El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde | De 5 en 5

Hay un dicho que dice que lo que mal empieza, mal acaba, como lamentablemente hemos podido comprobar de cara a analizar estas cinco jornadas, nos viene como anillo al dedo.

El bueno de t-mac1 nos decía en el anterior de 5 en 5, que el camino no existe, que cada uno con su quehacer cotidiano y diario va marcando ese camino y dependiendo de la correcta o incorrecta resolución de los diferentes problemas o inconvenientes que surjan a lo largo de la ruta, el destino final será mejor o peor. Aunque dadas nuestras circunstancias estos posibles destinos se limitan a dos:
Llegar a buen puerto, es decir conseguir el ascenso o naufragar por el camino que es lo que conllevaría el no ascender.

En estas últimas jornadas hemos avanzado en el tiempo, pero hemos retrocedido y mucho en clasificación, hasta tal punto que a día de hoy no solo hemos abandonado los puestos de ascenso, sino que nos hemos alejado de ellos, situándonos a 3 puntos del ascenso.

No obstante daré un poco de optimismo diciendo que en esta misma jornada en la temporada 2002-2003 teníamos solamente un punto más y también estábamos fuera de los puestos de ascenso, concretamente a dos puntos del Levante que era quien ocupaba entonces esa tercera plaza.

La historia nos dice pues que estamos a tiempo, que la barca aunque parece que no encuentra el rumbo correcto esta a tiempo de enderezar la situación, no obstante habrá que corregir situaciones como las que se han dado en estas cinco semanas y que… intentaré comentar desde mi humilde opinión.

La primera batalla perdida en casa

Finalizaba el mes de Enero y con él la primera vuelta de esta temporada, el Zaragoza venía de ofrecer un espectáculo lamentable en Córdoba en el que algunos aficionados se quedaron sin saber cual era la indumentaria del portero del Córdoba, el resultado final todos sabemos cual fue, pero ese partido es otra historia y como tal había que pasar página y enmendar ese resultado con una victoria ante el Rayo. Sin embargo el destino tenía deparado otro resultado. El Real Zaragoza venía ofreciendo un empobrecimiento de su fútbol en las últimas jornadas, y era cuestión de tiempo que eso se tradujese en un traspiés, no solo fuera de casa que como todos sabemos eso estaba y esta a la orden del día, sino en su propio feudo. Así pues este partido, el último de la primera vuelta, mostraba indicios para que ocurriese este accidente. El Zaragoza mostró dos caras, una en la que si quería podía, al menos en funciones ofensivas, muestra de ello fueron los cinco minutos en los que le dio la vuelta al marcador. Pero también mostró su otra cara, esa faceta en la que constantes errores tácticos y de posición nos han costado, goles y puntos, en resumidas cuentas, la otra cara de la moneda, la que esta consiguiendo que el equipo haya conseguido sembrar la duda entre sus aficionados y que los rivales le tengan algo menos de respeto y lo que es peor que el propio Zaragoza de síntomas de poca confianza en si mismo. Esto lo vio el Rayo y se aprovecho de ello, primero para adelantarse en el marcador y después para darle la vuelta al mismo cuando lo tenía todo en contra.
El culebrón del mercado invernal.

Si la derrota frente al Rayo hubiera abierto pocas heridas, lo que iba a acontecer a lo largo de la semana después al partido supondría el estallar de la indignación de la afición zaragocista.

Hay veces que las cosas se pueden hacer mal, pero lo que acontecería a lo largo de los siguientes días es propio del mejor de los esperpentos del escritor Ramón María del Valle-Inclán.

En primer lugar partimos con el caso Hidalgo, un jugador que fue fichado para reforzar la medular del equipo pero que por no adaptarse a la función que se le quería poner, que todo sea dicho no era la posición que en la que solía jugar, paso a engrosar el banquillo. Conclusión cedido al Osasuna. Primer caso en la semana de reducción de plantilla.

Y ahora viene lo más esperpéntico de todo y es el caso Oliveira, el caso Guillerme y la no contratación de un delantero en el mercado de invierno.

Iremos por partes y partiremos con el caso Oliveira.

