El fútbol es un estado de ánimo y vive abrazado a las sensaciones. SI aceptamos eso, podemos decir que el Real Zaragoza ayer logró mantener viva la esperanza y procuró un baúl de buenas vibraciones. La noche, es cierto, no se completó con el gol, y eso es un problema que hay que solucionar a la mayor brevedad posible, pero el equipo es ahora mismo un bloque fiable, consistente y seguro. Eso es lo que hizo posible el punto que le da la segunda posición en la tabla, una noticia de mucho mayor calado de lo que parece, pues ubica el proyecto en el lugar ambicionado por la afición y necesitado por la institución.
El choque de ayer cumplió con todas las condiciones para que el equipo aragonés confirme la idea futbolística con la que ya lo identifica todo el mundo. Seguridad en el triángulo Bono, Vallejo, Cabrera, rapidez y compromiso en los laterales, confianza y manejo en Morán, versatilidad y presencia con Dorca y Diamanka y voracidad y deseo en Ángel, Freddy y Ortuño. Todos esos ingredientes conforman unos choques gobernados y apropiados, que les pone las cosas muy difíciles a los rivales. Como ayer al Mallorca.
Los primeros minutos fueron una toma de contacto por parte de los dos equipos, pero poco a poco la presión en el centro del campo y la capacidad de recuperación hizo que los de Popovic creasen varias buenas ocasiones de gol que, lamentablemente, no se consumaron. Ese es el déficit. Ese el problema. Se crearon situaciones pero no se convierte y eso podría pasar factura. Por otro lado la portería ya acoge varias telarañas bien frondosas, en una racha histórica que lleva camino de convertirse en leyenda.
En los primeros cuarenta y cinco minutos Hinestroza, Ortuño, Diamanka y Ángel tuvieron sendas oportunidades para marcar. Una para cada uno, lo que da idea del nivel de protagonismo que tienen estos jugadores. Hay una equilibrada implicación y cualquiera pudo lograr ese gol que se negó a pesar de mostrar creatividad en la cocción de las jugadas. El colombiano la tuvo a pase de Cabrera y el murciano la recibió de Hinestroza. En ese ambiente de comodidad y dominio Vallejo y Cabrera se encontraban muy cómodos y Morán sacó a relucir un timón gobernante que le permitió ofrecer un jugoso regalo a Diamanka que no pudo marcar porque Wellenreuther se lo impidió. Para acabar, Ángel tampoco consiguió batir al portero alemán del Mallorca tras un pase de Diamanka.
Como se ve, el partido estaba controlado por los chicos de Popovic, que se retiraron a la ducha con la sensación de haber dejado escapar una buena oportunidad. La segunda parte comenzó con un cambio en la alineación balear. Salió Moutinho y Pereira cambió de banda. Esa sencilla variación hizo que el partido se equilibrase y que se produjesen una serie de jugadas de peligro en el área de Bono, casi siempre a balón parado. El juego se hizo más dinámico y el Zaragoza tuvo que emplearse a fondo para impedir la circulación en la línea de tres cuartos. Por contra, los aragoneses trataron de hacer daño con aproximaciones aisladas, una de las cuales acabó con un esquinado remate de Ángel que tampoco encontró puerta.
Salió Brandon y el joven jugador mallorquinista activó a su equipo. Fueron unos minutos de agitación y eléctricas aproximaciones. Seguramente los momentos más luchados a los que trató de responder Ranko con la salida de Pedro y después de Jorge Díaz. Ahí se prolongó el intercambio de golpes, blandos casi todos ellos, fruto de los cuales se podía romper el choque. No fue así, pues ni Moutinho ni Pedro supieron darle al play del marcador en las dos últimas ocasiones de la noche.
Punto ganado a base de trabajo, seriedad y rapidez en las acciones que deja la sensación de que las cosas están bien hechas, al mismo tiempo que existe la certeza de que Ángel Martin González tiene un trabajo muy importante que realizar y que de su buen hacer depende que este grupo encuentre un jugador que cierre los partidos con los goles que ahora mismo nos faltan, sobre todo fuera de casa. Si se acierta en la gestión se aclarará mucho el camino de regreso a casa. A Primera.
Wellenreuther; Company, Aveldaño, Costas, Oriol; Javi Ros (Brandon, min. 68), Yuste, Sissoko; Campabadal (Moutinho, min. 46), Bianchi, Pereira.
Bono; Isaac, Vallejo, Cabrera, Diego Rico; Hinestroza (Jorge Díaz, min. 82), Dorca, Erik Morán, Diamanka (Abraham, min. 82); Ángel (Pedro, min. 70), Ortuño.
Munuera Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Javi Ros, del Mallorca; a Isaac, del Zaragoza.
Partido correspondiente a la décimo segunda jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio Son Moix ante unos 7.000 espectadores.
Bono: 4. Buen trabajo y seguro en sus acciones.
Isaac: 3. Muy rápido y luchador.
Vallejo: 4. Otro gran partido. Sobrio y seguro. Bien saliendo con el balón.
Cabrera: 4. Estricto en el juego aéreo y poderoso en el corte.
Rico: 3. Potente e impermeable. Flojo en el pase.
Morán: 4. Omnipresente y gobernante.
Dorca: 2. Algo lento, algo indolente.
Diamanka: 3. No muy activo. Le faltó recorrido.
Hinestroza: 3. Lo intenta cada vez más pero no acaba de desbordar con solvencia.
Ángel: 4. Muy solidario y esforzado en tareas defensivas.
Ortuño: 4. Grandísimo trabajo en ataque. Estuvo en todo. Solo le faltó el gol.
Pedro: 3. Salió e hizo posible que el equipo se equilibrase.
Jorge Díaz: 2. Corrió y buscó el uno contra uno.
Abraham: S.C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
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