El pasado domingo en La Romareda estuvieron a punto de saltar todas las alarmas. El bochornoso final del encuentro ante el Lugo con una nueva derrota zaragocista dejó al equipo en puestos de descenso ya en la jornada 4 siendo este el peor arranque liguero en mucho tiempo.
El encuentro se presentó como un encuentro con poco fútbol por ambos equipos. El Real Zaragoza, pese a la entrada en el once de Giuliano Simeone siendo colocado en la punta de ataque, siguió evidenciando las carencias ofensivas de este equipo. Carencias que también se trasladaron al centro del campo en vista de los enormes huecos que presentaba esta zona del terreno de juego debido al planteamiento presentado por Carcedo.
Sin embargo tras una primera parte anodina el Real Zaragoza supo adelantarse prácticamente al final de la misma con un gol del citado Simeone (hasta el momento el mejor jugador del Real Zaragoza). Un gol justo antes del descanso que debería de haber servido para dejar encarrilado un encuentro en el que no hubo demasiado fútbol.
La segunda parte cambio a peor. Al Real Zaragoza se le fueron acabando poco a poco y cada vez más las ideas. Cedió el empate y, en el último minuto de partido en una jugada de chiste, el Lugo terminó por hacerse con el partido demostrando tener un certero acierto ya que supo materializar las escasas ocasiones de las que dispuso.
El equipo no funciona. En cuatro jornadas hemos podido ver las enormes carencias de este equipo (sobre todo en la parte de ataque). Carencias que el pasado Domingo parecía que, en vez de mitigarse, iban a más.
No diré que Carcedo esté en la cuerda floja pero sí se ha aproximado a ella de un modo muy peligroso. El técnico no se está haciendo con un equipo con muchas limitaciones el cual parece estar haciendo aguas partido a partido. No obstante no acusaré a Carcedo de ser el principal responsable de todo este asunto ya que, sin obviar su parte de responsabilidad, no lo es.
El equipo está a medio hacer. La configuración del equipo de esta temporada ha quedado a medias ya que ni ha salido todo lo que tenía que salir ni ha llegado todo lo que tenía que haber llegado. Así pues nos encontramos con un equipo muy limitado con unas grandes carencias. Un panorama que no invita al optimismo.
Referente a la dirección deportiva, según se publicó en prensa, con el mercado de fichajes cerrado el Real Zaragoza va a optar por buscar algún refuerzo dentro de los jugadores sin equipo. Quedará por ver si finalmente viene alguien o no. Lo que está claro es que el Real Zaragoza necesita soluciones y las necesita ya.
Esta jornada el Real Zaragoza viajará a El Toralín para enfrentarse a la Ponferradina. Un estadio que no se le termina de dar demasiado bien al cuadro zaragocista.
La Ponferradina, tras un buen inicio liguero habiendo ganado sus dos primeros partidos, ha roto de cuajo ese buen momento al haber cosechado dos derrotas en sus dos últimos encuentros. Un registro que puede evidenciar que el cuadro castellano también ha caído en un mal momento de forma que hace de él un conjunto vulnerable. Quedará por ver como evoluciona.
Carcedo, a la baja de Iván Azón, suma también la baja de Alejandro Francés para las próximas jornadas. Otra baja de un jugador importante que aumenta la enfermería y que supone un notable hándicap para el equipo.
Encuentro importante donde el Real Zaragoza deberá de romper con esta mala racha para comenzar a sumar puntos y así salir cuanto antes de los puestos de descenso. Como dije en párrafos anteriores el Real Zaragoza necesita soluciones y las necesita ya.
Por Cuñao.