Atlético Madrid 0 — 1 Real Zaragoza | Crónica

Ewerthon otra vez

El Real Zaragoza encarrila su pase a cuartos de final con una importantísima victoria en el Calderón ante un «descompuesto» Atlético de Madrid. Los de Victor marcaron en todo momento los tiempos del partido, dormitando al equipo colchonero en la primera mitad y atacando al somnoliento en la segunda. Tras un primer aviso de Óscar, que envia en última instancia a córner la defensa atlética, llegó el gol de Ewerthon, que había salido en el descanso, tras un extraordinario pase de Celades.

La descomposición que vive el Atlético de Madrid no es únicamente la ya pasada del sistema digestivo de alguno de sus jugadores, sino que es una descomposición interna, una diarrea mental y física que ha desembocado en un equipo, el colchonero, sin ambición, simple y donde hasta sus mejores jugadores se han contagiado de este virus letal y que descompone. Un virus que ha desquiciado a una afición. Un virus con nombre y apellidos, e incluso hasta con soniquete y canción. Y ese no es otro que un tal «Carlos Bianchi», ¿les suena el susodicho espectro vírico?

Nuestro Real Zaragoza llegaba a orillas del Manzanares con la única intención de sacar algo positivo del estadio rojiblanco, y ¡vaya si lo ha conseguido! El técnico aragonés, ante la irrecuperable baja de Movilla, decidía mantener su esquema habitual, aunque realizando dos cambios con respecto al once que presentara el pasado domingo ante el Alavés, dando entrada a Zapater por Generelo y a Sergio García, que entraba in extremis en la convocatoria, por el goleador Ewerthon. Una decisión, esta última que sorprendía, entendiendo que era un auténtico lujo asiático prescindir del enrachado jugador brasileño. Pero claro, todos sabemos que la táctica que a Victor le está dando un resultado espectacular es dejar a un jugador revolucionario en el banquillo para explotar su potencial en la segunda parte. Y en este caso, ante la ausencia de Movilla el elegido era el «trípode» Ewerthon, nuestra particular gacela.

La primera parte del encuentro fue de empate. De empate a cero goles, de empate a posesión, de empate a ocasiones de gol, de empate a mal juego, …. en definitiva, de empate a nada de nada. Esto comenzó a crispar a la grada colchonera que silvaba la falta de elaboración de su equipo. Por su parte, el Zaragoza, en su táctica habitual, intentó dormitar a su rival, marcando los tiempos del encuentro, pero con nada, nada, de fútbol. Digamos que el Zaragozaha pasado de ser el equipo «aspirina» a ser uno de esos medicmentos que generan somnolencia pero que atajan a la raíz del problema.

Lo único quizá reseñable de la primera parte, por parte de nuestro equipo, fue un tiro de Celades desde la frontal del área en los primeros minutos de partido y un tiro de Sergio García que Falcón desvía innecesariamente a córner. Dos ocasiones de gol que tuvieron su réplica en el campo contrario y con César y Petrov como protagonistas.

Así las cosas, lo mejor que podía ocurrir tanto para los jugadores de ambos equipos, como para los escasos diez mil que se dieron cita en el calderón, era que un acertado Medina Cantalejo pitara el final de los primeros 45 minutos.

El Zaragoza mató en la segunda parte

El Zaragoza comenzaba la segunda parte con un cambio – rotación en la delantera. Se incorporaba al equipo la gacela Zaragocista, Ewerthon, a la postre el goleador, y se retiraba su pareja de hecho en esto del fútbol, Diego Milito. Y desde luego la entrada del brasileño mejoró con creces el fútbol exibido en el Real Zaragoza. Es, como si el brasileño hubiera insuflado un aire puro y renovador del viciado y cargado ambiente del estadio rojiblanco.

Los de Bianchi, lejos de mejorar su situación respecto a la primera parte, se iban hundiendo poco a poco, y el Zaragoza se iba creciendo, poco a poco, no sabemos si por méritos propios o por deméritos del rival. Fruto de este crecimiento de los aragoneses, llegaba la primera ocasión clara, clarísima, de la segunda parte. Óscar, en un gesto técnico precioso, se va de Pablo y emprende carrera hacia la portería de Falcón, e incomprensiblemente con todo a favor, y después de haber ejecutado de forma perfecta el contragolpe falla en la definición. Lo de Óscar va para record. Dos minutos después, Cani se inventa un zurriagazo desde mediocampo que iba directo como un obús a la escuadra de Falcón. Segundo aviso

Y como se suele decir, a la tercera va la vencida. Si Óscar y Cani habían perdonado, la gacela Ewerthon no permite ese tipo de concesiones a su rival. Tras un excelente pase de Celades, muy activo durante todo el partido, realiza un contragolpe perfecto y define como él sabe. Gol de oro que encarrila la eliminatoria y encabrita a una afición, la atlética, que comienza a dar la espalda a su equipo, y con razón.

