Málaga CF 0 – 1 Real Zaragoza | Crónica
A caballo regalado…
El Real Zaragoza se trae los tres puntos de tierras malacitanas, gracias a un regalo del meta Arnáu en el minuto 91, y certifica la defunción de un Málaga colista que tiene pie y medio en segunda. El gol fue marcado por Ewerthon a pase de Savio. Los aragoneses vuelven a la décima posición y se quedan a seis puntos de los puestos UEFA.
Echando mano del refranero español, así vuelve el equipo aragonés de tierras malacitanas. Y es que, ¡vaya regalo! el que les ha dado a los amarillos el meta catalán, Francesc Arnau en el minuto 91 y cuando se firmaban tablas en un aburridísimo encuentro, el disputado por aragoneses y malagueños en una Costa del Sol, donde precisamente no es el sol el que luce bonito, sino unos nubarrones feos, feos que apuntan al infierno.
El técnico aragonés no sorprendía en la alineación y sacaba el once que todos preveíamos, con una defensa inédita formada por Ponzio, Toledo, Capi y Cuartero, a la par que descompenetrada, aunque, eso sí, una defensa que ha conseguido mantener la meta de César a cero, más por demérito de los delanteros malacitanos que por méritos propios. Pero lo que sí sorprendía era la entrada en el once titular de Duda, el mejor jugador blanquiazul que ha estado, incomprensiblemente, apartado del equipo por no renovar su contrato. Así va el Málaga.
El partido comenzaba con un Málaga bullicioso que intentaba poner en aprietos a una defensa, la aragonesa, completamente descompenetrada y desubicada, en definitiva, una defensa de verbena. Pero el Málaga ha entrado en una dinámica en la que lo más fácil se hace imposible. Este mal es endémico en todos los equipos que luchan al borde del abismo, incluido el Real Zaragoza en aquella temporada de Rojo-Costa-Alonso, y consiste en que cuando las cosas no están por salir no salen, lo que es un simple despeje en la frontal se envenena y se convierte en un centro en el área que genera un gran peligro rival, lo que es un mano a mano con el portero, que en condiciones normales va para dentro, el delantero estampa el balón en el muñeco,… son una serie de situaciones que son inexplicables y parece como si los duendes se confabularan en contra de ese equipo.
Este rollo cuasi-espiritista se puede ver plasmado en el minuto 2 en la primera jugada del encuentro cuando Óscar pierde un balón en el centro del campo y Salva, a pase de Manu, se planta sólo delante de César, debido al desconcierto general de la defensa aragonesa, y el delantero maño del Málaga estampa el balón en el pecho de César.
El equipo aragonés apenas inquietó la meta de Arnau en los primeros minutos, salvo en una jugada individual de Cani, que Ponzio centra sobre el área y Toledo a punto está de rematar. Sin embargo Arnáu despeja de puños cuando el paraguayo estaba con la cabeza preparada. Ese fue todo el bagaje ofensivo del Zaragoza en los primeros 25 minutos.
Digamos que los de Víctor, simplemente, iban con la intención de dejar que un Málaga sin acierto se cansara, se desinflara y a partir de ahí el equipo aragonés intentara matar. Y así fue el relato. El primer disparo entre los tres palos de los aragoneses llegó en una jugada hilada desde tres cuartas partes de campo entre Cani, Diego Milito y Ewerthon, que el brasileño acaba por enviar lejos de la portería de Arnaú.
El equipo aragonés a partir de ahí comienza a jugar un poquito más al fútbol pero, tan poco tan poco, y tan dosificado con cuentagotas, que bien podría resumirse la primera parte como una auténtica castaña, un soberano coñazo, o una primera parte digna de ser abandonada para realizar un paseo por el parque. El único impedimento el agua y hasta el granizo caído sobre la capital del Ebro a lo largo de toda la tarde.
El Zaragoza certifica la muerte del Málaga y solicita el levantamiento de un cadáver.
La segunda parte comenzó igual que la primera, es decir, con un Málaga que quería pero no podía, con un Málaga que empujaba más con el corazón que con la cabeza, con un Málaga que creaba ocasiones, como la que Couñago en el 3 hace que César se luzca, o como la que el mismo delantero realiza apenas 6 minutos después, gracias a los errores en cadena de Capi, Toledo y Ponzio y que acaba con el balón en el exterior de la red gracias a la presión de César. O el centro de Gámez que se envenena y acaba por desviar in-extremis César a córner.
En definitiva que a los amarillos, a los nuestros, les quemaba el balón en los pies y les duraba apenas 3 pases seguidos. Pero sin embargo los de Víctor intentaban soportar el vendaval, que auguraban efímero, de un Málaga inoperante. Aunque si inoperante estaba el Málaga, desaparecido estaba el Zaragoza. Sólo Cani parecía tener claras las cosas de mitad de campo hacia arriba. Pero, en una de esas cosas inexplicables que tiene el fútbol, Víctor Muñoz decide cambiar al canterano, quizá con las miras puestas al partido que el próximo miércoles se jugará ante el Madrid en el municipal de la Romareda. La entrada de Savio fue meramente testimonial hasta el minuto 91.