Desde hacía varios meses se veía notando en Oliveira una especie de disgusto y apatía, daba la sensación de tener la cabeza más en su posible salida del Real Zaragoza, que en las funciones que como jugador y profesional que se suponía que era, debería haber tenido. No puedo negar el hecho de que fuera un grandísimo jugador y que haya marcado goles para el Real Zaragoza, pero desde luego no me pareció nunca un jugador de equipo, jugaba más para su propio interés personal que para el interés del equipo. De modo que como todos nos dimos cuenta, este señor pensaba más en el mercado invernal que en la labor que debía al equipo que le tenía en nomina.
De modo que durante esa semana surgió el baile de posibles compradores de Olivieira y las posibles contraprestaciones económicas para el Zaragoza, hay que añadir que las arcas del club estaban tan mermadas que necesitaban liquidez con carácter de urgencia, los candidatos que surgieron fueron el Olympique de Marsella, el Villarreal y el Betis. Las ofertas que el club recibía tanto de unos como de otros eran irrisorias y más teniendo en cuenta que el Zaragoza había pagado una suma mayor al Milán que la que ahora le ofrecían, esto es una prueba más de la poca falta de visión de esta directiva en cuanto a los fichajes, compran mal y venden peor. Al final después de una serie de pataletas, portazos, enfados, ofertas, contraofertas y demás monsergas propias de estas operaciones, el señor Oliveira se fue donde el quería, el señor Lopera lo consiguió un poquito más caro que lo que pretendía y el Real Zaragoza volvió a hacer un negocio funesto, al vender a un jugador por debajo del precio que lo había comprado y si bien es por el 50% del pase, dudo mucho que Oliveira abandone el Betis, debido a que ya no es una promesa al tener una edad.

Vamos con Guillerme, el Cruceiro, el Dinamo de Kiev y el tonto de siempre. De todos es sabido que el Real Zaragoza, o al menos eso dijo el club, tenía un preacuerdo con el Cruceiro por un porcentaje del jugador, para que este jugase con el Real Zaragoza. Pero de buenas a primeras, se mete el Dinamo de Kiev por medio y el Cruceiro rompe todo lo apalabrado con el Real Zaragoza y el jugador se va a jugar a Ucrania. Pataletas desde el club, amenazas al Cruceiro para emprender medidas legales, que no se si se llevarán a cabo o no. En resumidas cuentas de cara al mercado de los clubes el Real Zaragoza ha quedado, una vez más, como el tonto de la película, al que siempre le toman el pelo como quieren, cuando quieren y cuantas veces quieren.

De modo y con el nuevo status-quo presente, el Zaragoza se lanza a la desesperada a por un delantero, lo cual da síntomas de una inexistencia de un plan B para el caso de que desde Brasil nos dieran una puñalada, a pesar de conocer de sobras que los brasileños son muy propicios a darlas y a pesar de saber que nosotros somos un blanco fácil para recibirlas.
Todas las gestiones que se realizan para contratar a Javi Guerrero del Recreativo y posiblemente a algún otro que yo al menos desconozco o de cuyo nombre no me acuerdo o no quiero acordarme, resultaron a la postre infructuosas. Todo puede ser debido a varias razones, pero no cabe duda de dos, el Zaragoza no sabe negociar, ni tiene ideas de cara a la búsqueda y creación de planes B, los demás clubes lo saben y se aprovechan de la debilidad negociadora del Real Zaragoza.

El único refuerzo que vendría en el mercado invernal, sería un viejo conocido Ponzio. Un jugador que si bien nunca ha sido una virtud técnica, si que hay que reconocerle que era un trabajador nato y que todo lo que podía dar lo daba en el campo, fuera mucho o poco. Ponzio que fue vendido por el Real Zaragoza en el mercado invernal de la primera temporada de Víctor Fernández, siempre tuvo seguidores y detractores, aunque en líneas generales su repesca para el equipo no ha sido mal vista. Hasta la fecha no ha contado mucho para el técnico, si bien es cierto que prácticamente acaba de llegar, lo que si que esperamos todos es que su presencia sea positiva y que pueda aportar algo de aquí al final de liga.

Lo que nos ha quedado en claro es que el mercado invernal que en teoría es para reforzarse, ha supuesto al Real Zaragoza una debilitación notable en el aspecto deportivo, es decir salimos del mercado invernal, con menos efectivos que al principio de liga. Podríamos decir que el Real Zaragoza se ha adaptado a estos nuevos tiempos de crisis haciendo un ERE particular, en el momento menos propicio.

¿El efecto Oliveira?

Con todos estos movimientos se presentaba el Zaragoza a jugar su primer partido de la segunda vuelta, el rival era el Levante y el ambiente dentro del aficionado era de una auténtica indignación. Cualquier cosa que no fuera una victoria supondría el detonante para una protesta masiva del respetable.

Del partido en si cabe destacar una serie de cosas, la primera fue el debut de Ander Herrera que demostró tener grandes dotes futbolísticas y que tendremos que tener la paciencia necesaria para dejarle crecer futbolísticamente, lo segundo fue que los cambios resultaron acertados, Songo’o, Arizmendi y Ander Herrera levantaron el empate, lo tercero que Ewerthon tras sufrir una sequía goleadora volvía a marcar durante dos jornadas consecutivas, lo cuarto decir que en momentos del partido se vio otra actitud por parte de los jugadores, tenían más ganas de correr y de luchar y por último la victoria que hizo que los ánimos muy encrespados antes del partido se calmasen.