A partir de ahí, los aragoneses, una vez conseguido el objetivo de la pastilla, somnolente durante los primeros tres cuartos de hora, y efectiva durante los segundos cuarenta y cinco minutos, se dedicaron a dormitar más el encuentro, incitar al rival e intentar aprovechar alguna contra para matar el partido y la eliminatoria. Sin embargo esto no llegó y el partido murió con el gol de Ewerthon en el marcador, con el Zaragoza con medio pie en cuartos, y Bianchi con pie y medio fuera del Atlético.

Por cierto, no podríamos terminar esta crónica sin echar una mirada al futuro, al mundial de Alemania de este próximo verano. Si Torres va a ser el «9» que el vetusto seleccionador español ponga en liza, …, ¡Qué Dios nos coja confesados!. O mucho mejora el joven y supervalorado delantero rojiblanco o España no se come ni un colín en el mundial. ¡¡Qué pena que Ewerthon no sea español!!

Ficha Técnica

Atlético de Madrid:
Falcón; Valera, Pablo, García Calvo, Antonio López; Maxi (Kezman, m.73), Colsa (Mario, m.61), Zahinos, Petrov; Ibagaza; Fernando Torres.

Real Zaragoza:
César Sánchez; Ponzio, Alvaro, Gabriel Milito, Toledo (Cuartero, m.82); Oscar González, Zapater, Celades, Cani; Sergio García (Generelo, m.64), Diego Milito (Ewerthon, m.46).

Gol:
0-1: m.58: Ewerthon, al contragolpe.

Árbitro:
Manuel Enrique Mejuto González (Comité Asturiano). Amonestó a los locales Zahinos (m.40), Valera (75) y Kezman (m.76) y a los zaragocistas Gabriel Milito (m.20) y Zapater (m.24).

Incidencias:
Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 10.000 espectadores. La peor entrada de la temporada.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 4. Volvió a salvar al equipo en dos ocasiones. La primera de ellas desviando a córner un despeje de Milito sobre su propia portería. Y la segunda, en el último minuto del encuentro en una jugada ante Kezman.
Ponzio: 2. Estuvo bastante seguro en el lateral y aunque tuvo algún problema con Petrov acabó siendo el dueño de su banda.
Álvaro: 2. Abusó en exceso del recurso del patadón. Fue de menos a más.
Milito: 2. A punto está de marcar en los últimos minutos en propia puerta, aunque el resto del encuentro estuvo seguro atrás, sobre todo en la anticipación.
Toledo: 2. Mejoró actuaciones pasadas. Fue sustituido.
Celades: 3. Quizá el mejor partido del andorrano con la camiseta del Real Zaragoza. Estuvo muy activo en la contención y bastante acertado en la distribución. De sus botas sale el pase a Ewerthon en la jugada del gol del brasileño.
Zapater: 2. Interesante partido del ejeano. Fue inteligente en la gris labor de la contención. No cometió errores de bulto.
Cani: 3. Estuvo en todas. Apoyó en defensa, puso algo de magia en la segunda parte e incluso se permitió la frivolidad de intentar repetir un excelente gol que marcó con el filial zaragocista, desde el centro del campo.
Óscar: 2. Está reñido con el gol. Ofreció detalles de calidad y apunto estuvo de conseguir un gol, pero una vez más falló. Tiene muy mala suerte el delantero salmantino.
Sergio García: 1. No está en condiciones físicas de jugar. Su alineación en el equipo titular sorprendió, cosa que no hizo el delantero catalán. Bien es cierto que lo intenta pero a un delantero se le exigen goles, y al igual que Óscar, tampoco le llegan.
Diego Milito: 1. Actuación discreta del delantero argentino. Le faltó su media naranja en esta temporada. Sólo jugó los primeros 45 minutos.
Ewerthon: 4. Es el auténtico revolucionario del equipo. Con él sobre el campo el Zaragoza jugó mejor y fue el encargado de encarrilar la eliminatoria.
Generelo: S/C. No destacó en exceso en los minutos que estuvo sobre el campo. Salió para aportar más seguridad al centro del campo y fajar mejor al equipo, y cumplió.
Cuartero: S/C. Salió en los últimos minutos para sustituir a Toledo. Tocó el balón en contadas ocasiones.

por Jose Carlos Franco (Joca)

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