Racing Santander 0 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Otra vez en el tren de Champions

El Real Zaragoza consiguió sacar los tres puntos del Sardinero tras vencer al Racing con dos goles, uno de Diego Milito y otro de Lafita. El partido fue un sopor y muy físico en los primeros 60 minutos pero una genialidad de Aimar, la definición de Diego Milito, un extraordinario pase de Ponzio y el primer gol de Lafita en Primera división, fueron suficientes para doblegar al equipo de Portugal, al que le faltaban sus dos hombre de ataque.

Los de Víctor Fernández, la verdad que llegaron tarde a Zaragoza, muy tarde, merced del retraso del vuelo Chárter que los tenía que traer de regreso a la capital del Ebro. Pero dio igual tener que esperar más de dos horas en el aeropuerto a la llegada del avión, porque el equipo había ganado y a una persona lo mismo le hubiera dado estar dos días en ese aeropuerto santanderino, era el hombre más feliz del mundo. A las 18:34 h se le había parado el reloj y comenzaron a pasar por sus retinas millones de imágenes, de campos y de goles marcados, pero ninguno era como el que acababa de marcar.

La reacción, casi instintiva, fue besar el escudo del león rampante, el escudo de su equipo, el que va bordado en la camiseta del conjunto de su tierra, aquel equipo con el que siempre soñó debutar en primera división, incluso, una vez conseguido ese sueño, aquel equipo con el que siempre buscó marcar gol, y eso lo consiguió. Estoy hablando, por si alguien se ha perdido, de Ángel Lafita.

Angelito Lafita, al que alguno llama «el lince», había conseguido el gol de la tranquilidad, lo hizo gracias a un pase extraordinario de Leo Ponzio. Y, a pesar de salir desde el banquillo, revolucionó el encuentro, porque no sólo marcó «su» gol sino que provocó un penalty que después no materializó Pichichi Milito.

Esto quizá fue lo más destacado del partido ante el Racing. Al conjunto santanderino le faltaban sus dos mejores, y casi me atrevería a decir, únicos hombre de ataque, Zigic y Munitis, y eso fue como tener una espada sin punta o una radio sin pilas. El Racing de mitad de campo hacia atrás funcionó bien pero de mediocampo hacia delante fueron unas auténticas madres. Serrano hacía lo que quería con Diogo pero sus internadas nunca encontraban rematador ni en Juanjo ni en Balboa. Colsa hacía muchas cosas, por no decir que hizo casi todo en el Racing, pero en ningún caso encontró premio a su esfuerzo ni a sus disparos, como el que soltó en la primera parte.

Así que lo único que le funcionó al Racing durante los primeros 60 minutos fue aguantar físicamente persiguiendo a los delanteros zaragocistas y rezando a todos los santos de la ciudad para que en ningún momento el genio de la lámpara, un tal Aimar, despertase.

Pero sus rezos y plegarias fueron insuficientes porque en el momento más inesperado, en el 60 de partido el genio, con la verticalidad que le caracteriza, cogió el balón arreó para arriba, habilitó a Diego Milito para que, con una precisión cuan pistolero del Far West, batiera al guardameta racinguista. Cero a uno y por fin se había abierto la lata. El sopor de la hora anterior había tenido recompensa para los aficionados zaragocistas.

En ese momento el Zaragoza se gustó, se creció y decidió matar al contario, es como si hubiera despertado a la bestia. El Racing se volcó sobre la portería de César, con más corazón que cabeza y con más fuegos de artificio que efectividad y el Zaragoza lo aprovechó para matar el encuentro. Ponzio recibió un balón y no se lo pensó dos veces, le metió un pase en profundidad a Lafita, que acababa de entrar en el terreno de juego, que dejó sólo ante el portero al canterano del Real Zaragoza, que tanto ansiaba el gol, y batió a Toño por segunda vez.

Y aún pudo ser mayor la sangría zaragocista si Diego Milito llega a meter el penalty que le señalaron al Zaragoza por agarron a Lafita. Digamos que era la primera vez que Medina Cantalejo pitaba algo a favor del Real Zaragoza. Pero el regalo del andaluz no fue materializado por Diego Milito, que en caso de haberlo marcado se hubiera colocado en solitario como pichichi de primera.

