Elche CF 1 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Elche CF 1 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Mirada de frente

Victoria de oro. Áurea como el yelmo de Agamenón y valiosa como el escudo de Aquiles. En nuestros mejores sueños cabía situar nuestros bajeles a la vanguardia de la flota conquistadora y los muchachos de Víctor hicieron honor a la camiseta que vistieron ayer con arrojo interminable.

Los dos goles de Soro y Suárez fueron dos aldabonazos que impulsan al equipo aragonés a las posiciones de privilegio que desde hace muchos años vemos en la lejanía y que ahora mismo son nuestro hogar. Y lo mejor es que se consiguió jugando bien, seria y sensatamente y transmitiendo un mensaje de equipo grande y temible. Así fue desde el primer minuto, cuando el Zaragoza, con una propuesta dinámica y vigorosa, se hizo en seguida con el partido y le presentó al Elche, un equipo alegre y valiente, sus credenciales. Y esta idea cristalizó en el minuto 12 con el primer gol, en esta ocasión a  cargo de Soro. Ya había dispuesto Puado de una oportunidad para batir a Badía, pero fue a la segunda cuando otra jugada del catalán dió con el balón en el poste para que el de Ejea, en segunda jugada, batiera al buen portero ilicitano.

El equipo local, muy bien dirigido por el burgalés Pacheta, reaccionó con pundonor y talento y le costó tan solo cinco minutos recuperar el terreno perdido. Fue una jugada muy inteligente que consiguió derribar la muy bien armada muralla defensiva zaragocista, hasta ese momento eficaz y pulida con la presencia de Atienza y El Yamiq, dos verdaderos baluartes cuyo juego augura tardes de certeza en la cobertura.

El partido estaba bonito y ofrecía argumentos para el disfrute y la emoción. Y no defraudó ni siquiera después del empate. Apenas habían transcurrido siete minutos desde el bonito gol de Pere Milla cuando Cristian lanzó un balón prolongado para que lo peinara Soro y llegara a las botas de Suárez, ayer sí de nuevo un auténtico búfalo, que rompió el espinazo de la defensa y se plantó ante Badía para destrozar la red del Elche. Un gol bello en su ejecución y ejemplo de fiereza y potencia.

Se inició en ese momento un periodo de franco dominio zaragocista que, sin embargo, no logró cerrar con algún gol que habría otorgado claridad al partido. El equipo de Víctor llegó a contar con varias ocasiones dignas de mejor resolución que la que le dieron los jugadores avispas. Ni Nieto acertó con sus centros, ni Igbekeme decidió bien ni Vigaray colocó los balones adecuadamente. Habría sido muy interesante que las situaciones favorables hubieran sido gestionadas más inteligentemente, pero ninguna de ellas llegó a buen puerto. Aún así, se llegó al descanso con una ventaja de gran valor que habría que saber manejar muy bien en la segunda parte, que se anunciaba complicada.

La reanudación nos trajo a un Elche redivivo, activado y deseoso de darle la vuelta a una situación que le incomodaba y con la que su entrenador, el energético Pacheta, no estaba conforme. Se quedó el balón, le metió una marcha más a su juego y buscó el área zaragocista con afán. El Zaragoza, cómodo en un ecosistema que cada vez maneja mejor, aguantó los primeros embates y decidió jugar con el tiempo. Y provocar momentos de peligro, como el que protagonizó Soro  aunque su remate salió desviado. O la ocasión casi sin querer que provocó Suárez cuando un balón despejado por Folch golpeó en su espalda y casi entra en la puerta de Badía, que estuvo despierto para atajarlo.

Pacheta tiró de repertorio y sacó al campo a Escriche, cedido por el Huesca, pero Víctor y los suyos lo tenían muy claro: pausa en el manejo y oficio. Así, al Elche no le quedaba más solución que ser atrevido, revolucionar el partido y aspirar a encontrar algún resquicio en la defensa aragonesa. Y a punto estuvo de conseguirlo a través de un chut largo de Milla, sin duda uno de los mejores del equipo local. Su disparo golpeó en el larguero y el rechace lo recogió Escriche, pero su remate lo salvó con su habitual pericia Cristian, el Divino. El gol, de ser, habría sido invalidado por fuera de juego, pero eso no resta mérito al paradón del argentino, héroe una vez más.

