CD Eldense 1 – 1 Real Zaragoza | Crónica
Otro lunes sin sol
Maldito lunes. Maldito enero. Maldito destino. El que marca el devenir del Real Zaragoza. El que señalan los datos. El que muestra la dinámica de este equipo instalado en un escenario descorazonador. El entrenador ha tenido tres semanas para modular a un grupo que o no ha entendido su libreto o desprecia el plan pero que, en cualquier caso, no ha podido redireccionar una nave que muestra al viento grietas preocupantes.
El partido que ayer disputó el equipo aragonés en Elda lo podemos guardar en la carpeta de los pequeños desastres. Gobernado en todo momento por un equipo modesto pero aplicado, apenas dispuso el zaragocismo de unos minutos de ilusión. Justo los que discurrieron entre el 29, cuando Maikel Mesa fusiló a Acaves tras pícara jugada de Gámez, y el 36, momento en que Soberón cabeceó magníficamente un córner botado por Marc Mateu. Escasa alegría; ridículo regocijo.
Desde el minuto uno el Eldense se creyó que era mejor equipo que los blanquillos. Gobernaron el juego y manejaron los tiempos con sencillez y eficacia, acorralando al equipo aragonés y confundiendo a sus líneas, muy dubitativas y con una autoestima tan endeble como su puesta en escena. Cada pase, cada acción individual, cada decisión llevaba los colores blaugranas de los locales y muchas de ellas portaban el sello de Mateu, convertido en guardián de la sabiduría futbolística.
Arriba Mollejo agitaba las aguas del océano con una pala de plástico y sus gestos eran poco más que un picotazo en el casco del Titanic. Ese era el perfume de un equipo desarticulado y poco fiable que encontró, sin embargo, un camino al éxito gracias a un gesto de Gámez que convirtió en jugada magistral. Un robo en el centro del campo le llevó al borde del área donde, con un sutil taconazo, habilitó a Mesa para que el tinerfeño taladrase los dominios de Aceves con un potente chut. Era un 0-1 inesperado pero celebrado con júbilo por jugadores y afición, una vez más lo mejor de lo mejor.
El partido, como tantas veces, se vestía con telas favorables, pero este Zaragoza es tan endeble como una bolsa de papel. Tan solo nueve minutos tardó el Eldense en devolverle la estocada. Fue después de una extraordinaria parada del debutante Badía a remate de Dumic cuando Mateu armó su bota de seda para poner el balón en la cabeza de Soberón para que este batiese al portero zaragocista. Inapelable.
Era el sexto saque de esquina a favor del Eldense en poco más de media hora, la sexta puñalada en la defensa aragonesa, incapaz de gestionar adecuadamente situaciones que precisan de una mejor cualificación. En esas situaciones el equipo alicantino se encontraba cómodo, pero aún más confortable se sentiría tras el descanso, de donde volvió el Zaragoza dormido o aturdido, no sé qué es peor. Los locales bombardearon el área de Badía con continuos balones, ora centrados desde los laterales, ora fruto de saques de banda sensacionales que nacían de las manos de Mateu como misiles de largo alcance. Cualquier situación se daba como peligro extremo.
Badía se convirtió en el mejor de la noche con algunas paradas de mérito. De todas ellas destacamos la que originó Mateu, de nuevo Mateu, con un balón combado que desvió con el pespunte del guante el portero zaragocista para que el balón acabase besando su poste derecho. Después llegaría el remate de Francho a saque, sí, de Mateu que acabó con el cuero besando la base del poste.
Era grande el sufrimiento y Velázquez no encontró colores en su paleta con los que amortiguar las embestidas del Eldense. Hizo varios cambios de los que muy difícilmente podemos hacer una lectura futbolística. Hay quien dice que los propuso para romper el ritmo del contrario. Es posible, pero lo que ayer se vivió en el Nuevo Pepico Amat fue un dislate, un despropósito que muy posiblemente se convierta en un punto y final en la paciencia del entorno zaragocista si el viernes no se derrota al Andorra.
Ficha técnica
CD Eldense:
Aceves; Abad (Poloni, 82), Dumic, Íñigo Piña, Marc Mateu; Timor (Arnau Ortiz, 74), Sergio Ortuño; Jesús Clemente, Bernal (Capó, 82), Chapela (Dauda, 74); y Mario Soberón (Juanto Ortuño, 67).
Real Zaragoza:
Badía; Gámez, Mouriño (Azón, 55), Jair, Francés, Lecoeuche (Manu Vallejo, 69); Aguado, Francho, Moya (Grau, 83); Mollejo (Sergi Enrich, 83) y Maikel Mesa (Bermejo, 83).
Goles:
0-1, min. 29: Maikel Mesa. 1-1, min. 36: Mario Soberón.
Árbitro:
González Díaz (Comité Asturiano). Amonestó a Mollejo (24), M. Mateu (48), Aguado (66), Bernal (68), Jair (74), Sergi Enrich (90) y Poloni (96).
Incidencias:
Partido de la Jornada 22 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en el Pepico Amat, con 4.000 espectadores.
Puntuaciones
Badía: 4. Mostró seguridad y eficiencia ante varios balones que pintaban gol.
Gámez: 4. Rápido, versátil y flexible. Jugó un buen partido.
Francés: 1. Incierto e inseguro. No se encontró.
Jair: 1. Desconocido. Ha entrado en una deriva preocupante.
Mouriño: 2. Fue el feo del baile, pero estuvo correcto.
Lecoeuche: 1. Timorato y poco protagonista.
Aguado: 1. No acaba de engarzar su juego en este equipo.
Moya: 1. Oculto en la maraña del centro del campo.
Maikel Mesa: 3. Es el pichichi. Ni más ni menos.
Francho: 1. No conectó consigo mismo. Desorientado.
Mollejo: 1. Muy nervioso. Estuvo contra todo y contra todos.
Azón: 1. No acertó a situarse en el partido.
Manu Vallejo: 1. Buscó y se buscó, pero no halló el camino.
Bermejo: 1. Insustancial. No está en el equipo.
Grau: 1. Entró frío y salió frío.
Enrich: 1. Ausente. Aportó poco.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
