Imprescindible | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 0 Eibar
Por fin, tras nueve partidos sin ganar, llegó la victoria. No fue una victoria contundente, ni brillante el partido, pero los tres puntos se necesitaban de forma casi desesperada. Fue una victoria imprescindible para tomar aire, para respirar un poco de oxígeno redentor entre tanto ahogo y pesimismo. Con esto, nos alejamos un poco de las posiciones de descenso, pero lo justo para afrontar el siguiente partido con entereza y convicción. Hay que mirar hacia arriba, hacia la promoción. No con ansiedad, sino para poner tierra por medio con respecto a la zona fatal.
Víctor Muñoz poco a poco va trabajando con el equipo. Con los recursos que todos conocemos, intenta poner un poco de orden y fluidez en sus jugadores, ensayando y poniendo en práctica algunas ideas. Su llegada trajo una olvidada alegría a los seguidores, e insufló un optimismo que se enfrió en su primer partido contra el Deportivo. Sin embargo, una derrota en casa, un partido empatado fuera (que pudo ganarse) y una victoria en casa parecen esbozar una línea ascendente. Hay que aprovecharlo.
La primera parte contra el Eibar resultó una nueva colección de despropósitos. Los jugadores no hilaban bien y no se veía soltura ni calidad. Todo apuntaba a un canto angustioso, a una nueva decepción de tenebrosas consecuencias anímicas. El Real Zaragoza tuvo dos buenas ocasiones marradas por Roger y Luis García. Este último se encargó de convertir en gol la siguiente que tuvo, por cierto la más difícil.
En otras fases anteriores de la liga, ponerse por delante en el marcador inducía en el equipo una especie de vértigo, un “miedo a ganar”, que le hacía recular hasta que el rival lograba el empate o algo peor. Este domingo, en cambio, no sucedió eso. No hubo concesiones y sin una brillantez superflua, se supo mantener el resultado sin que el Eibar inquietase demasiado. Su mejor hombre en la primera parte, un tal Jota, se difuminó entre protestas al árbitro y el propio cansancio.
El Eibar venía como líder de la categoría. ¿Demostró serlo?¿Lo hizo el Deportivo en su momento? No son más que un exponente de cómo está este año la segunda división. Tremendamente mediocre e igualada. Cualquier cosa puede suceder, como se está viendo en todos los campos todas las jornadas. Sería bueno ir creciendo y aunque el Real Zaragoza esté haciendo una de las peores temporadas de su Historia, ir al menos maquillando con victorias este tramo final.
Progresar no debería ser difícil, de tan mal que está el punto de partida. La cuestión es: ¿explotará aún alguna bomba oculta extradeportiva? No hay que olvidar al gran culpable de esta travesía por el infierno, ni a la colección de engendros a quienes gusta de encargar la gestión, superándose año tras año en incertidumbre, irresponsabilidad y demencia deportiva. ¡¡¡ Que se vayan ya !!!!! ¡Eso sí que es imprescindible!!!
Por Ron Peter
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