Real Zaragoza 1 – 2 FC Cartagena | Crónica

Real Zaragoza 1 – 2 FC Cartagena | Crónica

Equipo caos, equipo K.O.

El Zaragoza le ha dado una vuelta más a la soga que le aprieta el cuello desde hace un tiempo. El partido que le enfrentó el viernes al Cartagena podría haber sido una mala broma si no fuera porque en el minuto 10 el equipo murciano ya vencía 0-1. Y no era así porque el equipo visitante hubiera desplegado un juego brillante e inteligente, sino porque la actitud de los zaragocistas y su mala gestión técnica y táctica permitió que en apenas 10 minutos el partido estuviese ya casi imposible.

Velázquez había confiado en lo que él llama “estructura”, pero esta idea no le está dando resultado, pues ya es el tercer partido en el que tiene que cambiar el plan a mitad de choque porque no encuentra caminos ni senderos que transitar. Hoy sospechamos que la fórmula de los tres centrales está agotada y lo que es peor: los equipos ya saben cómo jugarnos y dónde hacernos daño. Resulta desolador ver cómo un equipo desplaza, que no mueve, sus piezas por el césped mientras los rivales encuentran brechas por las que entrar en nuestra fortaleza con una facilidad insultante. El Zaragoza es hoy un equipo débil. Más que débil, vulnerable, que no tiene ni ideas ni soluciones en ataque. Un equipo que ya no atemoriza y lo que es peor: un equipo al que se le ha perdido el respeto.

Cuando Badía recibió el primer gol la noche se hizo más noche y en seguida pudimos comprobar que el Zaragoza iba a ser incapaz de construir o de hacer valer sus argumentos frente al Cartagena. Es este un grupo de aguerridos y esforzados futbolistas que supieron defenderle con una comodidad insultante y, mirándole a los ojos, decirle que no es que lo tuvieran difícil sino que iba a ser casi imposible que levantasen el partido

Pocos minutos antes de llegar al descanso se produjo una circunstancia que pudo haber cambiado el sentido de la noche. La expulsión de un jugador del Cartagena por agresión a Mourinho significó un revulsivo en la afición que vio la luz a pesar de la oscuridad del juego zaragocista. El hecho de que Velázquez hubiera repetido fórmula no impidió que todo siguiera igual porque el balón no circula con soltura, no hay alegría en la propuesta y lo peor de todo es que el área contraria es territorio prohibido para cualquier zaragocista qué cosa el escudo del león a su pecho. A esto añadamos la fragilidad defensiva puesto que el gol de Poveda fue una bofetada por la falta de tensión y de calidad de la defensa. Un centro combado que cualquier sistema defensivo debe saber amortizar significó un golpe duro difícil de digerir. Desolación en la hinchada zaragocista. Un gol, por cierto, calcado del recibido una semana antes en Eibar.

El Cartagena vino a jugar a no jugar y ahí estamos perdidos. No hay creatividad, el balón no circula, la comunicación es prácticamente inexistente y solo alguna acción individual y esporádica puede lograr que el que el Zaragoza obtenga un gol en los partidos que estamos padeciendo. En esta ocasión no hubo forma de acorralar al Cartagena, no hubo manera de encerrarlos en su área y de fracturar su sistema defensivo. Azón ya no es Azón; Maikel Mesa estuvo torpe, nervioso y fallón y el centro del campo no tiene esa capacidad para bascular con solidez y para inquietar al contrario.

Hoy, si alguien quisiera saber a qué juega el Zaragoza tendría serias dificultades para expresarlo. Toca y toca el balón pero cuando llega a la zona de peligro se apagan las ideas. Velázquez habla de muchos acercamientos pero el fútbol no es un producto que se pueda comprar por kilos. La prueba es el Cartagena, quien con muy pocas ocasiones se llevó el partido. Ocasiones, no acercamientos. Es por eso quizás que en el descanso Velázquez movió sus fichas, modificó una vez más su defensa, volvió a los dos centrales y le pidió a Valera que entrase al campo para percutir por el lateral izquierdo tratando de lograr balones que cazase el también incorporado Bakis.

En el centro del campo vimos un rombo un poco más reconocible pero los remates no encontraron el objetivo final. Bien Lizoain detenía los cabezazos de los delanteros del Zaragoza, bien estos fallaban lo que no debían cuando el gol ya se cantaba.

