Concurso y fichajes
Tendré que acostumbrarme a que mi Club de fútbol sea una empresa en la que hay unos accionistas que deciden en vez de lo que tuvimos toda la vida, que era como sentirlo más propio. Y si me tengo que acostumbrar, digo, me tendré que comer con pataticas lo del concurso. ¡Qué rabia me da! No me consuela que la mayoría de los equipos estén igual o parecido. A mí me importa el Zaragoza y lo que le pase a mi equipo. Y es ahí donde se me han abierto las carnes cuando entendí, o eso creo, lo de la Ley Concursal.
Vamos a ver: la jueza ha nombrado a unos señores que van a ser los administradores de la sociedad anónima deportiva. O sea: unos señores (habrá que preguntarles si son del Zaragoza, no vayan a meterse “submarinos” en casa) que van a decidir qué pagan, cuando y cómo según los recursos que tenga el Club o las posibilidades de financiación. Todo esto, imagino que recortando hasta en los espaguetis de las comida de los jugadores…
La parte positiva es que poco a poco sanearán, o eso se espera, las cuentas del equipo. Pero: ¿qué va a pasar con los fichajes de este año? Porque Aguirre ya ha dicho qué necesita y la directiva ésta le habrá contestado que tendrán que buscar a los jugadores. Muy bien: los buscan y los encuentran, se negocia con ellos la ficha y los traspasos, cesiones y demás con otros clubs, representantes, intermediarios y toda la banda que está en esto del fútbol. Pero a la hora de firmar, pueden llegar los administradores concursales y decir que sí, pero que no hay perricas para pagar. A la porra todo.
¿Es así de claro o son figuraciones mías? ¡Ay, que nos vamos a quedar sin equipo! Sólo se me ocurre que o les ponemos las pilas a los administradores (que a lo mejor tienen las manos atadas por las prioridades legales) o nos buscamos a alguien que se rasque personalmente el bolsillo y ceda los jugadores que necesitamos al Zaragoza.
Por Melchor.
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