El rival más débil | La Lupa

Real Zaragoza 3 – 0 Levante

“El rival más débil” era un programa de origen británico, basado en un juego de preguntas y respuestas, en el cuál un grupo de desconocidos debía trabajar en equipo; ronda a ronda, y su objetivo consistía en acertar el mayor número de preguntas dentro del tiempo límite, pero sólo uno de ellos sería el ganador, llevándose a casa el premio efectivo mientras el resto de los concursantes se llevaba nada, absolutamente nada. Una de las más importantes características era que el programa lo conducía una señora, vestida de negro y con muy mala uva, que se dedicaba a realizar comentarios hirientes sobre la capacidad intelectual de los pobres concursantes. Si el Levante hubiese participado en un programa de “El rival más débil” hubiese recibido esa calificación por el resto de sus compañeros, porque peor no se puede jugar al fútbol.

El partido era de alto riesgo, no por peligro en el orden público, sino por la desgraciada antesala de la eliminación en los albores de la Copa de la UEFA. La victoria era la única salida, cualquier otro resultado no era opción. Pero el rival era el más adecuado para restañar los cardenales que nos dejó el Aris. Desde el comienzo del partido y salvo un aviso cabeceril del gigante Riganó y alguna descoordinación defensiva, se vislumbró que el Real Zaragoza iba a ser muy superior y así fue. La mala puntería de Diego Milito fue decisiva para que la primera parte no acabase con un marcador a favor, pero el fútbol zaragocista, a pesar de su falta de constancia y de cierta inconsistencia, producía muchas ocasiones de gol. El fenomenal trabajo de Sergio García en los desmarques y de D´Alessandro en los balones profundos y en el regate eran suficientes para crear un clima de espanto entre los espantosos defensas levantinistas.

Y en la continuación se hizo la luz. Tanta acometida atacante y tan poca oposición acabaron por congeniar en la normalidad, que era la llegada de los goles zaragocistas, conseguidos por Sergio García y por Oliveira “el Killer”, chupón y poco participativo en el juego pero definidor como pocos.

La victoria balsámica llegó y aparca la crisis desencadenada por el flojísimo comienzo de temporada y en especial por la eliminación europea. Los síntomas de mejoría fueron evidentes, pero tendremos la duda, también evidente, de si son origen del trabajo del equipo o de la enorme debilidad del contrario. Esa incertidumbre se despejará en los dos próximos y decisivos partidos, contra Atlético de Madrid y Villarreal, rivales directos y no “débiles” y que mostrarán el verdadero pulso del Real Zaragoza.

Por Jeremy North

aupazaragoza

Deja tus comentarios el foro de AupaZaragoza.com. El Real Zaragoza es nuestra pasión.

Comentarios

(required)