El partido se había convertido en una sucesión de acciones ofensivas más bien desordenadas y faltas de sentido y Velázquez, agitado y afectado por la incompetencia de sus jugadores, decidió incluir toda la artillería en el campo. Puso en el verde de “La Basílica” a Sergi Enrich y Manu Vallejo, produciendo una escandalosa confusión que más que favorecer el gol lo que hizo fue impedir que éste llegase. Sin embargo el fútbol es un deporte muy democrático en el que cualquiera puede meter un tanto aunque no lo merezca. Así ocurrió en un balón colgado al área cartagenera. López estorbó a Lizoain, que no pudo despejar y el rebote lo recogió Francés, que de un golpe seco y afortunado logró batir al portero vasco.

Quedaban todavía 15 o 20 minutos. La Romareda estaba incendiada y Bakis lo intentó de mil maneras pero el Cartagena sabía muy bien cómo manejar el partido. Los balones llegaban al área de Lizoain pero allí morían porque los locales no eran capaces de ejecutar una acción de gol por muchos balones que llegasen. Fue el momento en que el Cartagena decidió soltarse la melena y atacar a Badía. Este sacó una mano milagrosa en un uno contra uno pero en la siguiente ocasión, a pesar de que en primera instancia consiguió rechazar un chut seco, no pudo evitar en el minuto 90 un gol que cayó como una losa no solamente en el equipo, no solamente en el cuerpo técnico sino en una afición que desolada vio como el Zaragoza tiraba un año más la temporada por un barranco.

Partido doloroso y muy preocupante la lectura que hizo no solo del choque, sino de la situación. Escudado en lugares comunes, escondido tras algunas frases ininteligibles, el viernes ya entró en Territorio “Vosotros”, ese por el que transitan todos los que no logran el éxito y prefieren decirnos cómo tenemos que vivir el ser zaragocista. No, míster: alguien tendrá que decirles a todos los que llegan que aquí, si no eres zaragocista, casi diría que aragonés, tienes que hacerte. Porque nadie que no quiera entendernos triunfará aquí. El lenguaje nos gobierna y la sombra de Larrazábal es alargada.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Edgar Badía; Mouriño (Valera, 46), Lluis López, Francés; Zedadka (Manu Vallejo, 70), Toni Moya, Marc Aguado, Francho Serrano (Enrich, 70), Mollejo; Maikel Mesa; y Azón (Bakis, 46).

FC Cartagena:
Lizoain; Iván Calero, Alcalá, Kiko Olivas Fontán; Diego Moreno (Ortiz, 55), Musto, Andy, Alarcón (Jony Álamo, 21) (Arnau Solá, 55 ) (Gonzalo Verdú (79), Jairo; Darío Poveda (Ortuño, 55).

Árbitro:
Iván Caparrós Hernández (Comité de la Comunidad Valenciana). Mostró amarillas a Alarcón (17), Maikel Mesa (41), Ortiz (57), Toni Moya (57), Zedadka (70), Kiko Olivas (75), Francés (78). Expulsó con roja directa a Jairo Izquierdo (44) y al entrenador visitante Calero (76).

Goles:
0-1, min.11: Darío Poveda. 1-1, min. 75: Francés. 1-2, min. 89: José Fontán.

Incidencias:
Partido de la Jornada 27 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en la Romareda, con 23.000 espectadores.

Puntuaciones

Badía: 4. Soberbio. Es el pilar sobre el que se sotiene el equipo.
Zedadka: 2. Buenas maneras aunque irregular. Activo.
Mouriño: 2. Algo descolocado por falta de conexión. Voluntarioso.
López: 1. No encontró su lugar. Desequilibró la línea.
Francés: 3. Hizo de todo y lo hizo bien. Y goleó.
Marc Aguado: 1. Desconectado y con algunas lagunas creativas.
Toni Moya: 2. Activo y decidido a todo.
Francho: 3. Trabajó mucho aunque no encontró horizonte.
Mollejo: 4. Le hicieron actuar en todos los escenarios posibles. Impagable.
Maikel Mesa: 1. Insustancial y lejos de la eficacia.
Azón: 1. Extraviado y confundido.
Bakis: 1. Inexacto y desbancado.
Valera: 2. Primera fase muy interesante. Luego, le movieron y fracasó.
Enrich: 1. Lleva camino de casi nada.
Manu Vallejo: 1. Extraviado en un mar de dudas.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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