Razón de necesidad | La Lupa
Real Zaragoza 2 – 1 Sevilla
En 1969, The Rolling Stones publicaron Let It Bleed, otro álbum repleto de canciones que Sus Satánicas Majestades han convertido en grandes clásicos del rock, pero sobre todas ellas me quedo con You Can’t Always Get What You Want, porque puede ser todo un lema de vida: no siempre puedes conseguir lo que quieres, pero si lo intentas, puedes lograr lo que necesitas. Y este Real Zaragoza, que necesita salvarse otro año más para sobrevivir a la Liga y al Concurso de Acreedores, lo está intentando.
Manolo Jiménez se ha empeñado en introducir sensatez y competencia en el Real Zaragoza más insensato e incompetente de la historia, y a fe que lo está logrando, pero ha necesitado la ayuda de un árbitro para darse cuenta de que también él estaba empecinándose en un error que estaba perjudicando gravemente al equipo. En Granada se demostró que con Romaric éramos menos y que con Movilla somos más. La duda estaba en si el partido contra el Sevilla supondría la vuelta a la anormalidad de alinear a un jugador que no está en perfectas condiciones o si lo que había funcionado no se tocaría. Y Jiménez, para mi gran alivio, demostró una vez más sensatez.
Y eso que esta vez al dúo Movilla-Apoño le costó un rato hacerse con el medio campo, pero es que el juego de un equipo necesita centrocampistas de calidad y estos lo son y mejoran mucho la circulación y la salida del balón. Esto permite utilizar una pieza como Zuculini, más alocado, pero agresivo e incisivo, cosa que también necesita un equipo y más ahora que Víctor ha pasado a la media punta, donde se compenetra a la perfección con un Postiga que está en estado de gracia. Si a esto añadimos que la entrada de Loovens por Paredes da más tranquilidad a la zaga, se explica la enorme diferencia existente entre el Zaragoza tan seguro de los últimos dos partidos y el dudoso e irregular que habíamos visto hasta ahora.
Los tres puntos conseguidos ante el Sevilla son de oro porque convalidan el trabajo realizado hasta ahora y nos dan aire antes de enfrentarnos a los dos rivales más peligrosos de la Liga. No podemos llegar todos los años a Navidad con el equipo hundido y el entrenador cesado.
El Zaragoza se encuentra en estado de necesidad y Jiménez debe hacer lo que el Zaragoza necesita. Y eso pasa por no empecinarse en apuestas personales que ya vimos por ejemplo la temporada pasada y que tan caras costaron al equipo y al entrenador. Hay que encajar las piezas de que disponemos del mejor modo posible para asegurar el funcionamiento de un equipo que vive pendiente de un hilo, que ha de agarrarse a la Primera División con uñas y dientes para que el próximo verano podamos ver la segunda parte, esta vez sí, de un proyecto.
Quizá no veamos lo que querríamos, al Zaragoza de las grandes tardes, de los grandes jugadores y de los grandes triunfos, pero al menos sí tengamos lo que necesitamos, un Zaragoza capaz de sobrevivir a su propia historia.
Por Poyet11
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