Mu flojico, eh? Vamos a dar por hecho que la anécdota es cierta. Vamos a dar por hecho también que el protagonista es Luis Buñuel, aunque lo cierto es que quien la vivió fue José María Forqué. Lo seguro es que ocurrió. Se cuenta que Buñuel vino u
Y si ahora en tus días En el Sardinero asomó ayer el primer brote verde de la temporada 2024-2025. Sí, esto es así. Antes de acabar este horrendo ejercicio que no olvidaremos, el mensaje de Víctor Fernández en la sala de prensa, una vez consumada la
La lenta, cansada espera Lloraba “La Basílica”. Lágrimas de miedo, de impotencia, de quebrada esperanza se deslizaban por las mejillas de la Romareda. Y fue entonces cuando Enrich, delantero apagado, sin luz, sin voz hasta ayer conectó un cabezazo
Y desmayados nos dejan Sin sangre. En los ojos. Así se expresó Víctor Fernández en la rueda de prensa, construyendo un mensaje atronador, limpio de hojarasca y alejado del ruido de las palabras huecas. No hay lugar para la duda ni espacio para la ambi
Centro de gravedad permanente El penalty que Maikel Mesa ha convertido en gol salvador y merecido será recordado como un acto de justicia que sirve para proclamar nuestra fe en Víctor Fernández y en el equipo que poco a poco está moldeando a golpe de
No se crebará “Esto es un infierno”. Estas cuatro palabras de Víctor Fernández en rueda de prensa describen con la profundidad de un corazón blanco y azul curtido “en miles de batallas” la trascendencia de la victoria de ayer. Así mismo, es u
Llama que no se apaga Lució muy guapa la venerable Romareda en una tarde que, a pesar del sol, anunciaba nubarrones. Buena entrada, el ánimo encogido y una batalla metálica en la que embadurnar toda nuestra inquietud. Con estos ingredientes el Real Zar
Luz que se escapa Un proyectil en forma de chut destrozó en la tarde del sábado la ilusión del zaragocismo cuando más motivos había para disfrutarla. Un balón rectilíneo y embadurnado de un veneno letal destruyó la obra construida por el equipo de
Quédate a mi lado En mi cuenta de Twitter (@japbello) escribí horas antes del partido: “Domingo de Resurrección. ¿Domingo de Resurrección?”. La aseveración transmitía un deseo. La interrogación, temor. Así estaban las cosas en el corazón del
Y sobre todo, el gol Polvo, niebla y ni viento ni sol. Ese es el páramo en que se ha convertido el Real Zaragoza y al que Víctor Fernández trata de convertir no ya en vergel, pero sí al menos en un digno ribazo en el que poder sembrar el Zaragoza del