RCD Espanyol 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica

Aún queda tiempo para sufrir

El Zaragoza se presentaba en Montjuich tras el respiro obtenido con la victoria ante el Recre; el partido frente al Español era una nueva final, una ocasión para dar un paso importantísimo cara a la permanencia, a la vez que un nuevo riesgo de volver al abismo. Al final ni una cosa ni otra, tan sólo un empate que al llegar en los últimos minutos no sabía mal del todo, pero que resultó insuficiente para evitar el regreso a los puestos de descenso.

El equipo de Villanova presentaba dos novedades: la sanción a Ayala permitía a Chus Herrero tener, por fin, una oportunidad en su verdadero puesto, mientras que Matuzalem regresaba al equipo en detrimento de Oscar González. Frente a ellos, estaba el Español, un equipo venido a menos que lleva una segunda vuelta pésima y con cinco partidos seguidos sin conseguir gol.

El encuentro empezó con poca intensidad atacante por ambas partes; el Zaragoza, con un medio campo tan técnico como poco agresivo, se mostraba ordenado y la defensa aparecía con una seguridad desconocida, aunque últimamente avalada por 180 minutos seguidos sin encajar goles. Los primeros veinte minutos fueron aburridos y planos: mucho centrocampismo, demasiadas pérdidas de balón por ambas partes y ataques romos: el Zaragoza intentaba aprovechar la velocidad de Oliveira, pero el brasileño no acababa de enganchar los balones que recibía, mientras el Español era incapaz de acercarse con peligro ante César. No obstante, fueron los periquitos quienes primero enseñaron, sin demasiada puntería eso sí, sus garras con un duro disparo de Riera que se marchó fuera. Al disparo del mallorquín respondió el Zaragoza con otro de Gabi que detuvo con acierto Kamemi.

A pesar de las ocasiones relatadas, el partido siguió teniendo muy poca vitalidad, el Zaragoza, como suele hacer en los partidos que juega a domicilio, pareció que se iba achicando y cedió terreno al Español que volvió a tener una ocasión poco antes de la media hora en una colada de Valdo, que causó bastante problemas a Paredes, que acabó en centro que no fue capaz de rematar Luis García. Una buena jugada de Aimar permitió a Oliveira tener ocasión de abrir el marcador, pero la defensa españolista se anticipó al carioca. El último cuarto de hora del primer tiempo tuvo algo más de vida, parecía que los jugadores de ambos equipos intentaban irse hacia arriba, si bien lo hacían con poco acierto, con excesiva precipitación y, sobre todo, con una inseguridad notable. Se llegó al descanso sin goles, un resultado lógico a la vista de la poca intensidad ofensiva de los equipos y del poco acierto de los delanteros.

El segundo tiempo empezó sin excesivos cambios; el Español se estiraba algo más, pero el Zaragoza ofrecía una seguridad defensiva desconocida, destacando el sobrio y acertado encuentro del canterano Chus Herrero. Conforme pasaban los minutos uno iba tendiendo sentimientos encontrados, de una parte el equipo parecía, sin pasarse, más sólido que en otras ocasiones lo que alentaba la esperanza de que en un golpe de suerte pudiera rematar a su rival, pero a la vez se notaba a la legua que a los blanquillos les sobraba desconfianza y, como viene ocurriendo domingo tras domingo, iban perdiendo fuelle. Saltaba a la vista que el Español no era el de la primera vuelta y que sus jugadores clave no funcionaban, como lo demuestra que Valverde optara por sentar a quien siempre ha sido verdugo impenitente del Zaragoza, Raúl Tamudo, para dar entrada al joven y batallador Jonathan Soriano.

Cuando el partido parecía controlado, sin excesivas alegrías, por los aragoneses, llegó la “anécdota cruel” de cada día; tras una temporada cuajada de amarguras, errores clamorosos y desgracias solamente nos faltaba que nos metieran u gol a lo Nayim; se acercaba la hora de partido y un centro mal dirigido por Riera desde la izquierda se envenenó, pilló adelantado a César y se coló en la portería aragonesa. El gol fue un auténtico mazazo y olió a sentencia final.

