Valioso pequeño punto| La Lupa
Leganés 1 – 1 Real Zaragoza
En una competición tan larga e igualada como Segunda, resulta muy importante salvar puntos el día que no se juega lo suficientemente bien. Muchos ascensos se han cimentado sobre la base de perder lo menos posible, y al final los puntos ganados en los días malos cuentan mucho. Por ello, hay motivos para dar por bueno el empate contra el Leganés. Más si se tiene en cuenta que muy pocos equipos ganarán en Butarque, vista la buena pinta que tiene el cuadro pimentonero.
Sin embargo, más allá del punto conseguido, el partido de este domingo deja muchas sombras. Se esfumaron buena parte de las buenas sensaciones con las que se terminó el partido ante el Almería. Fue un punto, valioso en el fondo pero pequeño en las formas.
El cuadro blanquillo nunca dio la cara. Ni se mostró seguro en defensa, con un Rubén fallón, ni salió con claridad y rapidez a la contra. El Real Zaragoza anduvo siempre muy lejos de la victoria, y el empate se puede considerar un premio por encima de los méritos contraídos.
Un candidato al ascenso no puede mostrar esa cara. En lo negativo, dos nombres destacan sobre el resto, ambos muy relacionados: Aria y Popovic.
El jugador japonés no ha dado, en estos tres partidos, el rendimiento que se le podía intuir por los destellos de pretemporada. Blando, lento, poco insistente en la presión, tan sólo ha aportado algunos pases que denotan visión de juego. Su presencia en el campo es completamente intrascendente, con poca participación en ataque y nula en la recuperación. El equipo se ve muy lastrado en este sentido. En descargo de Aria se puede afirmar que el estilo de juego que parece quiere seguir el Real Zaragoza (balones en largo para la carrera de los jugadores más adelantados) no le ayuda en nada puesto que casi no le llegan balones. Por tanto, su principal valedor, Ranko Popovic, poco hace por sacarle el mayor partido y ayudar en su adaptación.
El entrenador serbio es otra de las notas negativas de la jornada. Como en el caso de Miranda, estuvo desacertado en los cambios. Ortuño estuvo desaparecido y Abraham entró muy tarde. Jorge Díaz sí tuvo la aportación fundamental del gol, pero no aportó frescura en ataque.
Popovic no fue capaz de remediar el principal problema de la tarde, que era la pérdida del centro del campo en manos del Leganés. El partido pedía sustituir a Aria por Erik Morán buscando mejorar el control en la parcela central del terreno de juego, abortar los peligrosos ataques del equipo pimentonero y poder salir a la contra con velocidad.
No dio la sensación de que el Real Zaragoza conociera a su rival ni de que se hubiera preparado un plan para incidir en sus puntos débiles y protegerse de los fuertes. Pero tampoco se salió con personalidad a dominar el partido para no jugar en base al rival. Como tantas veces sucedió el año pasado, la sensación que tenía el espectador fue que el partido se trabajó poco el partido durante la semana.
De tres partidos jugados, en dos de ellos la aportación desde el banquillo ha sido muy poco acertada. Urge un cambio en ese sentido para sacarle más partido a una plantilla este año muy amplia, y para ubicar a todos los recursos, incluido Aria, allí donde más pueden aportar.
De cara a los dos partidos en casa, sería necesario dar entrada de una vez a Vallejo y reforzar el centro del campo con Erik Morán o Diamanka, para no perder de nuevo esta parcela ante el rival.
por Kicooper
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