiana deshicieron con cierta dificultad.

El partido vivía en sí mismo y habría sido una noche mucho más atractiva si el árbitro, Oliver de la Fuente Ramos, no hubiera deteriorado el lienzo con sus brochazos torpes. Gabi Fuentes sufrió una entrada muy fea de Insúa que pasó por alto con insultante displicencia y Giuliano recibió una patada en la cara digna de roja directa que ni siquiera contempló como falta. No es lamento, es denuncia.

Después del descanso el partido revivió gestos heredados de la primera parte. La energía acumulada después de las injusticias sufridas fueron electricidad suficiente para activar la máquina zaragocista. Así, en el minuto 50 el Zaragoza cosió una muy apreciable jugada que dio con el balón en los pies de Mollejo. El toledano abrió una estruendosa brecha, se plantó ante Mariño y lo derrotó con un remate enjuto que dio con el balón en la llanura de la portería asturiana. El gol, no obstante, tardó en concederse pues el VAR se dio unos minutos para dilucidar si había o no fuera de juego. Estudió la jugada y su dictmen propició que la Basílica celebrase la legalidad del tanto, derramando la alegría contenida.

El Sporting se desperezó. El partido entró en Territorio Desorden y las acciones ofensivas se sucedieron, traspasando alternativamente las fronteras  de ambos equipos sin pudor, enseñando sus costuras si era preciso, pero pensando más en golear que en dormir al contrario. El Sporting gozó de un par de ocasiones, con Djurjevic y Fuentes en propia puerta como actores estelares, pero también el Zaragoza pudo cerrar el partido si Mollejo hubiera acertado a culminar un magnífico contraataque muy bien gobernado por Vada.

Poco a poco el campo se iba tiñendo de rojo y blanco, lo que invitó a Carcedo a mover el equipo después de hacerlo Abelardo. Y lo hizo a lo grande, regenerando al completo la segunda línea: Larra, Francho y Puche por Bermejo, Vada y Mollejo. Una decisión muy ilustrativa, pues pudimos testar la validez del banquillo aragonés. Los tres recambios ejecutaron perfectamente el plan, que consistía en refrescar y consolidar la idea inicial y su contribución no solo logró sujetar los embates asturianos sino que amplió el repertorio ofensivo, con una acción de gran nivel de Larra.

Pasaremos por alto la infantil por injusta expulsión de Sebastián Corona, el segundo de Carcedo, para acabar la lectura de esta crónica que pretende convertirse en el prólogo de un relato prolongado que nos lleve a aquel ecosistema que saboreamos hace dos años y que asoma por la esquina de la ilusión.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Lluís López, Jair, Fuentes; Grau, Molina (Petrovic, 89); Bermejo (Puche, 76), Vada (Larrazabal, 76), Mollejo (Francho, 76); y Simeone (Azón, 82).

R Sporting Gijón
Mariño; Rosas, Izquierdoz, Insua (Bamba, 71), Diego Sánchez; Gragera, Zarfino (Cristo, 71); Otero, Pedro Díaz, Aitor García (Queipo, 65); y Djurdjevic (Milovanovic, 65).

Goles:
1-0, min. 50: Mollejo.

Árbitro:
De la Fuente Ramos (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a Insua (34), Pedro Díaz (68), Gámez (81), Rosas (95), Cristo (98) y Lluís López (98). Expulsó al segundo técnico zaragocista, Sebastián Corona (90) por protestar el aumento exagerado: 8 minutos.

Incidencias:
Partido de la Jornada 06 de LaLiga SmartBank 2022-23 disputado en La Romareda, con 22.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 3. Seguro y cierto. Es una de las almas del equipo.
Gámez: 2. Retomó su espíritu ofensivo aunque flaqueó en defensa.
Jair: 3. Muy bien por alto, mostró cierta inexactitud.
Lluís López: 3. Se consolidó como un central solvente.
Gabi Fuentes: 4. Es un lateral de altura. Ha nublado cualquier duda.
Jaume Grau: 4. Es el ancla de oro. Su aportación, esencial.
Manu Molina: 4. Encontró todos los caminos y los caminos lo encontraron a él.
Vada: 4. Dibujó con sabiduría el mapa del viaje.
Bermejo: 3. A falta de rematar sus acciones, dio el pase de gol. Mejorando.
Mollejo: 4. Agitó, distorsionó y construyó. Y goleó.
Giuliano: 4. Es la sensación. Lo da todo y contribuye con gestos valiosos.
Francho: 3. Estuvo a la altura. Aportó solidez.
Puche: 3. Luchó y regaló esfuerzo y cooperación.
Larra: 3. Muy activo y activado. Peligroso y vertical.
Petrovic: 3. Gestionó varias acciones con maestría.
Azón: 3. Fue recibido con alborozo. Estuvo poco pero ya fue él.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.