El Zaragoza, no le quedaba otro remedio, se lanzó a la desesperada a por el empate; Matuzalem, gris y desacertado hasta ese momento, comenzó a aparecer, lo que unido a un aliento de los más de 2.000 zaragocistas que había en la grada dio a la última media hora tintes épicos. Eso sí, hubo empuje, pero muy poco acierto: no se crearon ocasiones auténticas de gol. Villanova metió a Oscar por Celades para intentar hacer más daño arriba, aunque el salmantino no logró cumplir bien tal misión. La desesperada e ineficaz ofensiva aragonesa facilitó las contras del rival de tal manera que hubo momentos en que se veía más cerca el segundo de los catalanes que el empate maño; de hecho antes de que éste llegara, el Español pudo sentenciar en una jugada de Jonathan Soriano que nadie culminó y, sobre todo, en un fallo clamoroso de Luis García que golpeó al aire un balón que solamente necesitaba ser empujado hasta la red. Pero en esta ocasión hubo fortuna y, por qué no decirlo, por una vez en esta temporada el trencilla nos favoreció en una jugada dudosa; hubo una falta al borde del área, la lanzó Alberto Zapater y el balón golpeó en el brazo de Rufete, que formaba parte de la barrera; nuestro viejo amigo Iturralde decidió que era penalti; al no estar Diego Milito surgía la cuestión de quien iba a tirarlo, al ser Oliveira el elegido uno no pudo dejar de pensar en los dos que le había visto fallar en la pretemporada, pero en esta ocasión el brasileño lo hizo bien y batió a Kamemi. Se había conseguido equilibrar el marcador, pero la clara victoria del Recre frente al Levante exigía perseverar en el ataque.

El Zaragoza, no sabemos si por falta de fuerzas, por exceso de miedo o por ese conformismo rutinario que les entra a los jugadores cuando se salva el mal menor, no empujó mucho más hacia la portería rival, aunque un disparo de Sergio García acarició exteriormente el palo de la meta españolista, fue el canto del cisne, terminando el partido con un empate que es insuficiente.

No hay que rasgarse las vestiduras por la vuelta a posiciones de descenso, pues era algo previsible antes de comenzar la jornada, pero la verdad es que el punto frente al Español huele más a derrota que a lo contrario. El sábado hay una nueva final en La Romareda, en esta ocasión frente al Deportivo, posiblemente el equipo más en forma actualmente en la 1ª División: ya no hay margen para el error, nos enfrentamos a una dura paradoja, pues en esta ocasión se trata de ganar para poder seguir sufriendo.

Ficha Técnica

Español:
Kameni, Zabaleta, Jarque, Torrejón, Chica, M. Hurtado, Ángel, Valdo (Rufete min. 61), L. García, Riera (Lola min. 79), y Tamudo (Jonhatan Soriano min. 51).

R. Zaragoza:
César, Zapater, S. Fernández, Chus Herrero, Paredes (Juanfran min. 78), Celades (Óscar min. 70), Gabi, Matuzalem, Aimar (Luccin min. 88), S. García y Oliveira.

Goles:
1-0 Riera min. 59. 1-1 Oliveira min. 84

Árbitro:
Iturrale González, vasco. Iturralde González (Colegio Vasco). Mostró cartulina amarilla a Valdo (min.43), Gabi (min.46), Zabaleta (min.64), Moisés (min.74), Rufete (min.83) y Jonathan (min.86). Controló el partido a la perfección y tan sólo pudo equivocarse en un penalti muy dudoso por posible mano de Rufete.

Incidencias:
Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de Liga disputado en el estadio olímpico Lluís Companys de Montjuïc ante 25.150 espectadores (7.500 de ellos colombianos invitados por el club) Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del ex directivo del Espanyol Eugenio Llaràs Latorre.

Puntuaciones (de 0 a 5)

César, 0: Tuvo muy poco trabajo, pero el gol que se tragó solamente permite el suspenso más rotundo.
Zapater, 3: Cumplió defensivamente, mostró casta y compromiso y provocó el penalti que salvó un punto.
Chus Herrero, 3: Sobrio, sin complicarse la vida. No tuvo errores y demostró que se puede contar con él. Su actuación fue una buena noticia en medio de la zozobra.
Sergio Fernández, 2: En su línea: bien por arriba, sobrio y sin alardes, pero demasiado lento y con alguna imprecisión que pone los pelos de punta.
Paredes, 1: Tuvo demasiados problemas, en especial durante los primeros 45 minutos con Valdo. Fue sustituido.
Celades, 1: Gris, inconstante y con pocas fuerzas. Su buena visión de juego se nota en ocasiones, pero no está en condiciones de asumir la competitividad de la primera española.
Matuzalem, 2: Paso desapercibido hasta la última fase del encuentro en que apareció y comenzó a asumir la dirección del juego aragonés.
Gabi, 2: Luchó mucho, se fajó con la media españolista y aportó el poco músculo del centro del campo aragonés, pero acertó poco y pareció, como casi siempre, pasado de revoluciones.
Aimar, 2: Mientras tuvo fuerzas se mostró implicado, buscó crear peligro y participó en las pocas acciones de ataque aragonesas. Al final se le vio reventado.
Sergio García, 1: Luchó y quiso hacer más de lo que hizo, pero esto fue realmente muy poco.
Oliveira, 2: Cabe decir lo dicho de Sergio garcía, aunque le aumenta la nota haber tenido la valentía de asumir el lanzamiento del penalti y el acierto de convertirlo.
Oscar, 1: Pareció salir enchufado, pero acabó interviniendo muy poco.
Juanfran, cs: No tuvo tiempo de hacer nada ni bueno ni malo.
Luccin, sc: Solamente jugó un par de minutos.

por Falçao

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