Villarreal CF 4 – 2 Real Zaragoza | Crónica
Continúa la caída
Partido importante el que disputaba ayer el Real Zaragoza en El Madrigal. Jornada tras jornada la soga en el cuello del equipo se seguía tensando y el equipo llegaba a Villarreal mentalizado de que los tres puntos se tenían que conseguir como fuera y más habiendo dejado escapar dos puntos en casa ante el colista la jornada anterior.
La concentración debía ser máxima para enfrentarse a un Villarreal que, aún en horas bajas, era un equipo ampliamente superior, la mente debía estar fría para conseguir aplicar en el terreno de juego la táctica correcta para conseguir la victoria, los jugadores debían entregarse hasta la extenuación sobre el césped y aplicarse de cara al gol para aprovechar cualquier oportunidad que apareciera en el área. En teoría todo esto debía ser así, en la práctica nada lo fue.
El árbitro dio comienzo al partido y tres minutos después los jugadores zaragocistas pitaron el final: saque de esquina del Villarreal que controla magistralmente Cazorla en la frontal del área y golpea el balón rumbo a la escuadra maña, gol que evita Carrizo en primera instancia, el poste en segunda y consigue en tercera Capdevila que remata a puerta vacía absolutamente solo mientras la zaga blanquilla se preocupa más de pedir fueras de juego inexistentes que de evitar goles.
El Real Zaragoza vuelve así a su cruda realidad, a su día a día, a su típico partido de sonrojo y vergüenza ajena. Minuto 19, continua en todo su esplendor el festival del humor de la zaga blanquilla, Nilmar anota tras irse por velocidad y plantarse solo delante de Carrizo, únicamente se echó de menos la alfombra roja. Minuto 25, Senna lanza un pelotazo que deja a Rossi sin oposición ninguna delante de Carrizo. Tercero y a dormir. A partir de ahí Gay se mueve, manda a la ducha a Jorge Lopez, quién tuvo en sus botas la mejor oportunidad del equipo en esta primera mitad y saca a Arizmendi para que acompañe a un Suazo desaparecido. Descanso en El Madrigal entre un equipo de fútbol y un amago de grupo de gente intentando darle a algo redondo que da botes por ahí.
La versión del equipo aragonés en la segunda parte distó bastante de lo visto en la primera. El equipo salió a apretar desde el principio y a luchar a muerte y se aprovechó de la relajación del equipo amarillo y de sus carencias, que las tiene y muchas esta temporada, para ir poco a poco echándolo atrás y controlar un poco más el centro del campo. Pennant sustituyó a Paredes al cuarto de hora y las bandas comenzaron a funcionar. Se notaba peligro, se veía cerca la portería y la insistencia tuvo su fruto con la aparición de Suazo que tras una buena jugada deja el balón en el área para que Eliseu marque. Felicidad y vuelta a empezar, vuelta a la presión y vuelta al premio siete minutos después cuando Lafita se aprovecha de una posición dudosa para marcar tras una jugada embarullada que puede ser definida como la jugada tonta de la temporada, a favor por supuesto, porque en contra casi todos los goles encajados pueden definirse así. Era el minuto 82 y se creía en el empate, el Villarreal flojeaba, los nervios acudían a los pupilos de Valverde sin que estos pudieran despojarse de ellos, el Zaragoza había crecido, se había agigantado pero por supuesto todo eso no podía durar y era impensable el terminar la segunda mitad sin conceder ningún regalo más con todos los que habíamos hecho en la primera parte, así que Ibagaza calmó a la parroquia local consiguiendo el cuarto gol del Villarreal en el minuto 87 tras un contragolpe perfectamente ejecutado ante un Real Zaragoza descompuesto en busca del empate.
Teixeira Vitienes pitó el final del partido y con él llegó el final de una patética primera vuelta que nos ha hundido en el pozo, que nos ha dejado con estadísticas de 2ª división y difícilmente salvables. Gay ya empieza a hablar de milagros, y bien que hace, porque conseguir que esta defensa deje de cometer fallos tan garrafales como los que se llevan viendo durante toda la temporada sería un auténtico milagro.
Ficha Técnica
Villarreal:
Diego López, Ángel (Gonzalo, m.84), Godín, Marcano, Capdevila, Bruno, Marcos Senna (Cani, m.70), Cazorla, Pires (Ibagaza, m.64), Rossi y Nilmar.
Real Zaragoza:
Carrizo, Diogo, Pulido, Jarosik, Paredes (Pennant, m.61), Gabi (Kevin, m.74), Ponzio, Jorge López (Arizmendi, m.30), Eliseu, Lafita y Suazo.
Goles:
1-0, m.3: Capdevila. 2-0, m.19: Nilmar. 3-0, m.24: Rossi. 3-1, m.74, Eliseu. 3-2, m.80: Lafita. 4-2, m.87: Ibagaza.
Árbitro:
Teixeira Vitienes (comité cántabro). Mostró tarjetas para los locales Cazorla y Capdevila y para los visitantes Gabi, Diogo y Ponzio.
Incidencias:
partido disputado en el campo del Madrigal ante 17.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Puntuaciones (de 0 a 5)
Carrizo: 1. Paradón infructuoso en el disparo de Cazorla y a verlas venir el resto del partido. Poco pudo hacer ante los goles y, efectivamente, nada hizo.
Diogo: 1. Mal como toda la defensa en la primera mitad, su raza se notó en la segunda parte.
Jarosik: 0. Todavía debe estar buscando a Nilmar y a Rossi. Lento y para nada el revulsivo que se buscaba en esta posición.
Pulido: 0. Está acompañando a Jarosik en la búsqueda de los dos delanteros amarillos.
Paredes: 0. Sencillamente no funciona y es otro adorno más en la defensa.
Gabi: 0. Volvió a pasar con más pena que gloria en un centro del campo desorganizado.
Ponzio: 1. Mal en la primera parte, lo dejó todo en la segunda pero de nada sirvió.
Jorge Lopez: 0. Absolutamente desaparecido. Fué sustituido en el minuto 30, con eso está dicho todo.
Eliseu: 3. De lo mejor del partido. Consiguió abrir el marcador zaragocista y estuvo muy bien por banda en la segunda mitad.
Lafita: 2. Luchador incansable, consiguió iluminar por un momento la esperanza de la remontada.
Suazo: 2. Tras una primera parte bastante mediocre en la segunda dio muestras para la esperanza.
Arizmendi: 1. Todo pundonor, todo garra, todo lucha, todo corazón… nada de fútbol.
Pennant: 3. Formidable por banda. Su salida revolucionó al equipo y aportó una profundidad que necesitábamos como el comer.
Kevin Lacruz: S.C. Sustituyó a Gabi pero nada pudo aportar.
por Tyler Durden
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