Baturrico | La Lupa
Real Zaragoza 1 – 2 Real Sociedad
Querido Manolo:
Dicen de los aragoneses que somos cabezudos, que por mucho que chufle el tren, seguimos en medio de la vía, que quiera dios o no quiera hacemos lo que creemos correcto sin apearnos del burro.
Probablemente el tópico es cierto, pero tras el partido del domingo en la Romareda ante la Real Sociedad tengo claro que esa cualidad no es exclusiva de los aragoneses.
No es la primera vez que lo digo tienes mi agradecimiento y mi respeto, no me gusta criticarte, no quiero hacerlo. Pero demonios… Manolo, eres un jodido cabezón.
Te pongas como te pongas Romaric es un puñetero cero a la izquierda, en la suma no aporta nada y en la multiplicación anula a los demás componentes. Jugar con el costamarfileño es jugar con uno menos. Y ponerlo de supuesto centrocampista de contención es un pijada del tamaño del Taj Mahal, porque ya me dirás tú cuántos balones cortó ayer… Que no, Manolo, que no, que no seas baturrico, que no tienes razón. Romaric se esconde, ni corre, ni defiende, ni ataca, ni distribuye… es una absoluta calamidad que lejos de aportar algo, perjudica al equipo.
Y por si la cabezonada del africano no fuera suficiente, encima ayer te da por ponerte exquisito, vamos a jugar a ser Guardiola, debiste pensar… en lugar de sacar a Fernández de inicio, que venía de jugar un buen partido en Málaga, y poner a Sapunaru en el centro, mejor hacemos un experimento absurdo, dejo a Sapunaru en el lateral, pongo a un convaleciente Paredes de central, que si ya no va sobrado en plenitud de facultades imagínatelo medio griposo, y saco a un chavalín de la cantera por la izquierda… pero vamos a ver ¿En qué universo paralelo te pareció que un chaval de la cantera y Paredes iban a parar a uno de los mejores ataques por la derecha de la primera división? ¿Le darás otra oportunidad al engendro surrealista cuándo nos visite Cristiano Ronaldo?
Y luego en la rueda de prensa vas y te cabreas… a ver, compañero, el cabreado soy yo, porque el domingo me tragué uno de los más deleznables tochos que he tenido la desgracia de ver en mis muchos años de sufrido zaragocista. ¿Qué el partido se rompió con el primer gol y con la tempranera y probablemente injusta expulsión de Héctor? No te lo discuto. Pero coño, cuándo las cosas no salen como esperas queda el orgullo, la lucha, el esfuerzo. Y ayer los jugadores del Real Zaragoza dieron malagana. Y eso sí que no. Que no podamos lo admito, pero que no nos salga de los santos cojones no me da la gana tragármelo.
Espero, te lo digo de corazón que esto haya sido un error concreto y que recapacites tranquilamente porque ésta vez, me duele decirlo, y sin dejar de lado la abulia de una cuadrilla de señoritas en pantalón corto que salieron al césped a hacer turismo, gran parte de la culpa de la derrota la tienes tú, por sacar una alineación absurda, por hacer unos cambios ilógicos y por no ser capaz de cambiar la dinámica del partido.
Mira, te lo digo de corazón, olvidemos el tema. No ha pasado nada, corramos un estúpido velo sobre la basura que nos tragamos frente a los donostiarras. Recapacita, déjate de experimentos absurdos y mentaliza a la plantilla de que es fundamental ganar en Pamplona. Y esa sí que es nuestra liga. Si no damos la cara ante el Osasuna, permíteme que te lo diga, voy a empezar a acojonarme de verdad.
Un abrazo y toda la suerte del mundo, porque te lo mereces, porque no nos merecemos seguir sufriendo y sé que sabes hacerlo mejor.
Por Gualterio Malatesta
Comentarios