Soltando lastre | La Lupa

Real Zaragoza 4 – 1 Villarreal

En muchas ocasiones recuerdo con una mezcla de nostalgia y enfado por la tarea inacabada uno de mis grandes obstáculos de mi época de estudiante. Jamás pude comprender a Hegel. Aquellas tesis, síntesis y antítesis eran para mí un misterio insondable y me conformaba con memorizar cual lorito la frase que resumía su dialéctica: la historia es una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones inherentes al movimiento anterior.

Y parece que la historia se repite. Antaño fue Hegel y hoy es el Real Zaragoza. Simplemente no lo entiendo. Afortunadamente son cosas distintas. Hegel no le interesa a casi nadie (con perdón, que nadie se escandalice, pero reconozcamos que el filósofo alemán no suele ser un tema frecuente en las conversaciones habituales de los simples mortales) y el Real Zaragoza es pasión de muchos con los que debatir e intentar desentrañar el misterio.

Hoy el Real Zaragoza ha jugado un partidazo contra un rival directo en la lucha por nuestros supuestos objetivos. El mismo real Zaragoza que hace 7 días hacía el ridículo en el calderón y contra el mismo equipazo que hace 7 días le dio un tremendo baño al todopoderoso Barcelona. Reconozcamos que dicho así, no hay quien lo entienda. Pero el análisis debe ser correcto y aquí entra la primera clave del misterio. ¿Era el mismo equipo el que hoy ha goleado al Villarreal que el goleado por los colchoneros? Pues habrá que ser serios y reconocer que no. El equipo que ha triunfado hoy ha soltado lastre. Y siento ser tan claro, pero todo arde si le aplicas la chispa adecuada y francamente a mí el tema Aimar me cansa y hasta me molesta. Sería injusto decir que el argentino es un mal jugador. Injusto e incierto. Pero si nos ponemos a hablar de injusticias quizá es aún más injusto que todo un equipo se diseñe para arropar a su líder cuándo el líder sólo ofrece su arte con cuentagotas y el resto del tiempo se pierde en carreras ineficaces y retención del cuero.

El Real Zaragoza de hoy ha jugado más vertical, ha soltado la pelota, ha entregado balones a sus matadores y éstos han demostrado que cuándo el balón les llega si que son esa delantera letal que nos hizo soñar a principio de temporada. Hemos sido un equipo rápido, fluido, con rachas de fútbol brillante y con un poder goleador absolutamente demoledor. Y esta fluidez y esta verticalidad nunca la conseguimos cuándo Aimar y D’alessandro están el campo. Y es que a veces tenemos sobredosis de toqueteadores y “trescuartocanchistas” y nos falta alguien que simple y llanamente no sobetee la pelota y la pase a la primera y al hueco. No puede ser tan difícil. Sé que muchos creerán que he perdido la razón pero pienso sinceramente que el hecho de que Aimar y D’alesandro tengan una buena dosis de banquillo le vendrá muy bien al equipo y a los jugadores. Aquí nadie es imprescindible. Hay plantilla larga y sin ellos podemos jugar bien. Muy bien. Y no lo supongo. Lo he visto hoy Pero claro, hay que ser humilde y envainársela públicamente cuando algo en lo que no creía ni remotamente se demuestra en la práctica. Así que debo empezar mi sesión de autoflagelamiento (que nadie se frote las manos, tengo una sorprendente capacidad para cambiar de opinión y defender a muerte lo denostado y vituperar lo alabado anteriormente, así que no va a costarme un gran esfuerzo): Óscar ha jugado un partido sensacional y se ha ganado la titularidad. Ha demostrado que es un jugador válido para el estilo del actual Real Zaragoza, ha marcado, ha asistido, ha distribuido con inusitada facilidad y ha alcanzado la espectacularidad con el pase que ha habilitado a Sergio para el 4 a 1. Tres años después, la amenaza fantasma se ha manifestado en todo su esplendor… más vale tarde que nunca. Ahora que siga así. Jugando así puede ser un componente básico para el juego zaragocista. Tengo mis dudas, para que negarlo, pero demonios, si puede jugar así, que lo haga. Nos haría mucho bien a todos. Ojala este partido haya sido el primer capítulo del nuevo Óscar y no sólo una excepción en la mediocridad.

Y no quiero cerrar aquí el capítulo de las felicitaciones porque hoy son necesarias, y habrá que decir que, mire usted por dónde, Víctor no se equivoca siempre (¡ya era hora de que acertáramos una!) y poner a Sergio en la banda ha sido un clarísimo acierto, por que es otro de los jugadores que ha jugado un partido sensacional y ha vuelto a demostrar que su suplencia es inexplicable y tremendamente injusta porque hoy por hoy es el jugador en mejor estado de forma del equipo. ¿Y qué decir del Ejeano? Zapater ha estado simplemente fantástico. Ha corrido cómo siempre y hoy las cosas le han salido bien. Ha acertado en el pase, ha sido un valladar infranqueable y se ha dejado la piel convirtiéndose en pieza fundamental de la victoria blanquilla.

Por último me alegra mucho poder decir por fin que hoy hemos jugado un magnífico partido en defensa. Ayala ha estado serio en el corte, poderoso por arriba y hasta rápido. Pavón ha cubierto bien y ha demostrado que su blandura en el corte puede suplirla con habilidad y rapidez. Que yo recuerde han cometido algún error, pero creo que en líneas generales han tenido una actuación más que digna y nos estaba haciendo mucha falta tener solidez defensiva, porque estábamos encajando demasiados goles. A ver si es verdad que empezamos a conjuntarnos y a ganar solidez y seriedad atrás. (Sería malévolo decir que sin el dueto de toqueteadores argentinos el centro del campo defiende más y mejor, los laterales están más desahogados y el rival llega con menos comodidad, así que no lo diré, aunque lo piense…)

Poco más puedo decir. Partidazo, buen fútbol, por momentos, incluso brillante y goleada a un rival directo en nuestros objetivos. Creo que la grada ha disfrutado de un magnífico espectáculo que ya nos veníamos mereciendo, porque éste sí que ha sido de verdad, contra un gran rival y con un gran juego. El submarino amarillo ha sido localizado por el destructor blanquillo y las cargas de profundidad de Oliveira, Óscar, Diegol y Sergio lo han destrozado. Magnífico trabajo.

Lástima que la felicidad se vea empañada por la injusta expulsión de Pavón, que no toca al jugador del Villarreal (pero claro, si Iturralde no nos dejara una perla, nos sería él.¿Que pean de hombre! Y sobre todo lo peor de todo, la que parece grave lesión de Luís Carlos Cuartero. Desde aquí querría trasmitirle todo el ánimo y el apoyo que estoy seguro que la afición del Real Zaragoza le desea a su “Gran Capitán”. ¡Ánimo Charly!

Por Gualterio Malatesta

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