Estas sensaciones se incrementaron el día del partido contra la Real en Anoeta, en ese partido el Zaragoza fue completamente superior a una Real que tuvo la fortuna de adelantarse en el marcador, gracias a uno de esos fallos defensivos que tanto daño nos hacen, no obstante y pese a que no se ganó, el Zaragoza dio otra imagen y tal vez lo triste de ese partido fue que se empatase, cuando lo justo era una victoria y que encima el empate estuviese rodeado de polémica al ser conseguido gracias a un gol de penalti muy discutido por los donostiarras.

Antes del partido de la Real hubo unas declaraciones de Bandres a la cadena SER en la línea que siempre ha realizado, que el Zaragoza no esta en quiebra técnica, que todo va bien, que subimos seguro, que patatín que patatan, vamos lo de siempre tratar de vender humo.

Pero por de pronto durante la semana posterior al partido de Anoeta el Zaragoza volvió a sufrir otro varapalo al producirse la lesión de Goñi, un jugador que se había hecho imprescindible en la zaga zaragocista y que estaba evolucionando de una manera contundente, siendo imprescindible para los planes de Marcelino, en breves palabras otra merma en una plantilla ya de por si algo debilitada por las marchas invernales y alguna anterior.

El tercer partido de esto que llamo efecto Oliveira, fue contra la Unión Deportiva Las Palmas, en este partido volvimos a ver a un Real Zaragoza más aguerrido que en anteriores encuentros, aunque tal vez no tan aguerrido y tan vertical como el día de Anoeta, lo cierto es que si comparamos este partido con el que sufrimos contra el Rayo, el Salamanca e incluso bastantes fases del partido contra el Levante, significaba una continuidad en esta deseada evolución positiva de nuestro equipo.

En resumidas cuentas lo que yo llamo el efecto Oliveira no es más que una mejoría que se produjo en el juego del equipo y que curiosamente coincidió con la marcha de Ricardo Oliveira al Betis, no tengo la menor duda de que el denominarlo de este modo es algo completamente oportunista, pero lo cierto es que a muchos aficionados en aquel entonces nos dio la sensación que tal vez la forma de ser de Ricardo Oliveira era la causa de que el juego del Zaragoza se estancase en muchas ocasiones.

El efecto Oliveira, como comprobaremos en nuestro siguiente apartado, ha sido totalmente efímero como lo fue en su día el efecto Irureta o el efecto Garitano. Y es una prueba más que quizás no fuera un efecto de ningún tipo, sino una prueba fehaciente de que cuando se quiere y se tienen ganas, se puede. El problema es que se tiene que querer y tener ganas siempre, no solo de vez en cuando.

El regreso de Mr. Hyde

Durante la semana previa al partido del Elche el equipo zaragocista y su entorno vivió en una especie de optimismo generalizado, debido principalmente a la mejoría de imagen que habían mostrado en los 3 últimos encuentros.
Desde todos los rincones se empezaban a hacer números, hipótesis, se lanzaban predicciones de si ganamos tantos puntos, ganamos tantos otros… en resumidas cuentas, empezaban a doblar las campabas ante el que parecía el renacer del fénix, ese fénix que se había inmolado en los partidos contra el Córdoba y el Rayo, pero que había vuelto a nacer con más fuerza tras los partidos contra la Real y la Unión Deportiva Las Palmas. El guión estaba escrito, solo faltaban dos pequeños detalles, que el Elche estuviera por la labor y que los actores principales del Real Zaragoza estuvieran dispuestos a asumir ese nuevo rol victorioso del Real Zaragoza.
Pues una vez acabado el partido pudimos comprobar, lo efímero de nuestro fénix, la pobre actuación de nuestros jugadores y sobretodo y esto es de preocupar lo rápido que se creció el Elche al comprobar los síntomas de descomposición que afectan al equipo cuando encaja un gol.
El partido durante los primeros cuarenta y tres minutos fue de control y tanteo, mucho respeto pero pocas ocasiones tanto por parte de unos, como de los otros. Hasta que un nuevo error defensivo, de esos a los que nos tiene tan acostumbrados este equipo y que tan caros nos cuestan, de modo que nos vamos al descanso con un gol en contra, podíamos habernos comportado como lo hizo el Rayo en su visita a la Romareda. Pero no, nos comportamos como ese equipo débil, fallón, en definitiva una caricatura de lo que teóricamente son o nos dijeron que eran.
Resultado final una nueva derrota fuera de casa, unas sensaciones de total nerviosismo al estar otra vez fuera de los puestos de ascenso, sensación de no ver como vamos a salir de esta, en definitiva lo que ocurre siempre, pasamos del resurgir del fénix a estar más cerca del juicio final.

