Real Zaragoza 0 – 2 UD Almería | Crónica

Real Zaragoza 0 – 2 UD Almería | Crónica

El vacío nos ahoga

Dicen que los trenes pasan una vez y que no hay que desaprovechar las oportunidades. El de ayer fue un tren que pasó por encima del Real Zaragoza a toda velocidad y eso impidió que pudiera hacer siquiera ademán de agarrarse al estribo. Debacle y decepción son dos palabras que empiezan por «d» y definen muy bien el disgusto que provocó la derrota ante el Almería. Y seguramente hay que buscar la causa en el desorden defensivo y la displicencia con que algunos jugadores afrontaron el choque. Demasiadas «des», entonces.

El gol de Appiah fue la consecuencia lógica y esperada tras ver lo que sucedió en los primeros diez minutos. El Almería salió con una energía, una disposición y una actitud propia de un equipo que lo quiere todo y hace lo posible por conseguirlo. Justamente lo contrario que ofreció el Zaragoza, que vivió ese período de tiempo abrumado y superado por el ímpetu del equipo de Guti (ahora Gutiérrez). Nada menos que cuatro ocasiones de gol tuvieron los andaluces, la cuarta de ellas convertida por un joven Appiah que escupió un latigazo incontestable para lograr el primer gol. Por contra, el equipo de Víctor dispuso de una ocasión clarísima de gol que Suárez, que no es Suárez, dilapìdó con un disparo torpe que golpeó en el cuerpo de Soro cuando lo suyo era haber convertido.

El partido se ponía muy difícil. Más, si cabe, de lo que nos podíamos imaginar conociendo la entidad del rival. Eguaras y Guti no lograban hilvanar ninguna jugada interesante en el centro del campo, con Burgui y Soro perdidos en un mar de indecisiones. Pasaban los minutos y también aumentaba la impaciencia. No había ni un solo argumento digno de ser abrazado. En medio de la maraña tejida por los rojiblancos no cabía el menor de los rayos de sol. Tan solo un balón aislado que Guti puso sobre la portería de Fernando y que este despejó con algún apuro. Pero nada más.

El resultado era justo. La vuelta al vestuario para reponer fuerzas se antojaba una posibilidad para la reflexión y el cambio de rumbo. Este vino dado por la inclusión de Delmás, milagrosamente recuperado para la causa, por un desorientado Francés, duramente castigado por la rapidez y agilidad de Appiah. Mucho antes de que pudiéramos comprobar si el cambio había servido para algo Atienza tuvo que retirarse tras sufrir una agresión de Maras. Lo que en condiciones normales habría supuesto una roja directa se quedó en nada. Otra acción deplorable del árbitro Ais Reig, que sumaría varias más a lo largo de todo el partido, siempre en perjuicio de los aragoneses. Por cierto, que no escuchamos al entrenador almeriense quejarse ayer de la mala actuación arbitral.

Todo eran problemas. Clemente sustituyó al Pichu y se sumó al pobre banquete. Lo hizo con balones largos que buscaban a Soro y, sobre todo a Delmás, convirtiéndose así en un agitador del insulso juego ofensivo blanquillo. Pero también en protagonista de algún error de bulto, como el que nos regaló en el minuto 60. Afortunadamente Darwin lo gestionó mal y Cristian se quedó con el balón en una buena salida. Es entonces cuando el Zaragoza vivió algunos minutos correctos. Nieto dispondría de una buena ocasión a pase de Burgui, pero su chut salió fuera por poco. El Almería permanecía en su «zona de confort», que casi se podría decir que era todo el campo y no varió ni un milímetro su propuesta. De ello trató de sacar partido el equipo zaragozano con dos acciones de Delmás y Guti, pero ninguna de ellas sirvió para equilibrar el marcador.