El Zaragoza, perdió el tren de la champions el pasado domingo en Zaragoza tras perder ante Osasuna, pero lo cogió en la siguiente estación, en la del Sardinero de Santander. El próximo rival el Valencia, un equipo que quiere recortar los kilómetros que les separan del susodicho tren de los privilegiados. De momento, lo que está claro, es que será un partido de reencuentros y de sensaciones, la de Villa que vuelve otra vez a la Romareda y la de Aimar que se enfrentará a sus ex-compañeros, seguro que con ánimo de revancha.

Ficha Técnica

Racing de Santander:
Toño; Pinillos, Garay, Rubén, Luis Fernández; Scaloni, Vitolo (Momo, min 67), Colsa (Matabuena, min 80), Serrano; Balboa (Cristian Alvarez, min 75) y Juanjo.

R. Zaragoza:
César; Diogo, Sergio (Piqué, min 89), Gabi Milito, Juanfran; D’Alessandro, Zapater, Ponzio, Aimar (Oscar, min 87); Sergio García (Lafita, min 67) y Diego Milito.

Goles:
0-1, min 60. Diego Milito, 0-2, min 80. Lafita

Árbitro:
Luis Medina Cantalejo (comité andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Diogo y Juanfran por el Zaragoza y a Pinillos por el Racing.

Incidencias:
Partido de la decimocuarta jornada de Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 14.742 personas.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César: 3. No tuvo excesivos problemas en el partido y los que tuvo los solventó sin problemas. Sólo se le recuerda una parada a tiro de Juanjo.
Diogo: 1. El lateral uguayo se vio superado una y otra vez por Serrano y no se sumó al ataque. Fue de lo más flojo de la defensa.
Sergio Fernández: 3. No tuvo mucho trabajo pero la solidez de los dos centrales fue la clave de que el Real Zaragoza se llevara la victoria. Jugó con una sobrecarga en el sóleo y no se le notó.
Gaby Milito: 2. Al igual que Sergio, estuvo seguro atrás aunque no sacó el balón jugado como se le suele requerir.
Juanfran: 2. El lateral subió en alguna ocasión la banda aunque no generó mucho peligro. Eso sí, estuvo bastante seguro en la parcela defensiva.
Zapater: 3. Destructor indestructible. Estuvo seguro en la contención no tanto en la creación, y a pesar de llevarse alguna buena tarascada mantuvo el tipo.
Ponzio: 3. Un partido muy completo del argentino. En la labor gris estuvo correcto y en la creación, a pesar de que estuvo más espeso que de costumbre, fue porvidencial el pase que le metió a Lafita para el segundo gol.
Aimar: 3. Es lo que tienen los genios. Que cuando frotas la lámpara aparecen. Y eso fue lo que ocurrió con Aimar, cuando le dejaron un microsegundo para pensar logró meterle un pase a Diego para que marcara el primero de los goles.
D’Alessandro: 1. Estuvo desaparecido en combate durante todo el partido. De hecho no se le recuerda ninguna intervención destacada ni brillante. Ni tan siquiera tuvo fortuna en el lanzamiento de las faltas. Estuvo flojo.
Sergio García: 1. El neng no tuvo su día. La espesura del primer tiempo y su pronta sustitución en la segunda parte no le dejaron desplegar su juego.
Diego Milito: 4. El gol que mete, hay que meterlo, tan escorado lograr batir al portero es de nueve nato. Vuelve otra vez al pichichi, y eso que falló un penalty que lo hubiera dejado en solitario a la cabeza del trofeo al goleador.
Lafita: 3. Su entrada revolucionó el encuentro. Estuvo sensacional en la definición del segundo gol y encima le pitaron un penalty. Simplemente, enhorabuena.
Óscar: S/C. Salió en los minutos de la basura sin tiempo para hacer nada.
Piqué: S/C. Salió para sustituir a Sergio Fernández que sufría una sobrecarga en el sóleo y prácticamente ni tocó balón.

por JOCA

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