Valencia CF 1 – 2 Real Zaragoza | Crónica

Casi todo cerca de casi nada

Un malagueño errante de gesto adusto y barba cartaginesa ha sido el brazo que ha empuñado esta noche la espada de la redención. En un territorio históricamente cruel, en el que hacía demasiados años que no saboreábamos la victoria, hoy se ha escrito el más inesperado de los relatos, con los párrafos más insospechados y las frases más incongruentes que el escritor más desesperado pudiera construir. Nadie lo podía imaginar; nadie lo podrá explicar.

El partido de Mestalla ha sido un monumento al despropósito, una falla mediterránea que nadie debería indultar porque ninguno de sus ninots merecería tal honor. Ni el Valencia ha sido el equipo orgulloso que presume de ser el menos mortal de los mortales ni el Real Zaragoza ha podido evitar mostrar argumentos diferentes a su miserable condición de equipo escombro. En los primeros dieciséis minutos ya podía haberse producido la catástrofe y en el minuto 27 el equipo local había disparado nueve veces a puerta y el Real Zaragoza tan solo una. Además el árbitro se había sumado a la fiesta expulsando a Álvarez y propiciando así un escenario en el que únicamente cabía el vendaval. Y el viento de Levante soplando con la fiereza de una tarde de tormenta.

Roberto, el más grande portero que el Real Zaragoza pudiera soñar para tan famélico equipo, ha tenido en los primeros minutos dos grandiosas intervenciones, pero no ha podido impedir que el remate de Pablo Hernández llegase al fondo de la red mientras Soldado le tapaba la visión en un fuera de juego posicional que debía haber sido pitado. El partido se ponía horrible algunos minutos después y lo único que sostenía mínimamente al grupo era el trabajo desordenadamente rocoso de Dujmovic y Pinter. Sí, amigos, dos jugadores trapezoidales en las formas y llenos de aristas en su fondo han sido durante gran parte del partido las anclas de un grupo desarbolado de principio a fin que, sin embargo, se ha encontrado con un penalty a favor cuando todos los pinceles dibujaban un paisaje catastrófico. Y ha sido un gol que ha logrado suavizar el oleaje y llegar con empate al descanso, una buena noticia para el forastero, una desastrosa circunstancia para los de casa, que han comenzado a mostrar un nerviosismo inapropiado en un grupo que aspira a grandes cosas pero que se pone muy nervioso y comete acciones violentas como el codazo de Soldado a Abraham que, sin embargo, no ha sido

La segunda parte ha comenzado con un Valencia conectado a una voluntad ofensiva que amenazaba con acciones verticales la portería de Roberto. Han sido varias aproximaciones con peligro que han animado a Jiménez a darle entrada a Zucculini en lugar de Juan Carlos, que ha cometido varios errores fláccidos que le han costado el puesto. El partido ha entrado en una fase adolescente, irregular, inestable. Soldado y Jonas en dos ocasiones han dispuesto de ventanas abiertas al gol, pero ni los córners ni los chuts desorientados de la delantera valenciana han conseguido romper la igualdad. Obradovic ha entrado por Aranda y esa decisión, inteligente y valiente, ha valido un partido. El serbio ha roto el pasillo por el que había circulado plácidamente el ataque local y le ha otorgado al equipo, además, un pulso ofensivo que ha acabado por sorprender a un desquiciado Valencia que se ha mostrado estéril en la finalización.

En una de esas ha llegado el gol zaragocista. Un balón que Lafita ha disputado tenazmente a los centrales Rami y Dealbert ha llegado finalmente a los pies de Apoño, quien, torpe y eficazmente a la vez, ha enganchado un eléctrico disparo que ha restallado en los abismos en los que vivimos desde hace demasiado tiempo. Gol y vida. Incrédulos, nos hemos abrazado, nos hemos limpiado los ojos apartando las telarañas de los cráteres de la derrota y nos hemos aprestado a vivir veinte angustiosos minutos en los que hemos temido, segundo a segundo, que aquel frágil castillo de naipes se viniera abajo después de cualquier jugada local.

Desde entonces al final el Real Zaragoza ha dispuesto de una extraordinaria ocasión después de una magnífica jugada trenzada por Obradovic y Apoño aunque horriblemente finalizada por Zucculini. Para más sufrimiento, el argentino ha sido expulsado minutos después, con lo que el grupo, desarbolado y con la frente vendada para sujetar la sangre seca producida por el asedio de los Emery, se ha visto empujado a una agónica defensa cuyo final parecía, a cada segundo, más lejos. Mas ha llegado. Cuando el árbitro ha pitado, el león ha vuelto a rugir.

Ficha Técnica

Valencia:
Guaita, Barragán, Rami, Dealbert, Mathieu (Jordi Alba, m.62); Albelda (Feghouli, m.70), Parejo, Pablo (Piatti, m.82), Jonas; Aduriz y Soldado.

Real Zaragoza:
Roberto, Álvarez, Paredes, Lánzaro, Abraham (Luis García, m.75); Pinter, Dujmovic, Apoño, Juan Carlos (Zuculini, m.50); Lafita y Aranda (Obradovic, m.64).

Goles:
1-0, m.9: Pablo. 1-1, m.23: Apoño, de penalti. 1-2, m.77: Apoño.

Árbitro:
Delcerro Grande (C. Madrileño). Amonestó por el Valencia a Dealbert y Soldado, y por el Zaragoza a Lánzaro, Roberto, Zuculini y Dujmovic. Expulsó a los zaragozistas Álvarez con roja directa (m.21) y Zuculini, por doble amonestación, en el m.88.

Incidencias:
partido correspondiente a la 29 jornada de Liga disputado en el Camp de Mestalla ante espectadores.

Puntuaciones (de 0 a 5)

Roberto: 5. Nuestro portero ha protagonizado de nuevo una extraordinaria actuación y su alegría al final del partido debe ser, desde ahora, la luz que nos guíe.
Álvarez: S.C.
Lanzaro: 2. Luchador y bravo en su limitación.
Paredes: 1. Hoy ha evitado errores pretéritos y su labor ha sumado.
Abraham: 0. Su lateral ha sido una invitación al tránsito de los volantes.
Pinter: 2. Destartalado pero muy presente en el partido.
Dujmovic: 2. Conforma con Pinter una pareja cumplidora en el corte y la contención.
Juan Carlos: 1. Se ha diluido a lo largo del partido y sus errores han podido costar caros.
Apoño: 3. Ha acabado siendo el héroe del partido, aunque su gusto por retener el balón a veces provoca pérdidas peligrosas.
Lafita: 3. Muy luchador y eficaz en el contraataque. Suyos han sido el robo de balón y el pase a Apoño del segundo gol.
Aranda: 2. Ha conseguido fijar a los centrales valencianos con su sola presencia y eso tiene mérito.
Zucculini: 1. Ha realizado un correcto trabajo en el lateral derecho, pero su ímpetu le ha jugado una mala pasada.
Obradovic: 3. Su presencia ha roto el partido y ha significado un revulsivo en el equipo.
Luis García: 2. Su veteranía ha sido fundamental para sujetar el partido.

por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello

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