Villarreal B 2 – 3 Real Zaragoza | Crónica
Triunfo de alabastro
Entonces, ¿resulta que el gol existe? Entonces, ¿es verdad que hay jugadores que saben convertir? Entonces, ¿va a ser cierto que cuando los balones llegan al área bien dirigidos, es más fácil lograr la victoria? Sí a las tres preguntas. Sí a los tres interrogantes que el Real Zaragoza ha sabido responder en cuarenta y cinco minutos correctos que han servido para demostrar que caben algunas certezas en este equipo que, en palabras de Escribá, “da para lo que da”. Pues hoy ha dado tres veces.
Nadie, ni este cronista, optimista enfermizo, daba medio jaqués por el equipo en el minuto 45. La desastrosa primera parte había arrojado los huesos del Zaragoza al césped cerámico. Una fase en la que varios jugadores ofrecieron lo peor de sí mismos. La presencia de Pape ya fue una mala noticia para la pundonorosa afición blanquilla que se desplazó a Villarreal y su juego, paupérrimo y deshilachado, confirmó los peores presentimientos. Junto a él, varios compañeros desactivados permitieron con su pasividad y su impericia que el joven equipo local pasase por encima logrando un cómodo y desalentador 2-0.
El partido navegó por aguas insulsas durante veintiséis minutos, con una sola ocasión zaragocista, doble, que desmontó el portero groguet, Iker López. Ni Molledo, de cabeza, ni Pape, con un chut seco pero al cuerpo del arquero, consiguieron el gol. Si lo logró Carlo, quien metió la puntera de la bota para batir a Cristian después de un saque de esquina muy mal defendido. Gol extraño, tontorrón como una mañana de domingo sin compañía. Y demoledor. El equipo se cayó y el Villarreal se aprovechó para rematar una faena que se le antojó muy sencilla ante la blandura del equipo del Ebro. Fue en el minuto 40 cuando subió al marcador el segundo gol, obra ahora de Fer Niño.
La pausa provocó que la afición del león apagase los sueños, si no la televisión, que de todo hubo. En la caseta Escribá desmontó el engendro que él mismo había propuesto y sustituyó a Pape y a Eugeni por Azón y Vada. Pocas veces dos cambios han surtido un efecto positivo tan inmediato como en esta ocasión. A los cinco minutos Larra le puso en la mochila a Iván Azón un balón precioso que el zaragozano convirtió en oro puro con un gol de nuevenueve. Había luz en la negrura de la tarde. Además, a partir de ese momento los chicos que hasta ese momento habían jugado un fútbol disminuido ahora se empeñaban en recordarnos que en sus cabezas y en sus piernas aún hay relato.
Mucho se ha hablado de la bendición que supondría la pareja Giuliano-Azón cuando pudiesen jugar juntos, pero lo que nadie esperaba es que la fusión Azón-Mollejo también podría ser una apuesta valiosa. De ponerla en valor se han encargado hoy los dos zagales. A ambos se sumó Puche, el pulmón del Moncayo que abrió varias latas hasta que le regaló una a Mollejo para que el toledano provocase el 2-2 de Íñiguez en propia meta. La fiel afición presente en Villarreal explotó en un ejercicio de fe infinita, alentando mareas venideras que no tardarían en llegar.
Ese oleaje salvador, ese brazo de mar que alentó al zaragocismo hasta la victoria vino por la banda izquierda. Gaby Fuentes, que ya había participado en el primer gol, recibió un buen balón de Manu Molina, sustituto de Francho cuando el aragonés recibió una tarjeta amarilla, y colocó un balón de manual en el punto de penalty. Ahí surgió la cabeza de Mollejo, que conectó un remate precioso que superó todas las barreras posibles. Era el tercer gol, la gema de una rica pieza de orfebrería futbolística que el Zaragoza construyó en cuarenta y cinco minutos memorables.
La victoria encaja en el ánimo de los chicos del león con una fuerza cuya imagen es el llanto de Cristian entrando al vestuario. Esa foto vale por una temporada que nos está sacudiendo con tantos vaivenes como ráfagas de viento azota el valle que nos acuna. Y la lección es nítida: cuando juegan los buenos algo puede ocurrir. Hasta es posible vencer.
Ficha técnica
Villarreal B:
Iker Álvarez, Leal, Pablo Íñiguez, De la Fuente, Tasende, Del Moral, Carlo Adriano, Lozano, Diego Collado, Álex Millán (Haissem, min. 67) y Fer Niño.
Real Zaragoza:
Cristian Álvarez, Jair Amador, Francés, Fuentes, Fran Gámez, Alarcón, Francho Serrano (Manu Molina, min. 75), Eugeni (Vada, min. 46), Larrazábal (Miguel Puche, min. 64), Gueye (Iván, min. 46) y Víctor Mollejo (Carlos Nieto, min. 90).
Goles:
1-0, min. 27: Carlo Adriano. 2-0, min. 40: Fer Niño. 2-1, min. 50: Iván. 2-2, min. 70: Pablo Íñiguez en propia meta. 2-3, min. 90: Víctor Mollejo.
Árbitro:
Guzmán Mansilla (andaluz). Mostró tarjetas amarillas a De la Fuente, Iker Álvarez y Pablo Íñiguez por el Villarreal B y a Francho Serrano y Miguel Puche por el Zaragoza.
Incidencias:
Partido de la Jornada 23 de LaLiga SmartBank 2022-23 disputado en el estadio de La Cerámica, con 11.500 espectadores.
Puntuaciones
Cristian: 4. Como siempre, buen partido del rosarino.
Gámez: 2. Fue de menos a más. Acabó con corrección un partido diagonal.
Francés: 3. Flojo comienzo que dio paso a una segunda parte metálica.
Jair: 3. Serio y correcto, como es habitual en él.
Fuentes: 3. Muy activo en ataque, participó en dos de los tres goles.
Francho: 4. Generoso en el esfuerzo y proactivo en el compromiso.
Eugeni: 1. No juega cómodo en el espacio que Escribá le propone.
Alarcón: 3. Centrado en lo suyo, encontró ciertos caminos.
Larra: 3. Participó en el primer gol y combinó bien con Gámez.
Mollejo: 4. Alborotó a la defensa local y logró el gol definitivo.
Pape: 1. No es jugador para el Zaragoza.
Azón: 4. El mejor. Su presencia le cambia la mirada al equipo.
Vada: 4. Vertical y presente en los momentos ofensivos más relevantes.
Puche: 4. Agitó la banda y dio el segundo gol.
Manu Molina: 3. Acertado en la visión de juego, abrió el campo.
Nieto: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