En ese minuto y cuando Zaragoza y Málaga se repartían los puntos del empate entonces emergió la figura de Arnáu. El meta catalán saca de puerta, tras jugada de peligro de los aragoneses, lo hace en corto para Gámez, pero es Savio el que se encuentra con el balón. El brasileño se interna en el área y hace el pase de la muerte para la llegada de Ewerthon que llega sólo para marcar, certificar la muerte del Málaga y ordenar el levantamiento de un equipo cadavérico al que la mala suerte, y otros factores, han masacrado a tiros.
Así es el fútbol. El Zaragoza sin haber disparado prácticamente a puerta en toda la segunda parte, sin haber hecho absolutamente nada, bueno sí, aburrir soberanamente a la parroquia malacitana, se llevaba los tres puntos de la Rosaleda, y se convierte así en uno de los mejores equipos visitantes con 20 puntos conseguidos lejos del municipal. De esta manera, el equipo aragonés, que dio una sensación de falta de ambición liguera preocupante, se vuelve a quedar a tan sólo dos victorias de la zona UEFA, que hoy por hoy marca el Celta. Por lo tanto sólo queda plasmar en casa lo que se hace fuera, y el siguiente rival el Real Madrid. La reflexión, si le metimos 6… ¿porqué no vamos a repetir la hazaña?. El dato, Iturralde estuvo aceptable en sus decisiones y no perjudicó al Zaragoza como viene haciendo de forma sistemática. Y la conclusión, ¡qué veleta que soy!, y es que la UEFA, hoy, no cae tan lejos.
Ficha Técnica
Málaga:
Arnau, Gamez, Alexis, Fernando Sanz, Nacho, Manu (Antonio López, m:56), Bovio, Juan Rodríguez, Duda (Gabriel, m.84), Pablo (Morales, m.75) y Salva.
Real Zaragoza:
César, Ponzio, Capi, Toledo, Cuartero, Oscar, Generelo, Celades (Movilla; m.46), Cañi (Savio, m.64), Diego Milito (Sergio, m.69) y Ewerthon.
Gol:
0-1 m.90: Ewerthom, a pese de Generelo.
Arbitros:
Iturralde González, del colegio vasco. Mostró tarjeta amarilla a Fernando Sanz, Generelo y Toledo.
Incidencias:
Partido correspondiente a la vigésima octava jornada de la Primera División disputado en el estado de La Rosaleda ante unos 15.000.
Puntuaciones (de 0 a 5)
César: 4. Notable actuación del meta castellano. Estuvo soberbio en un mano a mano ante Salva y muy atento y activo durante todo el encuentro (¡como para no estarlo con la defensa que tenía por delante!)
Ponzio: 2. Irregular partido del argentino. Combinó grandes internadas por banda diestra como grandes cagadas por el mismo sentido. Como se compensan aprobamos a Leo.
Capi: 2. De lo menos malo de la defensa. Tuvo un par de errores de bulto en la primera mitad, aunque cumplió sin complicarse la vida.
Toledo: 2. Tuvo errores de colocación, fruto de la adaptación a su nueva ubicación. No obstante generó menos riesgos que cuando Víctor lo ubica de forma sistemática en la banda zurda.
Cuartero: 2. El pradillano no estuvo especialmente acertado en el encuentro, no tuvo errores muy graves ni de bulto pero tampoco apareció. Digamos que se limitó a vigilar a sus compañeros de zaga, que con eso ya había bastante faena.
Celades: 2. Estuvo bastante desaparecido en combate. Aunque estuvo magistral en el corte el Zaragoza echó demasiado en falta su labor de construcción, dado que no hiló jugada alguna. Fue sustituido en el descanso.
Generelo: 3. Estuvo correcto el pata negra. Cumplió con creces en su labor de apoyo a los centrales y en la labor gris en el centro del campo.
Cani: 4. Fue de lo más activo del Zaragoza en ataque. El único con un poquito de criterio para mover el balón. En ocasiones se vino al centro para intentar mover y distribuir al equipo. Seguimos insistiendo en que no llevar a este chico al mundial es un lujo que se permite la selección española.
Óscar: 1. Si el equipo estuvo gris él salmantino pues también. Apenas apareció en el encuentro y tampoco estuvo participativo.
Ewerthon: 3. Hizo el gol y disparó una vez a puerta. Ese fue todo su bagaje. De todos modos, gracias a él el equipo vuelve con tres puntos más de Málaga. Hizo suficiente.
Diego Milito: 1. Desaparecido en combate. No hizo absolutamente nada. Le faltó ese grado de lucha que tiene otros partidos. Pero claro, para ello necesita el balón, y eso fue lo que le faltó, el balón.
Movilla: 2. El pelado, muy querido en la que fue su casa, mejoró la actuación del andorrano en el centro del campo, aunque sin alardes.
Savio: 2. Parece que va saliendo de su estado depresivo y se va recuperando del bajón físico y moral en el que se encontraba. Fue el receptor del regalo de Arnáu y el encargado de servírselo en bandeja a Ewerthon.
Sergio García: 2. Hizo en 20 minutos más que Diego Milito en 70. Salió con ganas y sólo le faltó el gol para completar una breve pero intensa actuación.
por Jose Carlos Franco (Joca)
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