Análisis del Alavés 4 – 0 Real Zaragoza

Análisis del Alavés 4 – 0 Real Zaragoza

Dolorosa derrota del Real Zaragoza, en un partido que saco de quicio a la afición blanquilla por la actuación que tuvo el equipo. El Alavés pasó por encima de un equipo muy plano, con graves errores a la hora de defender y muchos problemas en el apartado ofensivo. Un partido para olvidar, o mejor para analizar y corregir los errores cometidos.

Planteamiento inicial

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Cambios significativos en el once de Ranko Popovic. El entrenador serbio introdujo de inicio los jugadores que mejor rendimiento habían dado ante el Sabadell, a excepción de un Vallejo que acusaba molestias. Rico entró por el canterano, situándose en el lateral zurdo y dejando el eje de la zaga para Cabrera y Mario.

Más adelante, volveríamos a ver la pareja de mediocentros Dorca-Galarreta. Sin Basha, Popovic prefirió un jugador con más toque a uno con más presencia física como podía ser Insa. Los problemas de circulación de balón que hubo ante el Sabadell pudieron ser la causa de está decisión. Willian José tendría la oportunidad de ser titular, por detrás de Borja Bastón, mientras Eldin volvería a una banda derecha donde es un jugador claramente desaprovechado, quedando Pedro en la banda izquierda.

El Alavés: La fórmula del Sabadell mejorada

Para frenar al Real Zaragoza, el Alavés dispuso a sus jugadores como ya hiciera el Sabadell a la hora de defender, con un 4-1-4-1. Toribio actuó como pivote y el Alavés se colocó con un bloque muy compacto. La diferencia con el Sabadell fue que en este caso el Alavés no solo cerró espacios atrás, sino que fue más atrevido y mantuvo el bloque a una mayor altura.

Mientras el Sabadell permitió libertad para dos centrales y los dos centrocampistas (Dorca-Basha), el Alavés solo permitió que tocaran con libertad Mario y Cabrera. Manu Barreiro se encargó de cubrir a Dorca en todo momento, sin hacerlo de forma intensa, pero lo suficientemente cerca como para que no pudiera girarse con tranquilidad. Galarreta, que actuó más adelantado que Dorca y que iba de lado a lado buscando un balón que apenas tuvo en su poder, era marcado por uno de los dos interiores (Juanma o Rafa García), que le encimaban cada vez que intentaba bajar a recibir el balón.

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Ni Mario ni Cabrera son dos jugadores con la capacidad técnica ni la visión para llevar el peso del equipo en la salida de balón. Si además se encuentran con un rival que cierra todas las líneas de pase por el centro, la opción de salir por la banda se convierte en la más recurrente. Solo con movimientos rápidos de Dorca y Galarreta los centrales pudieron jugar con los mediocentros, pero como ante el Sabadell, aunque estos consiguieran girarse prácticamente no tenían opciones en vertical para superar líneas.

Sin profundidad en banda

Todo esto llevo al equipo de Popovic a buscar la salida con los laterales. Ni Fernández ni Rico son dos futbolistas nada extraordinarios con balón en estático, sino que les va mejor aparecer por sorpresa. Las dificultades de ambos para poder sacar la pelota a menudo terminaron en un balón que buscaba a Willian José, rodeado de contrarios y sin intensidad alguna.

Para intentar arreglar esto, Pedro y Eldin tuvieron que bajar a recibir a posiciones muy retrasadas. La mayoría de balones que tocaron los dos extremos fueron en zonas intranscendentes. Sin Jaime, el equipo pierde profundidad por banda, pero además pierde el recurso del uno contra uno, ya que ni Pedro ni Eldin estuvieron finos en los regates.

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Con estas dificultades para salir con el balón, no ayudaron nada las dificultades que tuvo Borja Bastón para controlar un balón de espaldas a la portería contraria. El equipo de Ranko Popovic sufrió para conseguir fluidez con el balón, y de hecho no la consiguió en ningún momento.

Un equipo desordenado

Si de algo podía presumir el Real Zaragoza en las últimas jornadas era de haber mejorado en fase defensiva. El equipo no solo era más contundente atrás sino también más ordenado en la presión, con las líneas juntas y manteniendo la intensidad necesaria para robar.

Ante el Alavés el equipo perdió el orden por completo. La distancia entre las líneas creció de manera exponencial, especialmente entre el centro del campo y los hombres de arriba. La apatía de Willian José en la presión no era suficiente para cerrar la salida de balón del Alavés por dentro, y no estaba Basha para achicar espacios y evitar que ese hueco se notará.

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Gracias a esto el Alavés tuvo en todo momento una salida cómoda de balón, con Toribio y Rafa García teniendo mucha libertad para recibir por dentro y para pensar antes de poner el balón donde querían. Con Juanma, los tres superaban en número al doble pivote del Real Zaragoza, que se vio sobrepasado en todo momento.

Por otro lado, ni Galarreta ni Dorca son dos especialistas defensivos cuando tienen que correr tras el balón. Si bien Dorca si tiene más sentido táctica y capacidad posicional para robar balones, ni él ni Galarreta pudieron evitar que el Alavés tocará con facilidad. En este aspecto se echó mucho en falta a Basha y su capacidad en el robo.

Un grave problema en los laterales

Fue lo peor del partido sin duda. La actuación de Fernández y Rico dejó mucho que desear. El partido terminó convirtiéndose en un espectáculo de Lanzarote y Toti, que desde las bandas canalizaron todo el juego ofensivo del Alavés.

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Fernández y Rico o Rico y Fernández, ni uno ni otro supieron en ningún momento como parar a su marca. Flojos en el uno contra uno, el desborde y la calidad técnica de sus rivales se hizo notar. Fernández ha cuajado actuaciones muy positivas esta temporada, pero también ha realizado errores de bulto. La espalda de ambos fue un caramelo para los extremos rivales a la hora de lanzar desmarques y para los mediocentros, que recibían y creaban con comodidad. Además ambos tienen un problema significativo de colocación, rompiendo el fuera de juego a menudo, aunque Fernández tiene más capacidad para corregir gracias a su velocidad.

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El Real Zaragoza con 10

Si con 11 jugadores sobre el césped habíamos visto un conjunto sin ideas, con la expulsión de Rico el Zaragoza fue aún más plano. El Alavés siguió con su plan de mantener el bloque lo que hizo que Galarreta e Insa tuvieran que bajar mucho para recibir el balón. La superioridad del conjunto local en el centro del campo fue total.

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Tras esta dolorosa derrota, es evidente que Ranko Popovic tiene que corregir. La intensidad en el centro del campo es esencial, más aun si el equipo no ejerce la presión de forma efectiva y conjunta. Los problemas en los laterales parecen menos graves con Cabrera, pero las bajas podrían hacer que sigamos viendo al uruguayo de central ante el Llagostera. Por otro lado, también se ha visto a Popovic algo lento a la hora de reaccionar cuando el partido se pone complicado. Por último, el equipo debe gestionar mejor los partidos cuando el resultado está en contra.

Fuente de las imágenes: LaSexta
Artículo publicado originalmente en vavel.com

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