Real Zaragoza 1 – 0 R Valladolid | Crónica
El calor de la victoria
Calor. Hace mucho calor en el corazón del zaragocismo. Los latidos del león retumban aún en las cúpulas de la Basílica después de contemplar cómo los tres puntos duermen, de nuevo, en la orilla del Ebro. Con el brillo de la ilusión iluminando cada brizna de césped el Zaragoza disputó un partido serio, sólido. En él destacó el compromiso, el talento y la comunión entre el equipo y la afición. No se le pudo pedir más a la vida.
Fran Escribá replicó la alineación que tan buena respuesta le dio en la primera jornada, sabiendo que el rival, el Real Valladolid, es un titán a medio construir pero con las costuras muy bien ajustadas a su legítima única aspiración. Pronto se pudo ver, pues los castellanos tienen la obligación de luchar desde el primer minuto por el ascenso.
Hasta el minuto 20 se pintaron la cara de violeta. La línea media forana manejaba con agilidad y buenas artes el balón. Se movía con una rapidez pasmosa favorecida por la superioridad numérica, así que el equipo aragonés optó por armar bien la cobertura y consolidar su línea del primer cuarto para evitar sorpresas. Porque Iván Sánchez, el 10 pucelano, demostró ser un comandante hábil y transgresor que le rompía los espacios a Nieto y Toni Moya una y otra vez.
Cristian tuvo que intervenir muy pronto a un endiablado disparo de Monchu, pero eso no intimidó a los de Escribá, que sobre todo con las rupturas de Azón también mostraba su pólvora, como en un chut esquinado que lamió la escuadra de Masip. O como cuando de nuevo el nueve recibió un balón alargado y su disparo lo tuvo que repeler el cancerbero vallisoletano. No era un guión estructurado, pero sí párrafos que anunciaban opciones que hacía mucho que no percibíamos. Aquello de “algo puede pasar” cuando tenemos el balón. Y pasó.
Toni Moya había sido el proveedor de un balón que le llegó a Azón y cuyo disparo polvoriento tuvo que rechazar Masip a córner. Y Toni Moya, un jugador que cada día nos da un motivo más para alegrarnos de su llegada, fue el encargado de botarlo. Del mismo nació un rechace despistado que aprovecho Francés para lograr el 1-0. La Romareda estalló en una sucesión de explosiones de júbilo que ni siquiera la revisión del VAR apagó. El mismo artefacto que minutos después descubrió un fuera de juego que invalidaba un claro penalty del propio Francés a Cédric. Bendita y alabada.
Se llegó al descanso tras una inacabable prolongación fruto de las detenciones tecnológicas y la pausa le vino muy bien al Zaragoza. Quien mejor lo expresó fue Bakis, que dispuso de dos ocasiones muy buenas que no acabaron en gol porque aún no ha llegado su momento, aunque algo nos dice que cuando se abra la lata de ella surgirán unas cuantas alegrías. Quien sí encontró la luz fue Maikel Mesa, nuevo ídolo del zaragocismo. El canario remató un buen centro del inagotable Francho y logró el 2-0 que todos celebramos con una alegría casi olvidada. No obstante no estaba del VAR que se pasasen por alto los centímetros de la bota de Bakis, así que adiós a la euforia.
Pareció que comenzara otro partido, pues Pezzolano puso en el tapete todas sus cartas. Ahí se dio el periodo más sanguinoliento, pues el entrenador uruguayo no quería dejar escapar la pieza sin al menos intentar herirla. Y se generó un escenario de intercambio de propuestas: el Valladolid, a enmendalla; el Zaragoza, a sostenella. En esos minutos es cuando más cerca estuvieron los violetas de lograr su propósito. Sobre todo en el minuto 75. Iván López, inmenso, estrelló un torpedo en el larguero de Cristian. Ahí tembló el firmamento y la afición se alzó, gigante, para sostener a los suyos. Y Escribá, que movió el banco para cambiarle el paso al Vallodolid.
Entraron Bermejo y un poco después Mollejo y Grau. Los tres ayudaron a modificar el paisaje y desorientar al Valladolid, que no supo responder a este nuevo guión. Se produjeron varias acciones favorables para ambas escuadras pero ni Montiel acertó con la puerta de Cristian, ni Maikel Mesa pudo con Masip con un chut rectilíneo a pase de Francho ni Bermejo, ¡ay, Bermejito!, acertó con el pase final a Mollejo en un gran contraataque. Con todo y eso, la Romareda hizo de madre coraje y protegió a los chicos de los mil males haciendo posible con su cálido aliento que la segunda victoria consecutiva nos mantuviese en Territorio Ilusión. El que tenemos que transitar para regresar a casa. A Primera.
Ficha técnica
Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Gámez, Francés, Jair, Nieto; Aguado, Francho, Moya (Grau, 81), Maikel Mesa (Valera, 91); Azón (Bermejo, 72) y Bakis (Mollejo, 81).
R Valladolid:
Masip; Luis Pérez, Boyomo (Montiel, 58), Quintana, Escudero (Rosa, 46); De la Hoz, Monchu; Moro (Kenedy, 46), Iván Sánchez; Tunde y Cedric (Sergio León, 58).
Goles:
1-0, min. 30: Francés.
Árbitro:Ávalos Barrera (Comité Catalán). Amonestó a Nieto (14), Iván Sánchez (45+4), Cristian Álvarez (82), Quintana (83) y Poussin (97, en el banquillo).
Incidencias:
Partido de la Jornada 2 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en La Romareda, con 20.000 espectadores.
Puntuaciones
Cristian: 4. Magnífico. Respondió a cada zarpazo del contrario.
Gámez: 4. Enorme trabajo. Se dejó todo en el campo.
Jair: 4. Inmenso. Llegó a todo en todas.
Francés: 5. Excelso. Seguro e inexpugnable. Además, goleó.
Nieto: 4. Muy seguro y fiable.
Aguado: 5. Inmejorable. Un ancla de gran profundidad.
Toni Moya: 4. Le costó encontrar el espacio, pero acabó impecable.
Maikel Mesa: 5. Ovacionado por su gran aportación al equipo. Ídolo.
Francho: 5. Encontró mil caminos y taponó el vacío. Inagotable.
Bakis: 3. Sus chuts aún no encuentran el objetivo.
Azón: 3. Peleó todo pero quizás algo aislado.
Bermejo: 2. Inexacto y fuera de sintonía.
Mollejo: 3. Aportó agitación y desparpajo.
Grau: 2. Le dio poso a la situación
Valera: S. C.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
