Real Zaragoza 1 – 0 SD Eibar | Crónica

Real Zaragoza 1 – 0 SD Eibar | Crónica

Se diría que puede ser

Si la mañana hubiera acabado como ha empezado ahora estaríamos lamentando el último revés de un equipo hasta hoy mortecino y desgajado. Huido de la vida. Si todo hubiera terminado como apuntaba durante los primeros cuarenta y cinco minutos a estas horas habría más lágrimas en nuestros ojos que motas de polvo en el camino. Sin embargo, la historia a veces se escribe con renglones torcidos y puede ser que lo que nadie espera suceda. Porque el sol también sale en casa de los pobres.

Y hoy el pobre era el Real Zaragoza. Por más que Gaizka Garitano vendiera el mensaje de que el Eibar en la Romareda nunca debería ser favorito, él sabía que el equipo bonito de la segunda división tenía todas las de ganar. Como lo había hecho a lo largo de lo que va de año. Venían líderes, confiados, invictos, aplaudidos, encumbrados por los medios. El modelo Eibar, o sea. Y con esos argumentos han saltado al césped de la Basílica. Y con esas razones han empezado a bailar con un balón en los pies.

Los primeros minutos han servido para dibujar un panorama de alambre. Con una apuesta equitativa, apostando por mantener el grupo que el pasado domingo apuntó una leve mejoría con la inclusión de Arzo en lugar de Cidoncha, Víctor Muñoz sabía que el partido era clave. Los que no parecían saberlo eran los jugadores. Nerviosos, imprecisos, acomplejados ante el fútbol limpio y dinámico de los eibartarras el balón era de los forasteros, quienes han encontrado una autopista en la banda izquierda local, sobre todo cuando el balón lo manejaba Jota. En varias ocasiones sus jugadas han hecho temblar el alma blanquilla de la afición, si bien la falta de puntería ha sido una buena noticia que todos hemos celebrado con alivio.

Mientras tanto el Real Zaragoza procuraba jugar largo buscando la velocidad de Montañés y la templada osadía de Álamo, aunque sin acierto. La mejor ocasión ha llegado en un fallo defensivo. Un balón mal gestionado por la defensa armera ha habilitado a Roger que, solo, ha optado por errar otro mano a mano. Se repite el perdón del día del Depor. Eso ha sido un breve oasis en medio del desierto futbolístico blanquillo y las sensaciones seguían siendo malas. Y peores que podrían haber sido si el árbitro no anula un gol legal que el Eibar ha logrado en el minuto 28. El error arbitral le ha dado aire a los locales, que han logrado llegar a la orilla del descanso con su portería a cero y todo un mundo por delante para corregir actitudes, olvidar errores técnicos (Barkero ha estado horroroso) e imprimir otro ritmo al match para lograr una victoria que en ese momento se antojaba imposible.

Víctor ha movido el banquillo. Y ha decidido bien. Álamo se ha quedado en la ducha y le ha dicho a Víctor Rodríguez que se adueñase de la banda izquierda para otorgarle a la defensa vasca algunas razones para la inquietud. Buen mensaje muy bien entendido por “el pequeño catalán” que ha firmado un partido vertical, vigoroso y dinámico, detalle que ha servido para que la cara de la mañana nos haya pintado la sonrisa de blanco y azul.

Ese momento ha llegado minutos después de que Luis García hubiera errado una clarísima ocasión de gol. El gesto torcido del rostro de la afición ha dado paso a la ovación y las banderas al viento cuando el propio Luis García, el mismo que cinco minutos antes había desesperado al respetable, ha rematado impecablemente un buen centro de Diego Rico. Jugada de calidad, fuerza y fe. Gol de fe, fuerza y calidad. La Romareda ha vibrado y el cielo se ha vuelto un poco más azul. El equipo ha creído; la afición ha creído. El espíritu aguerrido de los muchachos, con el sello de Víctor Muñoz en cada gesto, ha sido suficiente para rearmarse moralmente y sostener el encuentro con entereza. El Eibar se ha mostrado como un equipo menor en la segunda parte de la segunda parte. No ha podido enfrentarse a la adversidad del gol y el empuje zaragocista y a la fiesta se ha sumado el entrenador zaragocista sustituyendo a Luis García para que recibiese la ovación de la temporada y proporcionarle a Cidoncha la ocasión de gobernar la nave en un tramo decisivo.

El partido ha acabado intenso y metálico, con una demostración de compromiso por parte de los jugadores que deberán mantener de aquí hasta que acabe la temporada si queremos que los objetivos propuestos se cumplan. Ahora lo que hay que hacer es escribir esas metas.

Ficha Técnica

Real Zaragoza:

Leo Franco; Fernández, Álvaro, Laguardia, Rico; Javi Álamo (Víctor Rodríguez, min.46), Barkero (Esnaider, min.85), Arzo, Montañés; Luis García (Cidoncha, min.72) y Roger.

Eibar:

Irureta; Bóveda, Albentosa, Raúl Navas, Yuri; Errasti, Dani García; Jota Peleteiro, Arruabarrena (Capa, min.71), Gilvan Gomes (Eizmendi, min.71); y Morales (Urko Vera, min.58).

Goles:

1-0. Min.61, Luis García.

Árbitro:

Munuera Montero. Amonestó con cartulina amarilla por el Eibar a Raúl Navas, Gilvan Gomes, Errasti y por el Real Zaragoza a Arzo y Cidoncha. Expulsó con tarjeta roja directa al local Arzo (min.92)

Incidencias:

Partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga Adelante disputado en el estadio de La Romareda ante unos 18.000 espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Leo Franco: 3. Sobrio y seguro.
Fernández: 2. Rápido y decidido.
Álvaro: 2. Fuerte y presente.
Laguardia: 2. Comprometido y valiente.
Rico: 2. Combinativo y veloz.
Arzo: 2. Ubicado y pausado.
Barkero: 1. Tembloroso y errático.
Montañés: 3. Veloz y vertical.
Luis García: 3. Certero y orgulloso.
Álamo: 1. Lento e inseguro.
Roger: 2. Burbujeante y obstinado.
Víctor: 3. Eléctrico y efervescente.
Cidoncha: 2. Técnico y luchador.
Esnaider: 2. Intenso y voluntarioso.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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