Real Zaragoza 2 – 0 AD Alcorcón | Crónica
Otro ladrillo en el muro
Luis Milla utiliza con cierta frecuencia la expresión “vuelvo a repetir”. Es una muletilla que empleza con un tono calmado y persuasivo, consciente de que lo que dice es tan importante como la forma en que lo dice. Durante esta semana, después del mal partido de Valencia, se ha empeñado en no distraerse, en evitar estridencias y en procurar que cale en el zaragocismo la idea de que estamos empezando, que tenemos carencias, limitaciones, problemas, pero que esto es el principio y queda mucho por hacer. Lo ha intentado y creo estar seguro que va a tener que incidir en la idea. Y lo hará.
El Real Zaragoza tenía ayer una difícil papeleta. Venía de sufrir una dolorosa derrota y, además, Cani, su jugador estrella, el futbolista más inteligente de la categoría, se lesionó y tiene para varias semanas. Había que recomponer el equipo, en el que varios jugadores sentían el dedo de la duda apuntándoles, sobre todo Irureta. Y había que pensar en el sustituto de Cani y en el plan para afrontar la visita del rocoso Alcorcón.
Cuatro cambios preparó el entrenador. Cabrera volvió al eje de la defensa, Fran jugó en lugar de Isaac y Ros y Barrera fueron los encargados de armar el centro del campo junto a Zapater. Lo demás, lo ya conocido. Y con estos argumentos dio comienzo el partido. Lo mejor ocurrió en seguida. Una falta al borde del área sobre un inquieto y muy trabajador Ángel permitió que Lanzarote lograse el primer gol con la colaboración de David Rodríguez. Fue una concesión de la fortuna que la grada recibió con alivio. Pero había que sujetar el partido. De nada habría servido adelantarse en el marcador si después el equipo no hubiese sabido gestionar los tiempos y los espacios. Esto ha sido un problema en muchas ocasiones, por lo que hay que darle gran valor al hecho de haber sabido gobernar ayer adecuadamente el choque.
En ello tuvo mucho que ver el alto grado de compromiso de todos los jugadores. La intensidad, el deseo de ganar cada balón dividido y la gran solidaridad mostrada por todos ellos. Y liderando el combate, Zapater. Su esfuerzo, su generosidad, su presencia y su fortaleza de espíritu fueron las razones que dieron cuerpo a un choque en el que se plasmaron todas las cualidades que se precisan para transitar por esta liga. Y junto a los suyos consiguió que el Alcorcón no encontrase vías de circulación apropiadas, al tiempo que de vez en cuando Ángel recibía balones que él se quedaba y trataba de alojar en la red de Dmitrovic. No fue posible, pero su contribución fue muy bien valorada por la afición con constantes aplausos.
La segunda parte comenzó un tanto tibia en el bando blanquillo. El Alcorcón parecía interesado en comprimir el partido y buscar la meta de Irureta, pero este se quedó con todos los balones que llegaban a su área, casi siempre por el aire. La presión madrileña pronto se vio sofocada por otra jugada a balón parado con la firma de Lanzarote. Fue en esta ocasión un corner que botó con veneno en la piel y que dio con el cuero en la red visitante. Era un segundo gol que enfriaba el partido y convencía a todos de que la noche pintaba blanca y azul.
Comenzó entonces un período de lucha sin cuartel en el centro del campo donde brilló con luz propia y ajena Zapater. Todo el juego pasaba por sus dominios. Con balón y sin él el capitán zaragocista hizo saber al mundo que no habría acción en la sala de máquinas que se pudiese activar sin su consentimiento, lo que propició que el partido se convirtiera en un discurso zaragocista sin posible réplica amarilla. Además, cada jugada recuperada se convertía por arte de Lanzarote, Xumetra, Barrera, Fran y Ángel en una posibilidad de peligro.
Milla fue dando aire fresco al equipo con la entrada de Isaac y Edu García, momento en el que la grada se puso en pie para ovacionar a Lanza y elevar a los altares al catalán, uno de los artífices de la victoria. Pero también atronó el cielo zaragozano con el “Zapatertequiero” que se está convirtiendo en himno oficioso de esta liga larga como un desamor que, de momento, nos permite soñar con una estancia en las alturas que nos alegra el alma.
Partido bálsamo, pues, que debe ayudarnos a creer en nosotros, a consolidar ese ladrillo que acabamos de añadir al muro y convencernos de que, aunque queda mucho por hacer, el mensaje de Luis Milla debe ser la luz que nos ayude a seguir el camino, ese que señala el cartel donde se lee “Paciencia y fortaleza”.
Ficha técnica
Real Zaragoza:
Irureta; Fran, Marcelo Silva, Cabrera, Casado; Zapater; Lanzarote (Juan Muñoz, min.85), Javi Ros, Álex Barrera (Isacc, min.66), Xumetra (Edu García, min.77); y Ángel.
AD Alcorcón:
Dmitrovic; Fede Vega, Rafa Páez, Elgezabal, Bellvis; Alejo (Álvaro, min.56), Víctor Pérez (Aguza, min.69), Toribio, Samu (Jacobo, min.69); Pablo Pérez y David Rodríguez.
Goles:
1-0. min.4. Lanzarote; 2-0. min.54. Lanzarote.
Árbitro:
Ais Reig, del Comité Valenciano. Amonestó a los locales Marcelo Silva y Edu García y a los visitantes Víctor Pérez, Pablo Pérez y Toribio.
Incidencias:
Partido correspondiente a la quinta jornada de LaLiga 1/2/3 disputado en el estadio La Romareda de Zaragoza ante unos 15.000 espectadores.
Puntuaciones
Irureta: 3. Todo el peligro le vino por arriba y lo solucionó bien.
Fran: 3. Mejor con balón que sin él, lo dio todo y aportó frescura.
Marcelo Silva: 3. Algo errático en algún momento, se le ve cómodo y seguro con Cabrera.
Cabrera: 2. Algo inestable, se fue centrando conforme avanzaba el partido.
Casado: 2. Combina errores no forzados con buenas dosis de bravura.
Zapater: 4. Gran partido el suyo. Habló con hechos y esfuerzo sin límite.
Javi Ros: 3. Muy trabajador y voluntarioso. Se vació.
Barrera: 3. Se acercó al área con buenas ideas y cosió bien el centro del campo.
Xumetra: 3. Rápido, participativo y osado.
Lanzarote: 4. El mejor si hablamos de clase y calidad. Doble goleador.ç
Ángel: 4. Corrió, pugnó, buscó los huecos y tuvo ocasiones.
Isaac: 2. No acaba de estar fino. Le falta calma y pulcritud.
Edu García: 2. Corrió y abrió la banda.
Juan Muñoz: S.C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
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