¿Con las horas contadas? | La Lupa
Espanyol 1 – 1 Real Zaragoza
Hace muchos años vi una película americana, los años 50, que por el presupuesto y actores era más propia de una serie B, una de esas que los grandes estudios sacan por cuatro dólares, pero que un guión muy original y un fenomenal trabajo de la dirección y actores ha convertido con el tiempo en una cinta de culto; me refiero a “Con las horas contadas”. La trama narra las últimas horas de vida de un hombre (el actor Edmond O´Brien) que intentará saber quién lo ha envenenado, para irse a la otra vida con honor. La película tiene un ritmo trepidante, no deja respirar, es “agonística” porque sabes cuál es el final del protagonista pero aún así deseas profundamente que consiga conocer a los causantes de su próxima muerte. El Real Zaragoza está sufriendo esa agonía y todos los que lo queremos también, sólo que… a ver ese final.
La victoria anterior ante el Recreativo dejó buenas sensaciones y tenían que verse refrendadas ante el Español de Barcelona. El partido comenzó con los zaragocistas dominando el juego aunque sin profundidad, pero pronto se perdió el control del balón. El centro del campo, ese agujero negro por dónde se nos va la fuerza, desapareció en combate y los hercúleos centrocampistas del Español, con su poder físico superior, barrieron a nuestros medios, livianos y escasamente dotados para la lucha cuerpo a cuerpo. Afortunadamente el orden defensivo que se ha impuesto en el equipo desde que Sergio Fernández retornó al centro de la defensa fue suficiente para superar las acometidas de los combativos Riera y Luis García.
La continuación mostró en aceleración progresiva el desplome físico de los jugadores zaragocistas. El ataque españolista se intensificó ante la inacción del centro del campo rival y en un terrible error de César Sánchez, de esos que no debe cometer un guardameta y menos en la situación tan catastrófica en la que estamos, se adelantó el Español en el marcador.
El orgullo sin excesos es muy importante en todos los aspectos de la vida y cuando se posee en su justa medida es un valor irremplazable. El Real Zaragoza demostró que aún le queda ese orgullo y con los redaños de Zapater, inconmensurable en todas sus acciones, consiguió que el balón estuviese rondando el área contraria y al final logró el justo empate, con Oliveira como nuevo “tirapenalties”.
El Real Zaragoza es un muerto en vida, tiene las horas contadas. Le queda actitud, orgullo y dignidad y el orden que ha impuesto Manolo Villanova en su juego, pero ni un átomo de fuerza. Es con diferencia el equipo de los que luchan por evitar el descenso menos preparado para salvarse; le sobra calidad pero sin capacidad física no sirve para nada. Los equilibrios que está realizando el honrado y trabajador Villanova para que la estructura del equipo no se resquebraje al primer soplido son dignos de elogio pero no es suficiente para ganar partidos, es necesario un empuje vital que no se tiene.
Alberto Zapater: Para salvar estas situaciones tan comprometidas e inesperadas son necesarios dos tipos de jugadores: los veteranos comprometidos y los jugadores de la cantera. De lo primero vamos sobrados en lo de veteranos, pero muy justillos en lo del compromiso, gracias a la nefasta política de fichajes. De canteranos vamos fatal, como consecuencia de esa política, pero aún nos queda Alberto. En su peor temporada en primera división está demostrando una casta, una raza, UN ZARAGOCISMO en su corazón que si contásemos con un par de jugadores como él estaríamos mucho mejor.
La ¿preparación física?: Así, entre interrogantes lo pongo, porque el trabajo físico realizado con esta plantilla desde la pretemporada ha brillado por su ausencia. Cualquier equipo está más formado en ese aspecto que el nuestro. A los jugadores no les ha faltado actitud en la mayoría de los partidos, les ha faltado fuerza y orden, esas dos condiciones que deben trabajarse desde el primer día de la temporada. Existen unos cuantos culpables en este lamentable ejercicio futbolístico y unos más que otros, pero el dúo Víctor Fernández-Arjol, que han dejado hecha unos zorros a la plantilla en el aspecto físico con su ¿trabajo? desde la pretemporada, no está libre de culpas, aunque no estén al mando técnico actualmente. No creo que se nos proporcione una explicación a los aficionados, pero me gustaría conocer cómo habían planteado la pareja antes citada una supuestamente exitosa temporada, con participación en tres competiciones, con un equipo que desde el primer partido en Murcia, hasta este último en Montjuic, se ha ido arrastrando físicamente por los céspedes de España.
Por Jeremy North
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