Lo peor no fue eso, sino la siguiente jugada que el Almería firmó con un gol fruto de un contraataque de libro. El remate final, tras servicio perfecto de Balliu, fue de Villalba. Fue como un puñetazo en el mentón, como si Perico Fernández te hubiese acariciado con uno de sus fantásticos crochets. Ahí acabó el partido. Víctor trató de alargarlo, de prolongar el escenario pensando que todo era posible, pero sus jugadores se empeñaron en desdecirle. Puso a Linares y a Blanco en el campo. No hubo resultado. Había algo de corazón, pero muy poca cabeza. Desde ahí hasta el final solo hubo tiempo para darnos el gran susto con Suárez, que hizo un mal gesto abriéndose de piernas excesivamente, y para varias ocasiones mal gestionadas tanto por el propio colombiano como por Linares y Clemente, pero no está de Dios que este Zaragoza sepa manejar los partidos en la casa vacía.

Si los equipos que tienen que pasar por aquí son un poco espabilados y activan las dos o tres situaciones que se le atragantan a los nuestros, va a ser muy difícil que el ascenso directo se gane en la Basílica. Sus paredes, sus pasillos, sus gradas están hechas para el cálido aplauso, para el vigoroso cántico, para la épica canción, no para los ecos mortecinos o las voces desagarradas que se pierden en el cielo primaveral o veraniego a partir de ahora.

Lo de ayer fue otro tropiezo doloroso, agotador. Otra caída de la que habrá que levantarse el martes ante el debilitado Extremadura que se juega la vida en su casa. Y con algún que otro problema añadido, como es la indolencia de algunos jugadores o la falta de estímulos que muestran otros. Habrá que desear que en dos días estos mismos muchachos que ayer agonizaron desde el minuto 1 recuperen el resuello y logren encontrar de nuevo el camino de regreso a casa. A Primera.

Ficha técnica

Real Zaragoza:
Cristian Álvarez; Francés (Delmás, 46), Atienza (Clemente, 49), El Yamiq, Nieto; Eguaras, R. Guti; Soro (Igbekeme, 78), Kagawa (Linares, 69), Burgui (Blanco, 69); y Luis Suárez.

UD Almería:
Fernando; Balliu, David Costas, Martos; De la Hoz, Vada (Petrovic, 81); Corpas (Aguza, 62), Villalba (Jonathan Silva, 90); Appiah (Francis, 62) y Darwin Núñez (Barbero, 90).

Goles:
0-1, min. 11: Appiah. 0-2, min. 68: Villalba.

Árbitro:
Ais Reig (Comit Valenciano). Amonestó a El Yamiq (1), Francés (13), D. Costas (23), Martos (65), Blanco (78) y Delmás (93).

Incidencias:
Partido de la 34ª jornada de LaLiga SmartBank disputado a puerta cerrada en La Romareda.

Puntuaciones

Cristian: 3. Tuvo dos intervenciones excelsas. En los goles, nada pudo hacer.
Francés: 1. El gol de Appiah lo encogió. Después una tarjeta fruto de los nervios.
Atienza: 2. Algo más entonado, fue agredido y tuvo que abandonar.
El Jamiq: 2. Algo dubitativo, se fue corrigiendo a sí mismo.
Nieto: 2. Mejor en ataque que en defensa, donde sufrió.
Eguaras: 2. Lento y algo tardío en sus decisiones.
Guti: 3. Trabaja lo indecible, pero no encuentra el sendero luminoso.
Soro: 1. No está fino. No encara y muestra inseguridad.
Burgui: 1. Trató de afrontar el duelo individual, pero le falta físico.
Kagawa: 2. Bajó un peldaño. Demasiado amanerado en su juego.
Suárez: 2. Sigue sin mostrar el punto explosivo que le hizo grande.
Clemente: 3. Le dio salida al balón y estuvo atento en defensa.
Delmás: 3. Trabajó bien y subió la banda con decisión.
Linares: 2. Estuvo y la tuvo, pero no definió.
Blanco: 1. Aportó muy poco.
Igbekeme: S. C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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