El partido se había impregnado de una atmósfera no muy favorable para los intereses avispas. O se cambiaba el ritmo y el paso o el empate podía ensuciar lo que hasta entonces estaba siendo una buena noche. Los chicos de Víctor comenzaron a atreverse a inquietar al Elche y dispusieron de un buen manojo de ocasiones de gol a cargo de Suárez, Puado y Soro. E incluso de El Yamiq, que disfrutó de un balón de oro que no alcanzó a cabecear con tino, desaprovechando una circunstancia muy favorable para el 1-3.

Los problemas crecieron cuando Suárez recibió primero una tarjeta amarilla y después fue lesionado por una fea entrada de Gil que le obligó a retirarse. Fue el momento elegido para el debut de Burgui, pero todavía quedaba mucho partido y Víctor optó por cementar el centro del campo con la presencia de Torres, con lo que el equipo se aprestó a defender el 1-2 con una apuesta sólida. Eso no significó que renunciase al ataque, lo que le permitió disfrutar de alguna ocasión clara en las botas de Puado, por ejemplo, pero no estaba de Dios que el 3 subiese al casillero aragonés. Sí que pudo, sin embargo, llegar el empate si en el minuto 88 Milla, de nuevo Milla, hubiese acertado en un cabezazo franco que nos hizo contener la respiración a todos los zaragocistas, pero afortunadamente el balón salió desviado a dos palmos del poste. Habría sido fatal, pues el partido había sido jugado con inteligencia y talento por el Zaragoza, pero es sabido que esta segunda división nos depara sorpresas fatales de difícil digestión.

Se llegó así al final del partido, con una celebración, tanto en el césped como en la grada y en los hogares y peñas zaragocistas, de altísima intensidad. Porque es una victoria, ya lo hemos dicho, de gran valor y de importancia extrema. No solo por los tres puntos, no solo porque alejamos al Elche, no solo porque se accede a la zona de los notables, sino porque se envía un mensaje de poderío, voluntad y consistencia al resto de los rivales, que a estas alturas ya saben que el Real Zaragoza ha encontrado el camino de regreso a casa. A Primera.

Ficha técnica

Elche CF:
Edgar Badía; Óscar Gil, Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Juan Cruz; Folch, Mfulu (Escriche, min. 55); Josan (Fidel, min. 46), Nino (Claudio Medina, min. 72), Iván Sánchez y Pere Milla.

Real Zaragoza:
Álvarez; Vigaray, Atienza, El Yamiq, Nieto; James Igbekeme, Eguaras, Rául Guti, Soro (Dani Torres, min. 81); Puado (Linares, min. 89) y Luis Suárez (Burgui, min. 75).

Goles:
0-1, min. 12: Soro. 1-1, min. 17: Pere Milla. 1-2, min. 25: Luis Suárez.

Árbitro:
Ocón Arráiz (Comité Riojano). Mostró tarjeta amarilla a Atienza y Luis Suárez, por el Real Zaragoza; y a Óscar Gil, Juan Cruz y Escriche, por el Elche.

Incidencias:
Partido de la 28ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio Martínez Valero ante unos 11.000 espectadores.

Puntuaciones

Cristian: 4. De nuevo hizo honor al calificativo que acuñamos aquí: el Divino.
Vigaray: 3. Tuvo muchísimo trabajo y lo afrontó con valentía.
Atienza: 4. Dio buena cuenta de los delanteros ilicitanos.
El Yamiq: 4. Conformó una magnífica dupla defensiva.
Nieto: 4. Su mejor partido de la temporada. En ataque y en defensa.
Eguaras: 3. No brilló pero le otorgó claridad a la medular.
Guti: 4. Recuperó su esencia. Luchó, dio soluciones y abarcó territorio.
Igbekeme: 3. Aunque irregular, hizo valer su talento.
Puado: 5. Magnífico. Jugó e hizo jugar. Peligroso.
Soro: 5. Extraordinario. Estuvo en todo y a todas. Gran calidad.
Suárez: 4. Se reencontró. Jugó su partido y goleó.
Burgui: 3. Se mostró y ocupó espacios.
Torres: S.C.
Linares: S.C.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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