Bandrés, de profesor a Presidente
Nacido el 11 de noviembre de 1957. Don Eduardo Bandrés Moliné está casado y tiene dos hijos. Es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Zaragoza, autor de dos libros y varios artículos de economía en revistas especializadas. Fue diputado a Cortes de Aragón durante la 1ª legislatura y consejero de Economía, Hacienda y Empleo desde 1999 hasta 2006. Pero sobre todo es un gran zaragocista.
Este es el perfil del nuevo presidente del Real Zaragoza. Un licenciado en Economía, que ha pasado de docente en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, a Presidente del Real Zaragoza, pasando por consejero de economía, algunos dicen que siendo el mejor consejero del ejecutivo, y el brazo derecho del Presidente Iglesias
Como docente, los que le conocieron en dicha faceta, comentaron que era un hombre eminentemente preparado, eficaz y, sobre todo, muy pero que muy pragmático. Dicen las malas lenguas que, los lunes cuando acudía a clase después de que «su» Zaragoza hubiera cosechado una victoria iba con otro talante que cuando el resultado había sido adverso para el equipo blanquillo.
Su especialidad, había sido siempre la economía pública. Esto, unido a su afición por la política, y su afiliación en el PSOE Aragonés, le llevó a ser elegido Consejero de Economía, cuando Marcelino Iglesias ganó sus primeras elecciones en el año 1999. Desde entonces, 7 años al frente de la consejería de la plaza de los Sitios, la consejería de economía. En su gestión, los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma equilibrados, a pesar de que durante su labor al frente de las cuentas aragonesas, se asumieron competencias tan importantes, a la par que costosas, como Educación y, sobre todo, Sanidad. Negociaciones duras y fructíferas con GM para mantener el Opel Meriva en Zaragoza, reducción del paro de forma progresiva y paulatina. En definitiva, una labor más que digna, algunos dicen que impecable, al frente de economía. Una labor que no ha pasado desapercibida ni tan siquiera para los miembros de la oposición. Algo que quedó plasmado en el último pleno de las cortes aragonesas cuando el lider de los populares, Gustavo Alcalde, y cito textualmente, comentó que la salida de Bandrés generaba una crisis en el seno del gobierno autónomo sin precedentes, y es que «Bandrés no es un consejero cualquiera».
Pero Don Eduardo, ha decidido dejar a Iglesias, Marcelino, por Iglesias, Agapito, y dejar de codearse con los políticos, con los ministros de economía, con los empresarios más importantes e influyentes del país o a nivel internacional, para codearse con algunos de los más detestables dirigentes del fútbol español. Su amor al Real Zaragoza, a los colores, y por qué no, también al dinero, 60 millones de Euros tienen la culpa, le han hecho tomar una decisión tan importante en su vida personal y profesional: abandonar la consejería, la política activa y dejarlo todo por el Real Zaragoza.
Su figura al frente del equipo: la de Presidente Ejecutor. Algo que dice mucho. Ejecutor es el que ejecuta, el que toma decisiones, y eso es muy importante. No es lo mismo tener un presidente estilo Pepe León (Real Betis Balonpié) el cual sabe que es una marioneta manejada por Lopera, o un Enrique Cerezo, que maneja a su antojo la familia Gil, que tener un presidente que llega con plenos poderes otorgados por el máximo accionista del Real Zaragoza, Agapito Iglesias.
Hay mucha gente que habla de que esta operación ha sido guiada de forma política desde el Pignatelli, y más concretamente desde la vicepresidencia del gobierno. Pero, sin embargo, Agapito ha cogido al hombre fuerte de Marcelino y no del vicepresidente. Otros dicen que no se debe mezclar la política con el deporte. No seríamos la primera ciudad, ni la última, que hacen lo propio. Sin ir más lejos se nos viene a la cabeza Augusto César Lendoiro, presidente de la Diputación Provincial de A Coruña y presidente del Depor. Otro caso, el que fuera portavoz del gobierno en tiempos de Aznar, además de presentador de la Máquina de la verdad, Miguel Ángel Rodríguez y su relación con el Real Valladolid. Otro caso, no muy recomendable, fue el de Jesús Gil al frente del Atlético de Madrid y de la alcaldía marbellí, corruptamente famosa. Es decir, que esa no es la excusa. Además, Bandrés ha dejado muy claro que deja la consejería y su escaño como diputado en Cortes. Lo que significa que aparta la política de su vida, aunque no su sapiencia ni sus contactos.
Y eso quizá es lo que le hace falta a este Zaragoza. Contactos para mejorar su gestión y optimizar sus recursos. Recordemos que Bandrés fue uno de los máximos valedores y abanderados del aval de 8 millones de €uros que cubría las espaldas del equipo blanquillo, en lo que a la re-financiación de la multimillonaria deuda generada por Soláns y sus secuaces hace referencia. Bandrés es una persona preparada, que ha logrado en 7 años equilibrar las cuentas de la Comunidad Autónoma con los importantes déficits generados por la asunción de las competencias de Sanidad y Educación. Así que, si ha logrado hacer eso con las cuentas de la comunidad, porqué no va a poder hacer lo propio con las de nuestro club.
Podemos concluir diciendo que Marcelino Iglesias ha perdido un gran consejero y que el Real Zaragoza ha ganado un gran gestor, lo de si resulta buen o mal presidente sólo el tiempo podrá decirlo. De momento hemos ganado que a este sí le gusta el fútbol y que peor que Soláns es imposible.
Por cierto, que Agapito está resultando muy listo, se está sabiendo rodear de gente muy buena en todas y cada una de sus parcelas, un buen director deportivo, mantiene a Pardeza, un ilusionante y excelente entrenador, Víctor Fernández, un buen gestor como presidente, y sabiendo de sus limitaciones, adoptando un excelente segundo plano que es de agradecer. De momento, las cosas marchan y marchan bien.
Por JOCA.
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