Elche CF 2 – 0 Real Zaragoza | Crónica
El mejor escribano echa un borrón
Enfrentar la pantalla en blanco es caminar al borde de un abismo. Y enfrentarla cuando de lo que tienes que hablar es del Real Zaragoza es tarea solo apta para llaneros solitarios. Y así se siente hoy este cronista: huérfano en lo futbolístico y aislado del sentir común.
Sí, sigo creyendo en Escribá. Sigo creyendo en su capacidad, sabiduría y conocimiento del equipo, herramientas que serán suficientes para afrontar este erial anímico que se ha instalado en el zaragocismo. Sigo creyendo, lo que no significa que tenga razón. En estos tiempos de verdades absolutas, ¿quién la tiene?
El partido de ayer fue un lienzo de brocha gorda. Tras el luminoso choque ante el Oviedo, todos esperábamos mucho más que lo que nos ofrecieron los chicos avispa. Pero también es cierto que un equipo que sufre bruscos zarandeos en su alineación semana tras semana no puede mostrar argumentos sólidos. La ausencia de Mollejo por sanción, el contratiempo de Marc Aguado, la lesión que apunta a larga de Bakis y la fragilidad mental que están mostrando los muchachos no invitan al optimismo.
El entrenador valenciano decidió retornar a su zona de confort. Control, partido largo, pocos riesgos y a esperar la acción puntual en las botas de los de arriba. Maikel Mesa enganchaba con Azón y en los costados Vallejo y Valera tratarían de romperle las costuras al Elche. Era un plan conservador que, de salir bien, podría servir. A ello pudo contribuir Mesa si hubiera acertado con un balón que le llegó desde el extremo y que le regalaron Azón y Vallejo con sendos amagos. Sin embargo, su chut salió disparado al cielo ilicitano. Raro en él, que tan fino es con el balón cerca del arco contrario.
El partido en esta primera parte fue un relato plano, de pocos párrafos y menos diálogo. Ni entre los jugadores amigos ni con el adversario. El Elche también se acolchó en el terreno de juego y eso dio para que dejaran tranquilo a Rebollo, que no tuvo trabajo hasta pasada la media hora. Nada serio: un chut lejano que controló con facilidad.
El sistema defensivo del Zaragoza apenas se vio exigido. Eso sirvió, además, para que los laterales, Borge y Lecoeuche, se aventuraran de vez en cuando por sus senderos en busca de alargar el campo y provocar situaciones favorables. A este plan le falta el punto final: el gol. Si se llega a los aledaños del área contraria pero no se culminan las incursiones, no hay nada que hacer. Nada.
Llegó el descanso y en la caseta los mensajes de los entrenadores llegaron con diferente profundidad a sus jugadores. Mientras que Escribá debió anestesiar a sus chicos con un discurso estéril, Beccacece logró reactivar el motor de los suyos, porque el regreso al terreno de juego fue un vendaval de juego, velocidad e intensidad. El guión elegido fue el de machacar a los avispas con balones estirados por la banda y centros al área. Un asedio en toda la regla, un “bombardeo” incruento pero eficaz que consiguió encerrar a los aragoneses en su fortín, cada vez más estrecho.
A este cerco no supo responder el Zaragoza, que perdía todos los duelos y por el contrario era incapaz de molestar al Elche, agobiado como estaba por la descarnada presión ejercida por los locales. En una de esas acciones, muy próxima por cierto a la falta, Morente derribó con inusitada violencia a Borge y le arrebató el balón en el centro del campo. De resultas, el Elche elaboró una buena jugada que acabó con un centro lateral de Josan que remató a bocajarro el infractor Morente. Fue un bofetón de consecuencias demoledoras.
El equipo acusó el gol y el Elche, que vio sangre, se apresuró a golpear duro lo antes posible. Y no tardó mucho: dos minutos después Óscar Plano logró el segundo tanto tras una acción brillantemente ejecutada por la delantera alicantina. Fin de la cita. El Zaragoza no sabía dónde se encontraba. Trató de acercarse a la meta contraria, pero con muy poco sentido y menos fe. Solo Bermejo, que había salido por Valera, dispuso de una buena oportunidad, pero su chut lo detuvo San Román cuando lo más fácil habría sido convertir.
Desde ese momento, minuto 73, hasta el final tan solo anotamos varios balones largos al área y los saques de esquina que pudo forzar. Pero ni físico ni técnica. Ni siquiera corazón. El match llegó a su fin y la esforzada afición que se había trasladado hasta Elche estalló con cánticos reclamando más esfuerzo a los jugadores y pidiendo el cese de Escribá.
Es el mismo guión ya interpretado desde hace demasiados años y cuya lectura nos invita a responder a lo que nos pide el cuerpo. Sin embargo, la historia nos dice que salvo en la temporada 2014-2015, con la cabriola de Popovic, esas decisiones solo nos llevan a luchar por la permanencia, mientras que cuando se supo sostener el proyecto, como con Natxo González, algo distinto puede ocurrir. Que no se nos olvide.
Ficha técnica
Elche CF:
San Román, Josan, Mario Gaspar, Diego González, Clerc; Febas (Javier Pamies, 92), Raúl Guti (C. Salvador, 71), Morente (Lautaro Blanco, 83), Nico (Borja Garcés, 82); Mourad y O. Plano (Rodrigo Mendoza, 71).
Real Zaragoza:
Rebollo, Borge, Francés, Jair, Lecoeuche; Grau, Francho (Toni Moya, 77), Maikel Mesa (Sergi Enrich, 68), Valera (Sergio Bermejo, 68), Vallejo (Marcos Cuenca, 87); y Azón.
Goles:
1-0, min. 61: Morente. 2-0, min. 64: O. Plano.
Árbitro:
Adrián Cordero Vega. Mostró amarillas a Lecoeuche (21’), Nico (55’), Morente (67’), Mourad (75’), Vallejo (76’), L. Blanco (86’).
Incidencias:
Partido de la Jornada 15 de LaLiga Hypermotion 2023-24 disputado en el Martínez Valero, con 15.500 espectadores.
Puntuaciones
Rebollo: 2. Poco trabajo bien resuelto.
Borge: 2. Dura batalla en defensa y escaso cuadal ofensivo.
Jair: 2. Tuvo que achicar muchos balones. Discreto.
Francés: 3. Activo y presente en todas.
Lecoeuche: 2. Le llegaron por su banda los dos goles.
Grau: 2. Mediocre en la salida y justo en el corte.
Francho: 2. Falto de ritmo, no conectó con Valera.
Valera: 2. Demasiado agitado e inexacto.
Vallejo: 1. No encaja en este esquema. Se le nota desorientado.
Maikel Mesa: 2. Estaba para conectar pero se aisló. Falló un gol.
Azón: 3. Trabajo, trabajo y trabajo. Le falta el gol.
Bermejo: 3. Fue de lo mejor. Nos regaló un par de destellos. Lástima el gol.
Enrich: 2. Inoperante y falto de protagonismo.
Toni Moya: 1. Aportó poco.
Cuenca: S. C. Debutó con el primer equipo.
por arrúa 10 (Real Zaragoza, Aire Azul)
@japbello