El problema de la doble personalidad

En el anterior de 5 en 5, t-mac me dejó una serie de cuestiones que si bien he respondido de manera vaga a lo largo del artículo procederé a resolver ahora de forma más clara.

T-mac1 finalizaba su artículo formulando un deseo, que los 5 próximos sean mejores, creo que estoy en la obligación de decir que no solo no han sido mejores, sino que han sido peores.
En cuanto a la distancia con el cuarto a la que hacía referencia, si que puedo decir que nos hemos distanciado del cuarto, pero no precisamente por arriba.
Diogo seguimos sin saber nada de él, esperemos que Auseti tenga algo mejor que contarnos con respecto a su recuperación.
Obviamente Ander Herrera debutó con el Zaragoza y es una de las pocas cosas positivas que podemos decir de este de 5 en 5, puesto que pese a que no jugó un buen partido contra la Real, creo que es un jugador que podrá llegar a ser muy válido.
Tanto Oliveira como Ewerthon han recuperado su olfato goleador, el problema es que Oliveira no esta ya con nuestro equipo.
La pareja de medios ideal creo que deberá esperar al siguiente de 5 en 5, eso si por la cuenta que nos trae que no se demore mucho más, veremos si Ponzio forma parte de esa pareja de medios.
Omito la respuesta a la pregunta de ganar fuera de casa.

En resumidas cuentas así es como he visto yo estas cinco jornadas del Real Zaragoza, el resumen de mi de 5 en 5:

La situación en la que se encuentra el Zaragoza es muy preocupante, como he tratado de reflejar en el título de este artículo, nuestro equipo tiene una terrible tendencia a mostrar dos caras una de ellas mas o menos amable, en la que si bien no se da exquisitez futbolística que a muchos aficionados nos gustaría, si que se muestra ordenada y en ciertas ocasiones presenta una gran verticalidad de cara a la portería contraria, sería la faceta Dr. Jekyll, que en algunos partidos de esta temporada hemos podido comprobar. La otra faceta es la de Mr. Hyde en la que el equipo juega de forma apática, desordenada y cometiendo graves errores.

De cara al futuro de esta campaña nuestro equipo tendrá que conseguir mostrar la cara amable y tratar de reducir lo máximo posible estos síntomas de esquizofrenia que tan a menudo aparecen en este equipo, no es muy lógico que estemos en la jornada 25 y aún no sepamos cual es el verdadero rostro de nuestra plantilla y mucho menos que demos una sensación de debilidad y fragilidad anímica ante nuestros rivales, especialmente en los partidos que se disputan lejos de la Romareda.
En definitiva más vale que el Dr. Jekyll domine a su alter ego Mr. Hyde, o lo que es lo mismo, que justifiquen con resultados el porqué de su contratación. Se acabaron las palabras bonitas de este partido tenemos que ganarlo o ha sido un accidente.

Lo que si que tenemos que tener en cuenta es que a día de hoy nuestros rivales parecen haber encontrado un sistema de juego y unas señales de identidad propias, lo demuestra el Xerez, lo demuestra el Tenerife, lo demuestra el Hércules, lo demuestra el recién ascendido Rayo y ninguno da sensaciones de bajar el rendimiento a corto plazo, por el contrario nuestro equipo da muestras de no tener ninguna identidad y cuando parece encontrarla… se le olvida y vuelve a demostrar esos síntomas de descomposición de líneas que tanto daño nos han hecho a lo largo de esta temporada.

El futuro está en el aire

Espero que mi sucesor en esta sección, Auseti tenga un artículo más optimista y que pueda responder a todas las preguntas que le voy a formular, alguna de ellas proveniente de mi predecesor:

¿Conseguiremos ganar fuera de casa?, ¿Mostrará el Zaragoza síntomas de mejoría en su juego, o el denominado por mi “efecto Oliveira” fue fruto de nuestra imaginación? ¿Encontraremos a un líder en el equipo que sepa animar a sus compañeros en el terreno de juego? ¿Conseguiremos reducir el número de candidatos al ascenso? y por último y de mayor importancia ¿Estaremos al final de la jornada 30, en ese grupo de candidatos al ascenso?.

No me cabe la menor duda de que Auseti sabrá responder con gran criterio y rigor a las preguntas que le he formulado y entre nosotros, espero que todas ellas sean por el lado positivo. En resumen esperemos que el Dr. Jekyll de nuestro Real Zaragoza consiga eliminar de una vez por todas a su alter-ego Mr. Hyde y por fin de un golpe de efecto en la categoría, un giro en la dinámica del equipo que por plantilla, por historia, por presupuesto y sobretodo por afición hace días que tenía que haber dado.

Un saludo,

Por Pepito Grillo

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